Iluminaciones
El ajuste recién empieza. Hay que atraer capital externo para evitar la depresión
Economista y periodista. Trader de commodities, índices y monedas.
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El presidente Moreno dijo que, durante este año, el país dejará de percibir USD 8.000 millones y que este valor, sumado al déficit fiscal originalmente calculado, arrojaba un déficit de USD 12.000 millones.
“Cerca del 50% de ingresos como país (sic). Es como si una familia perdiera la mitad de lo que necesita para vivir”, dijo Moreno.
Para contrarrestar este aumento del agujero fiscal, el Presidente anunció recortes en la masa salarial (USD 980 millones); reducción de gastos en bienes y servicios (USD 400 millones); y reducción de gastos de capital (USD 1.300 millones).
Moreno dijo, también, que por renegociar la deuda externa el país tendrá un “ahorro'" de USD 1.300 millones. Ahorrar significa acumular capital; aumentar el patrimonio de una persona o, en este caso, de un país. Dejar de pagar intereses no es ahorrar. Lenín Moreno tal vez esté anticipando una moratoria unilateral en agosto próximo.
Si el déficit de Ecuador es de USD 12.000 millones y los recortes suman USD 4.000 millones todavía quedan USD 8.000 mil millones en gastos desfinanciados que deberán ser recortados (o vueltos a financiar).
No explicó qué gastos adicionales dejarán de cubrirse pero de su exposición colegimos que ya no se harán más pagos de capital ni de intereses a los acreedores externos; que la deuda interna será refinanciada sin amortización alguna; y que no se pagará a proveedores ni se hará devoluciones del IVA. ¿Qué significa todo esto?
Que se producirá una dramática contracción de la liquidez que, de no ser contrarrestada, podría sumir al país en una severa depresión económica.
Encontrar liquidez externa con operaciones de crédito será complicado. El mercado de bonos está cerrado y China estará renuente a conceder más préstamos porque el precio del crudo es bajo y porque ese país también está en crisis. Las agencias multilaterales ya han hecho su parte y se ve difícil que este Gobierno pueda cerrar un nuevo programa con el FMI.
Se podría, no obstante, estructurar una monetización anticipada de facturas petroleras y también se podría evaluar la posibilidad de emitir un “bono verde”, destinado a cubrir las necesidades de Galápagos y financiar otros proyectos de carácter ambiental, acudiendo a un grupo selecto de inversionistas ángel.
De ser viables, estas operaciones serían sólo un paliativo y, de ninguna manera, constituirían una solución definitiva al gravísimo problema económico por el que atravesamos.
Para evitar una depresión económica, Ecuador debe convertirse en un receptáculo de inversión extranjera; inversión financiera y productiva que podría venir al país porque las tasas de interés son altas y porque no existe riesgo de devaluación.
Pero haría falta algo más: el país debería ofrecer grandes exenciones fiscales a esos capitales frescos y también contratos firmados con Ley de Nueva York para brindar la seguridad legal que esas nuevas inversiones requieren.
Los capitales frescos podrían entrar a la economía a través del mercado de valores o mediante fideicomisos privados para la compra de cartera comercial y financiera. Esos fideicomisos también podrían estructurar líneas de financiamiento directo a empresas, de forma que puedan reestructurar sus pasivos o ser vendidas parcialmente al exterior.
Como ven, existen salidas. Pero para ponerlas en práctica se requiere de un liderazgo claro y de la voluntad unánime de toda la sociedad ecuatoriana para colaborar y evitar un colapso.
@GFMABest