Efecto Mariposa
Las abuelas son mucho más que amor
Profesora e Investigadora del Departamento de Economía Cuantitativa de la Escuela Politécnica Nacional EPN. Doctora en Economía. Investiga sobre temas relacionados con pobreza y desigualdad.
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Los abuelos y, especialmente, las abuelas desempeñan un rol fundamental en la crianza de los nietos.
Sin embargo, al analizar sin sentimentalismos la relación entre abuelas y nietos, se pueden descubrir aspectos relacionados con la brecha de género en el mercado laboral.
Sí, aunque la mayor parte del tiempo las abuelas solo inspiren ternura, su presencia está asociada con la posibilidad de que las mujeres madres que deciden trabajar, puedan hacerlo.
Estos resultados son reportados en un interesante artículo de Miguel Talamas, titulado en español 'Las abuelas y la brecha de género en el mercado laboral mexicano'.
Dicho artículo señala que la existencia de las abuelas define la participación de la mujer en el mercado laboral, pues son las encargadas de cuidar a los niños.
La existencia de las abuelas define la participación de la mujer en el mercado laboral.
Concretamente, las muertes de las abuelas reducirían la probabilidad de que las madres estén empleadas en 27%, pero no tendrían ningún efecto sobre los padres.
Tampoco se reporta un efecto significativo en la reducción de la tasa de empleo de las madres cuando mueren los abuelos.
Adicionalmente, inclusive cuando los padres tienen la posibilidad de pagar un centro de cuidado infantil privado, las madres deciden no trabajar para cuidar a sus niños.
A partir de estos resultados, se puede concluir que las abuelas son mucho más que amor y, en algunos casos, son la base de la vida laboral de las mujeres madres.
Sin la presencia de las abuelas, las madres deben dejar sus trabajos para cuidar a sus hijos, y no siempre por decisión, sino porque no tienen otra opción.
Sin la presencia de las abuelas, las madres deben dejar sus trabajos para cuidar a sus hijos
A pesar de que este análisis fue realizado para México, la estructura de las familias de Ecuador nos puede acercar a la realidad mexicana.
Lamentablemente, no hay datos actualizados para el país, pero, según la última Encuesta de Condiciones de Vida del INEC, realizada en 2014, son las madres quienes dedican mayor tiempo al cuidado de los niños, seguidas por los abuelos, los tíos, las guarderías, otros (vecinos o amigos) y, finalmente, aparecen los padres.
El argumento que puede justificar la baja participación de los padres en el cuidado de los hijos se resume en la famosa frase: "es que los hombres trabajan".
Pero incluso aquellos que manifestaron que no estaban trabajando, no se dedicaban al cuidado de los niños.
Con respecto a la antigüedad de la encuesta, quiero contarle al lector que pensé mucho antes de mencionarla; finamente, decidí hacerlo pues ayuda a tener una idea de quienes cuidan a los niños en Ecuador, aunque pueden aparecer dudas sobre la pertinencia de las cifras debido al paso del tiempo y de la pandemia.
Afortunadamente, algunos cálculos generales pueden ayudar a caracterizar las condiciones actuales.
Según estimaciones de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe publicadas en 2021, en la región latinoamericana la tasa de participación laboral de las mujeres se situó en 46% en 2020, mientras que la de los hombres en 69% (en 2019 estas cifras fueron 52 % y 73,6 %, respectivamente).
De acuerdo con el organismo, en 2020 se produjo una importante salida de mujeres del mercado laboral, que no buscaron un nuevo empleo porque deben dedicarse a las tareas del hogar.
En 2020 se produjo una importante salida de mujeres del mercado laboral
Evidentemente, estos 'sacrificios' por parte de las mujeres no combinan con la erradicación de las brechas de género en el mercado laboral.
El camino hacia la igualdad de género se construye con acciones concretas, con centros de cuidado infantil de calidad para que los padres dejen a sus hijos con tranquilidad mientras van a trabajar.
Los planes de ofrecer guarderías a los hijos menores de cuatro años de personas trabajadoras también son una acción positiva. Quedamos pendientes del ofrecimiento de campaña de crear cientos de guarderías en los barrios.
También quedamos expectantes de que se garantice el cuidado en los centros infantiles que ya existen.
A nivel familiar, hombres y mujeres debemos romper los roles de género tradicionales y compartir la responsabilidad del cuidado de los niños.
No podemos estar a expensas de las abuelas, ellas ya hicieron su parte. Además, debemos recordar que en algún momento tendrán que partir.
No podemos estar a expensas de las abuelas, ellas ya hicieron su parte.