Tilandsia recurvata o clavel del aire, la planta que 'ahoga' a los árboles en Quito
La Tilandsia o clavel del aire no debe ser considerada como plaga, pero sí es necesario controlarla de forma manual, asegura el director de Parques del Municipio de Quito, Pedro Kingman.
Vista frontal de la Tillandsia recurvata o clave del aire, en un árbol de Quito.
Cortesía Municipio de Quito
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Si en Guayaquil, los enormes ceibos pierden sus hojas por culpa de la letal cochinilla, en Quito una singular planta de alambres blancos se adhiere a los troncos de los algarrobos como un parásito, a veces sin dejarlos respirar. Se balancea entre las ramas y se extiende entre las hojas. Así vive la Tilandsia recurvata o clavel del aire, una planta nativa de América Latina que se ha multiplicado en la última década.
Ambientalistas la consideran una amenaza para la extensa variedad arbórea de la capital, estimada en al menos 80 especies. Pero el director de Áreas Naturales de la Gerencia de Parques del Municipio, Pedro Kingman, aclara que, a diferencia de la cochinilla, la Tilandsia recurvata no es una plaga.
"No debería ser considerada una plaga, porque no afecta a todos los árboles, y corremos el riesgo de comenzar a erradicarla de forma errónea", explica Kingman a PRIMICIAS.
Según el funcionario municipal, los árboles más propensos a ser 'acechados' por el clavel del aire son los algarrobos y aquellos con ramas secas.
Botánicamente, la especie está presente en todas las regiones tropicales y subtropicales de América, desde México, pasando por Ecuador, hasta Argentina y Chile.
¿Por qué se ha multiplicado en Quito?
Debido a que la Tilandsia es común en la región, recibe diversos nombres como clavel del aire, gallinita o heno de bola. Es considerada una planta epifitita, es decir, vive del nitrógeno del aire, y no mide más de 20 centímetros.
Y en Ecuador, particularmente en Quito, ha experimentado un brote exponencial debido al incremento de la temperatura en la atmósfera.
"Como las ciudades se han convertido en islas de calor, estas condiciones favorece al crecimiento de la Tilandsia".
Pedro Kingman, funcionario municipal de Quito.
Una isla de calor es una expresión utilizada para describir áreas urbanas de muchas construcciones que son más calientes que las áreas rurales cercanas. La temperatura media anual del aire en una ciudad de 1 millón de personas puede ser hasta 12 grados más elevada, que otras ciudades con menos edificios.
¿Cuál es el daño de la Tilandsia en ciertos árboles de la capital? En los árboles de ramas secas, la planta puede matar la especie, porque lo 'ahoga'.
La mayoría de los árboles respira a través del tronco, y cuando el clavel del aire se adhiere sobre este, le corta la respiración.
"Si hay muchas tilandsias en las hojas, donde ocurre la fotosíntesis, esto también les resta la capacidad de realizar este proceso, y hay árboles que decaen", indica Kingman.
¿Cómo controlar la Tilandsia?
Pese a que se ha considerado una amenaza para la flora quiteña, Kingman afirma que sí hay árboles inmunes a los daños del clavel del aire, como aquellos plantados en jardínes.
Y la razón principal para no considerarla una plaga es que al ser una especie nativa, en medio de sus grisáceos y blancos tentáculos se refugian insectos, que ponen huevos y se reproducen.
Poco agraciados y entendidos, los insectos son fundamentales en la cadena trófica, porque se transforman en alimento de las aves, y estas a su vez polinizan las plantas. Además, sin polinización no hay flora ni alimentos.
Por ello, al erradicar una Tilandsia, también se elimina la posibilidad de polinización, un rol clave en el medio ambiente.
La recomendación entonces, dice Kingman, es controlar la planta en los jardínes urbanos, "un dueño de casa podría removerlas físicamente con la mano".
Sin duda, añade el especialista, no es aconsejable aplicar químicos en los espacios urbanos o podar la planta de los árboles. "El término poda significa cortar ramas y tampoco es lo adecuado", enfatiza Kingman.
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