Cinco preguntas para entender por qué EE.UU. no 'quiere' a TikTok

Lo primero que debe saber es quién está detrás del éxito de TikTok. La empresa se llama ByteDance y consiguió posicionarse en los últimos años como una de las más valiosas del mundo. Está valorada en unos USD 225.000 millones y situada por encima de SpaceX de Elon Musk, y hasta por encima de OpenAI, según la firma de inteligencia de mercado CP Insights. TikTok como aplicación fue lanzada en el mundo 2017 por ByteDance como la versión internacional de Douyin, una app en China que cuenta con 1.000 millones de usuarios.  Gracias al enorme crecimiento de estas redes, ByteDance se aventuró también en el comercio electrónico y las reservas de viajes, y afirma tener más de 150.000 empleados en casi 120 ciudades de todo el mundo.  

Esta es una de las preguntas más complicadas y críticas de responder. En papeles, el 60% de ByteDance pertenece a inversores institucionales, entre ellos el gigante estadounidense BlackRock.  Este útimo es el fondo de inversiones de capital de riesgo más grande y poderoso del mundo. Los fundadores de ByteDance tienen un 20% y el resto pertenece a empleados, según la red social. La empresa china, constituida en las Islas Caimán, también incluye a General Atlantic entre sus inversores. Tres de los cinco miembros de su junta son estadounidenses. Pero una entidad estatal china, es decir, el gobierno de Xi Jinping, posee el 1% de TikTok, y esto implica que tiene un funcionario en el consejo o junta de la empresa. En marzo de 2023, durante una audiencia del Congreso estadounidense, el director ejecutivo de TikTok, Shou Zi Chew, respondió "Creo que sí" cuando se le preguntó si un funcionario chino estaba en la junta de ByteDance.

Gran parte de los legisladores estadounidenses no están tan seguros de que TikTok sea independiente de Pekín, pese a que su sede no está en China. Por ello, quienes apoyan esta iniciativa legislativa afirman que ByteDance permite a Pekín espiar y manipular a millones de usuarios en Estados Unidos. Agencias de inteligencia estadounidenses y de seguridad -entre ellas el director del FBI esta semana- compartieron estas preocupaciones durante las audiencias de revisión del caso de TikTok. Desde el año pasado, la app está prohibida de los teléfonos de trabajo de los empleados gubernamentales en Estados Unidos y otras naciones, como Australia y Canadá, por motivos de seguridad nacional. Pero, además de las dudas sobre la privacidad de datos de los usuarios, a Estados Unidos le preocupa el sesgo y desinformación de la red social, mucho más en tiempos electorales. Varios analistas han indicado que el algoritmo de TikTok condiciona el contenido que muestra en la app. Y por ejemplo, hay denuncias que videos o publicaciones en contra del gobierno chino son vetados.   Mientras que otros contenidos afines al grupo terrorista Hamás se multiplican en la aplicación sin control alguno.

En octubre de 2022, el medio Forbes fue quizás el primero en encender las alertas de algo andaba mal con TikTok. Según una investigación del medio estadounidense, la empresa dueña de la app tendría un equipo especial de Auditoría Interna y Control de Riesgo. Este equipo retiene información de ciertos usuarios, como políticos, celebridades, periodistas y personal del gobierno de Estados Unidos. También ‘investiga’ a los empleados de TikTok y a aquellos que dejaron la compañía. Para ‘espiar’ a los usuarios, la plataforma registraría la ubicación física de los internautas utilizando las direcciones IP. Y una de las personas a quien habría espiado es la propia periodista de Forbes, Emily Baker-White, que ha publicado las conexiones de TikTok, ByteDance y el gobierno chino.  

China dijo en repetidas ocasiones que se opone a una venta forzada de TikTok y tras la aprobación de la norma en la Cámara de Representantes advirtió que EE.UU. toma a la empresa como blanco. "Aunque Estados Unidos nunca ha encontrado pruebas de que TikTok amenace la seguridad nacional estadounidense, no ha dejado de reprimirla", afirmó el portavoz del ministerio de Asuntos Exteriores, Wang Wenbin, condenándolo como un "comportamiento de intimidación". De momento, es seguro, que cualquier venta de TikTok requerirá probablemente la aprobación de Pekín, por la presencia de ese funcionario ligado al gobierno chino. Por otra parte, la empresa ByteDance ha asegurado que no hay riesgo para los datos de usuarios estadounidenses. Insiste en que el gobierno chino nunca pidió estos datos, y que nunca los proporcionó. Además, TikTok afirma que dirige todo su tráfico en Estados Unidos a través de infraestructura en este país. Si se aprueba esta ley en el Senado, la empresa llevará el caso ante los tribunales de Estados Unidos.