Sábado, 29 de junio de 2024

La fascinante historia de 'Tina', la primera niña neandertal con Síndrome de Down

Autor:

Redacción Primicias / EFE

Actualizada:

26 Jun 2024 - 16:10

Gracias al hallazgo de los restos de 'Tina', los arqueólogos concluyen que los neandertales tenían prácticas de crianza muy parecidas a los humanes actuales.

ueso temporal fósil original y reconstrucción 3D del fósil de 'Tina', 26 de junio de 2024.

Autor: Redacción Primicias / EFE

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26 Jun 2024 - 16:10

ueso temporal fósil original y reconstrucción 3D del fósil de 'Tina', 26 de junio de 2024. - Foto: EFE

Gracias al hallazgo de los restos de 'Tina', los arqueólogos concluyen que los neandertales tenían prácticas de crianza muy parecidas a los humanes actuales.

Por años, se conocía que los neandertales cuidaban de los heridos, ancianos y personas con discapacidad pero no está claro si lo hacían por altruismo. El hallazgo en España de los restos de la primera niña neandertal con Síndrome de Down ha despejado las dudas.

Se trata de los restos de 'Tina', como la han bautizado los investigadores españoles que han llevado a cabo el hallazgo, y que muestran que fue cuidada con amor y comprensión por sus mayores.

Los estudios revelan que esta niña neandertal tuvo una vida muy dura, debido a una serie de malformaciones congénitas que hubieran hecho imposible su supervivencia en el Paleolítico sin la ayuda de su grupo.

La investigación, liderada por Mercedes Conde Valverde, de la Cátedra de Otoacústiva Evolutiva (HM Hospitales-Universidad de Alcalá), se han publicado este 26 de junio en la revista Science Advances.

El estudio se ha hecho junto a científicos del Centro de Investigación UCM-ISCIII sobre la Evolución y Comportamiento Humanos, y de las universidades de Valencia , León, y Burgos, entre otros centros.

Los restos de 'Tina' fueron excavados en el yacimiento arqueológico de Cova Negra, Valencia, en 1989.

Se sabe que tienen entre 273.000 y 146.000 años de antigüedad, cuando los neandertales estaban en su apogeo en la península Ibérica-, y se encontraron junto a los restos de otros niños.

"Aunque científicamente no era posible saber si el hueso era de un niño o una niña, siempre la hemos visto como una niña, quizá porque la mayoría de las investigadoras que firmamos el artículo somos chicas", comentó Conde-Valverde.

Patologías muy incapacitantes

Al analizar los restos del yacimiento, el equipo encontró una pequeña porción del "hueso temporal que protege al oído interno", explicó Conde-Valverde.

Para determinar si era de nuestra especie o neandertal, hicieron una reconstrucción del oído interno.

Con imágenes que permitieron hacer un modelo tridimensional de las cavidades del oído interno, el resultado mostró las proporciones de un oído neandertal y "un engrosamiento anómalo" en el canal lateral.

Aunque este engrosamiento está relacionado con varios síndromes, "el único compatible con el conjunto de malformaciones presentes es el Síndrome de Down", agregó.

Debido a tres de esas malformaciones, la vida de esa niña "no era fácil" y podría haber tenido una falta de audición bastante severa.

Además, tendría problemas de equilibrio y crisis de vértigo, por lo que probablemente necesitaría muchos cuidados por parte de los demás", relató Conde-Valverde.

Cuidados altruistas

Para sobrevivir, 'Tina' necesitó mucha ayuda. "Solo por las patologías del oído es probable que la tuviesen que llevar en brazos", comentó.

Pero 'Tina' murió con seis años, que es mucho tiempo para una niña con estos problemas congénitos, lo que demuestra que tuvo que recibir mucha ayuda directa o indirecta, "tal vez relevando a su madre de las tareas que tuviera que hacer en el grupo para poder dedicarse a ella", dijo la investigadora.

Para el equipo está claro: 'Tina' recibió los cuidados de su grupo durante mucho tiempo y tuvieron que estar más motivados por el amor y la compasión que por la "reciprocidad".

Esto, concluyen, demuestra que "los cuidados y la crianza colaborativa eran comunes en los neandertales, unos comportamientos que les hacen mucho más humanos y que demuestran que en la evolución humana estamos incluidos todos". "Eran personas muy parecidas a nosotros", dijo la investigadora.