Elon Musk vs. Twitter: un 'culebrón' tecnológico que puede terminar mal
La gran duda sobre si Elon Musk debería o no comprar Twitter se resolverá en una corte de Delaware en septiembre de 2022.
Ilustración del logo de Twitter junto al usuario de Elon Musk, el 6 de junio de 2022.
Reuters
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La corte de Chancery en Delaware, en el este de Estados Unidos, tiene fama de prevenir que grandes empresas retiren sus promesas de compra.
Pasó en 2021, cuando la multinacional Tyson Foods trató de abandonar su trato para adquirir a la empresa de carnes IBP. Y la Corte respondió que debía seguir con la compra, pese a todo.
En septiembre, nuevamente la Corte tendrá que dirimir en un lío empresarial, esta vez de índole tecnológica, cuando dos gigantes se enfrenten: Twitter vs. Elon Musk.
La red de mensajería interpuso su anunciada demanda contra el multimillonario, para obligarlo a cumplir con su trato de comprar la red social por USD 44.000 millones.
Un trato que el propio Musk propuso en abril de 2022, y el cual rescindió el 8 de julio.
Sin duda será una batalla legal con artillería pesada: Twitter sacará a recluir los peores tuits de Musk y se espera que el magnate desentierre algún secreto de la red.
Los bots vuelven loco a Musk
El corazón de la batalla legal tiene cuatro letras: bots. Son las cuentas falsas en la red de mensajería, algunas son operadas por sistemas de inteligencia artificial y otros por equipos de personas.
Pero, no todos los bots son malos, muchos son útiles como aquellos que responden preguntas de un usuario, por ejemplo en una entidad bancaria.
El problema con los bots es que pueden inflar los números de Twitter, una plataforma que vive de la publicidad.
Por ello, las preguntas de Musk siempre han sido: ¿hay más bots que usuarios reales? De ser así, ¿Quién ve realmente los anuncios publicitarios?
Desde que reveló su intención de comprar Twitter, Musk pidió que le entreguen el número total de bots. La red respondió que solo un 5% de cuentas no son reales.
Pero el magnate no le cree a la plataforma de mensajería y ese fue su principal argumento para retirarse del contrato de compra.
Además, dijo en una carta a sus abogados que “Twitter intencionalmente engaña al público, y obstruyó sus esfuerzos por tener más información sobre las cuentas y los usuarios”.
Otros de los argumentos para no comprar Twitter, según Musk, son:
- Twitter despidió a dos de sus ejecutivos clave en la transición.
- La red paró las contrataciones de perfiles adecuados.
Los argumentos de Twitter
En su demanda, la plataforma acusa agresivamente a Musk de “rehusarse a honrar sus obligaciones con Twitter y sus accionistas, porque el trato ya no le sirve para sus intereses personales”.
¿Cuáles son estos intereses? Las acciones del fabricante de autos eléctricos Tesla, la principal compañía de Musk, han caído a un promedio de 7% mensual en la bolsa, desde abril.
Y según Twitter, al dueño de Tesla le preocupa más cómo conservar su fortuna.
También se agrega que aparentemente Musk “cree que, a diferencia de otras personas, es libre de cambiar de parecer, enlodar a la compañía y destruir los valores de las acciones y retirarse”.
Sobre el tema de los bots, la red asegura que ha entregado toda la información auditada por expertos sobre las cuentas falsas.
Además, acusan a Musk de romper con una parte del trato, la de no insultar públicamente a los ejecutivos de Twitter.
Incluso, la red asegura que el multimillonario abandonó sus “esfuerzos por conseguir préstamos e inversionistas para cerrar el trato”.
Y en cuanto a los ejecutivos despedidos, Twitter afirma que el propio Musk le dijo al directivo, Bret Taylor, que “estaba preocupado por los altos gastos”.
La letra pequeña
Musk no firmó una promesa de compra cualquiera, sino un contrato jurídicamente vinculante. Es decir, si al final el comprador no decide cumplir con la oferta, el vendedor puede demandarlo.
En este caso, una cláusula del contrato permite a Twitter demandar a Musk por el tiempo que sea necesario y hasta que logre reunir el dinero suficiente para hacer efectiva la compra.
Si la Corte dirime en favor de Musk, el CEO de Tesla al menos deberá pagar a la red USD 1 millón por daños.
Pero si Musk logra distanciarse satisfactoriamente de Twitter, sería desastroso para la compañía, cuyas acciones han caído 35% en la bolsa a raíz del lío legal.
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