Científico ecuatoriano Pablo Araujo se une a misión internacional en la Antártida
La "Antártida es la refrigeradora del mundo", asegura el ecuatoriano Pablo Araujo, quien participa de una misión que mide metano y otros gases en el continente blanco.
Vista panorámica de un barco de la misión especial en la Antártida, el 19 de enero de 2024.
AFP
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La Antártida o el continente blanco está perdiendo su manto blanco, por culpa del cambio climático y en busca de respuestas, el científico ecuatoriano Pablo Araujo se ha unido al buque ARC Simón Bolívar de la Armada de Colombia.
Desde inicios de enero de 2024, Araujo, profesor de la Universidad Central de Quito, toma muestra acuáticas, para medir metano y otros gases contaminantes en el mar del sur.
En medio de enormes bloques de hielo y escarcha, la X Expedición Antártica de Colombia se abre paso en los confines del continente, explora lugares remotos y casi vírgenes, habitados por pingüinos, ballenas y una que otra foca.
La "Antártida es la refrigeradora del mundo", dice Araujo, abordo del buque que alberga a 39 investigadores, 11 proyectos colombianos y nueve de cooperación internacional con cuatro países.
"Lo que queremos ver es cómo está afectando el cambio climático a la refrigeradora del mundo y cómo eso afecta toda la cantidad de nutrientes (del mar)".
Pablo Araujo, científico ecuatoriano.
La Antártida supera los 14 millones de kilómetros cuadrados, y no le pertenece a ningún país, pero naciones como Ecuador o Colombia mantienen bases científicas.
Antártida y 'machine learning'
A bordo del buque, el científico ecuatoriano Araujo lleva a cabo un proyecto de modelización de ecosistemas antárticos utilizando técnicas de 'machine learning', una rama de la inteligencia artificial enfocada en el estudio de algorítmicos estadísticos.
Con la aplicación de estos modelos y el uso de imágenes satelitales, los investigadores estudian la dinámica de los flujos de gases de efecto invernadero en los ecosistemas antárticos.
Mientras tanto, un equipo de trabajo colombiano lanza al océano una batería de botellas Niskin, utilizadas para tomar muestras del agua.
"Una vez (que) salen a la superficie, se procede a tomar estas muestras para posterior analizarlas", dice Alexis Grattz, investigador de la Dirección General Marítima, abrigado con un grueso impermeable rojo, guantes y gorro.
En la estación científica ecuatoriana, ubicada en Punta Fort Williams en la isla Greenwich, la Dirección General Marítima instaló una estación meteorológica portátil para registrar las oscilaciones de la presión atmosférica de la zona.
Dichas mediciones se realizan para "determinar y ayudar a entender más estas variaciones del nivel del mar, entendiéndolo como (...) un indicador importante en la evolución del cambio climático", aseguró la investigadora de la Dirección General Marítima colombiana Maritza Moreno.
Por otro lado, una misión turca estudia los niveles de hidrocarburos aromáticos policíclicos (HAP) en el suelo antártico. "Estoy recogiendo muestras de sedimentos", dice Burak Karacik, profesor de la Universidad Técnica de Estambul.
"Analizaré esas muestras de sedimentos en busca de contaminantes orgánicos persistentes, y veremos los efectos del ser humano, aquí, en este entorno", agrega.
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