Desde limpiar el aire y tratar el cáncer: ¿Qué son los líquenes y por qué son tan poderosos?
Ecuador atesora más de 2.500 especies de líquenes, y el investigador lojano Ángel Benítez ha dedicado más una década a estudiar sus propiedades y beneficios para el ambiente.
Imagen referencial de líquenes en las ramas de especies del páramo en Ecuador.
UTPL
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Cuando hablamos de líquenes, la ciencia no se refiere a las enredaderas que cuelgan de las ramas de un árbol o de los cables de luz, como ocurre en Quito. Aquellas son en realidad plantas vasculares y de la familia de las bromelias, explica el investigador lojano Ángel Benítez.
Pero seguro y los ha visto en su jardín o parque más cercano: son aquellas manchas blancas, similares a los hongos, que reposan elegantes sobre los troncos. Otros parecen setas, que extienden como una alfombra espesa y puntiaguda sobre las piedras, montañas y páramos.
Esa posibilidad de adaptación casi 'mágica' de los líquenes ha fascinado por más de una década al profesor Benítez, doctor Conservación de Recursos Naturales y coordinador de la carrera de Gestión Ambiental de la Universidad Técnica Particular de Loja (UTPL).
"En términos de diversidad, los líquenes pueden adaptarse a ecosistemas secos, lluviosos y hasta espacios urbanos como Quito o Loja", dice Benítez.
Pero, ¿qué son exactamente los líquenes? ¿Son algas, hongos o una mezcla de ambos? Y más aún, ¿Por qué Ecuador y el mundo debería saber más de ellos? Estas son las explicaciones científicas de Benítez.
Una fusión inteligente
Según explica el profesor Benítez, los líquenes no son un 'grupo natural' del reino animal, como las plantas, los hongos u otro organismo.
Más bien son el resultado de una fusión o simbiosis de un alga con un hongo oceanobacteria con el fin de convivir juntos un espacio y obtener un beneficio mutuo: sobrevivir.
Desde 2016, dice Benítez, gracias a un estudio de la prestigiosa revista Science, se comprobó que existe un tercer 'colaborador' en esta simbiosis, las levaduras.
Y, ¿por qué se forman? El primer detalle que debe saber, señala el docente investigador, es que las algas y hongos se adhieren o viven en diferentes sustratos y suelos: en bosques, troncos, páramos, rocas y hasta sobre metales.
Pero, existe un momento impredecible en el ambiente: el alga 'decide' de forma inteligente fusionarse con el hongo, para incrementar su diversidad y seguir viviendo.
"Cuando ellos (alga y hongo) se fusionan, entran en un proceso de liquinización. Y esto ocurre cuando el alga encuentra las condiciones necesarias en el ambiente para colonizarse", expresa el profesor Benítez.
Esta fusión o simbiosis permite a los líquenes ser más competitivos a las condiciones del ambiente, y cumplir con sus funciones en el ecosistema.
La resistencia de los líquenes es sorprendente, porque han probado que pueden vivir en temperaturas extremas de frío, desiertos sin lluvia y hasta en condiciones radioactivas.
Biológicamente, son un género y pertenecen a la familia de los hongos, pero no hay que confundirlos con ellos, advierte Benítez.
¿Por qué los líquenes son tan importantes?
Primero como estudiante, luego como docente y años después como coordinador de la carrera de Gestión Ambiental de la UTPL, el profesor Benítez es un investigador apasionado por los líquenes.
"Podríamos pasar horas hablando de lo vitales que son los líquenes y sus propiedades", dice el investigador ecuatoriano, que en 2023 fue parte de un equipo de científicos que presentaron el primer listado oficial de este género en Ecuador.
Este reporte fue posible gracias a la colaboración de 22 instituciones del país y concluyó que Ecuador atesora 2.599 especies de líquenes, "mucho más de aves, anfibios o reptiles", agrega con orgullo Benítez.
La investigación, fruto de cinco años de trabajo, se encuentra en la revista científica 'The Lichenologist de la Universidad de Cambrige', y detalla la presencia de líquenes por región, siendo Galálagos, con el 70%, la que más especies posee.
El profesor Benítez lamenta que aún exista mucho desconocimiento y falta de profesionales para el estudio de los líquenes en el país, aunque señala que la UTPL ya ha formado a más de 50 estudiantes en la rama de la 'liquenología'.
¿Por qué es importante saber más sobre la especie? Benítez expone los principales servicios ecológicos de los líquenes para el ambiente y los seres humanos.
- En ecosistemas como los páramos, los líquenes cumplen la función de acumular agua, que luego expulsan y alimentan las fuentes hídricas que usan las poblaciones.
- Sirven de sustrato o hábitat para otros organismos, y de alimento para los microorganismos. Además, muchas aves los emplean para fabricar sus nidos.
- Guardan humedad y permiten que plantas vasculares puedan desarrollarse.
- Son 'bioacumuladores', es decir, capaces de absorber contaminantes del aire y metales pesados, que emana la gasolina de los autos en las ciudades como Quito o Loja.
- Químicamente, los líquenes poseen metabolitos secundarios, las cuales son sustancias con potencial terapéutico y medicinal. Pueden calmar dolores estomacales, musculares y hasta sirven para tratamientos contra el cáncer.
Pese a su importancia, el profesor Benítez explica que la especie es erradicada erróneamente de bosques, cultivos, parques y jardines.
"Se cree que los líquenes afectan los cultivos, pero hemos hecho estudios que demuestran lo contrario, porque más bien atraen polinizadores. No hay estudio científico que digan que son parásitos o plagas".
Ángel Benítez, docente investigador de la UTPL.
Además, debido a que la especie no tiene raíces, no se adhieren a la tierra o al tronco; por lo que no le hace daño a un cultivo agrícola o planta.
El siguiente proyecto de Benítez y la UTPL será conocer cómo el cambio climático impacta a los líquenes, "o quizás no les afecta, porque son tan poderosos que saben adaptarse y nos dan las respuestas que necesitamos".
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