Estas son las razones por las que el huracán Beryl es tan peligroso
El huracán Beryl alcanzó temporalmente la categoría 5 en apenas 24 horas, es la misma categoría letal y peligrosa que alcanzó Katrina años atrás.
Intenso oleaje en el malecón de Santo Domingo en República Dominicana, por el avance del huracán Beryl, el 2 de julio de 2024.
EFE/Orlando Barría
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Científicos y autoridades ven con atención y preocupación la trayectoria del Huracán Beryl, que hasta ahora ha causado la muerte de al menos seis personas en el Caribe.
Beryl tocó tierra por primera vez el 1 de julio cuando el ojo del huracán pasó por la isla de Carriacou, en Granada. Después de su paso por esa localidad, la intensidad de este fenómeno llegó al máximo nivel: categoría 5.
Para entender la magnitud de esto los huracanes, Katrina (2005), Irma (2017), Andrew (1992) e Ian (2022), eran de esta misma categoría y que causaron fuertes daños materiales y numerosas muertes.
Esto quiere decir que los vientos superan los 250 kilómetros por hora, con lo que pueden arrancar árboles desde la raíz o hacer volar techos sin mayor problema.
Además, los huracanes de esta intensidad pueden provocar marejadas de hasta 5,94 metros por encima de lo normal, según detalla el Ministerio de Medio Ambiente de El Salvador, que es una de las naciones caribeñas que se verá afectada indirectamente por Beryl.
En la mañana del 3 de julio, se volvió a calificar al huracán Beryl en la categoría 4, pero puede variar nuevamente en cuestión de horas.
Algunas de las posibles razones de la rapidez con que avanza Beryl, explicadas a continuación, se vinculan con el cambio climático, puesto que este fenómeno ha elevado las temperaturas del Atlántico hacia nuevo límites.
Un huracán que llegó temprano
Los servicios meteorológicos como el NOAA en Estados Unidos son entidades encargadas de monitorear y predecir la llegada de estos fenómenos naturales, cuya detección temprana es vital para tratar de alertar con tiempo la llegada de estos sistemas climáticos que podrían convertirse en catástrofes naturales.
En ese sentido, la misma NOAA advirtió que la temporada de huracanes de 2024, que en esta ocasión se extenderá hasta el 30 de noviembre, podría ser más intensa de lo usual.
Apenas finalizando el mes de junio (en el que inició la temporada), Beryl ya alcanzaba una intensidad de categoría 4, con vientos de entre 200 a 250 kilómetros por hora.
Como si fuera poco, el huracán Beryl pasó de categoría 1 a 5, la más fuerte, en menos de 24 horas.
En un lugar inusual en el Atlántico
Beryl se formó el viernes 29 de junio en el sureste de las Antillas. Su formación fue "mucho más al este del Atlántico de lo que es habitual en esta época del año", explica Andra Garner, climatóloga de la Universidad de Rowan.
Este fenómeno está vinculado, según ella, a la temperatura actual del océano Atlántico, que no suele ser lo bastante cálida en estas zonas en esta época del año como para permitir la formación de una tormenta de este tipo.
"Nunca se había formado un huracán tan al este, tan temprano en el año", añade en su blog Brian McNoldy, investigador especializado en huracanes de la Universidad de Miami.
Calor y cambio climático
El huracán Beryl se intensificó muy rápidamente, en menos de un día, hasta convertirse en un importante huracán de categoría 5.
"Es difícil expresar con palabras lo increíble que es esto", comenta Brian McNoldy.
Aunque sea "sorprendente ver este fenómeno ante nuestros ojos", también está "en línea con lo que la ciencia nos dice que podemos esperar de un mundo más cálido", señala Andra Garner, que ha publicado un estudio sobre este fenómeno de intensificación.
"En los últimos 50 años, hemos comprobado que los huracanes tienen ahora más del doble de probabilidades de pasar de una tormenta relativamente débil -de categoría 1 o inferior- a un huracán mayor, de categoría 3 o superior, en el espacio de 24 horas", explica.
Y esto es precisamente lo que pasó con Beryl.
Un mar cada vez más caliente
El mayor motivo de lo que vemos con Beryl es la temperatura de las aguas del océano Atlántico, que lleva más de un año a niveles récord.
"Cuando nos levantamos por la mañana, tomamos una taza de café con cafeína para ponernos en marcha", compara Andra Garner.
"Las aguas cálidas de un huracán son un poco como la cafeína de nuestro café, permiten que la tormenta se ponga en marcha y coja fuerza", agrega la experta.
Las aguas del Atlántico Norte, así como las del Caribe y el Golfo de México, están actualmente entre 1°C y 3°C por encima de lo normal, según la NOAA. Las temperaturas de mayo ya se acercaban a las previstas para agosto.
Así pues, aunque Beryl "no tenga precedentes", "no puedo decir que sea inesperado desde un punto de vista científico", subraya la experta.
"Sabemos que cuando calentamos el planeta y los océanos, hacemos que este tipo de eventos sean más probables", dice, señalando a las emisiones humanas de gases de efecto invernadero.
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