La historia de Lucas, el niño belga que venció el cáncer y asombra a la ciencia
Lucas, un niño belga de 13 años, tenía un glioma en el tronco cerebral, uno de los tipos de cáncer de cerebro pediátrico más mortales del mundo. ¿Cómo se curó?
El pequeño Lucas Jemeljanova, en una fotografía junto a su padre y hermana en una navidad.
Tomada del FB de la familia
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Pese a todos los avances de la ciencia y los tratamientos contra el cáncer, hay un tumor infantil llamado glioma en el tronco cerebral que representa un auténtico reto para los médicos. Además, debido a sus mutaciones, tiene un muy mal pronóstico.
De manera general, la tasa de supervivencia a cinco años de un cáncer infantil 'común', como la leucemia linfoblástica aguda, es de 85%.
Pero esto no ocurre con el glioma de tronco encefálico, uno de los tipos de cáncer de cerebro pediátrico más mortales del mundo.
Aunque desde el pasado 15 de febrero, un niño de 13 años llamado Lucas Jemeljanova dio esperanzas a la comunidad científica.
El pequeño rompió todos estos pronósticos: tras diagnosticársele a los seis años esta enfermedad, prácticamente incurable, hoy se considera curado y su cerebro no presenta ningún signo del tumor.
¿Cómo lo logró? Esto se sabe de la curación de Lucas, considerada un 'milagro científico' y también un empujón para desarrollar un sofisticado tratamiento.
Un cáncer infantil sin tratamiento
El glioma de tronco encefálico es un cáncer que normalmente se trata con radioterapia, debido a que no existe operación ni medicamento totalmente eficaz.
La radioterapia permite en ciertos pacientes frenar el avance de la enfermedad, pero su efecto es temporal, y el pequeño paciente, por lo general, muere.
De hecho, la evolución es muy rápida y muchas veces el desenlace fatal llega entre nueve y 12 meses después de la detección del tumor.
Pero Lucas, "hizo pedazos todos los medidores de vida", explica encantado su médico, Jacques Grill.
El doctor dirige el programa sobre tumores cerebrales del departamento de oncología pediátrica del centro Gustave-Roussy, en el sur de París.
El pediatra todavía recuerda conmovido el momento en el que anunció hace siete años a los padres de Lucas que su hijo iba a morir.
La familia había viajado a Francia para tratarlo, y el niño fue uno de los primeros en someterse a un ensayo clínico con una terapia dirigida. De todos los pacientes, Lucas es el único que se curó.
Una decena de otros niños del ensayo clínico vieron cómo su esperanza de vida superaba las estadísticas y siguen con vida varios años después del diagnóstico. Pero, a diferencia de Lucas, su cáncer no ha desaparecido totalmente.
¿Por qué Lucas se curó?
Una de las principales razones de la curación 'mágica' de Lucas se debe, sin duda, a las "particularidades biológicas de su tumor", afirma el doctor Grill del centro médico de París.
"A lo largo de las IRM, vi el tumor desaparecer completamente", explica el doctor Grill, que no se atrevió, pese a estos excepcionales resultados, a dejar el tratamiento.
Hace un año y medio, el propio niño había dejado de tomar el medicamento.
"No conozco en el mundo ningún caso como el suyo", asegura el médico, cuyo equipo comenzó a investigar sobre este cáncer hace unos 15 años.
¿Qué particularidad tenía el tumor de Lucas? La masa contaminada con el cáncer en el cerebro de Lucas presentaba una mutación extremadamente rara.
"Pensamos que es esta mutación la que hizo que sus células tumorales fueran mucho más sensibles al medicamento", añade el pediatra.
Ahora, los investigadores utilizarán esta anomalía genética del tumor de Lucas, para analizar su biología y su reacción a los tratamientos.
"El caso de Lucas brinda una verdadera esperanza: vamos a intentar reproducir in vitro las alteraciones que identificamos en sus células".
Marie-Anne Debily, investigadora francesa.
Una vez reproducidas las alteraciones del ADN en otros pacientes, los científicos probarán el medicamento para conocer si es posible una disminución del tumor.
Si tienen éxito, el siguiente paso será "encontrar el medicamento que tenga el mismo efecto en las células tumorales que estas modificaciones celulares", detalla Debily.
Aunque la elaboración final de este milagroso tratamiento no será fácil y tardaría entre 10 a 15 años.
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