Alcalde asegura que 'pronto' habrá un plan para controlar la cochinilla en Guayaquil
La cochinilla aniquila los árboles de Guayaquil desde 2020, y la actual administración anuncia otro plan para controlar esta letal plaga.
Una especie nativa en un parque de Guayaquil sin hojas, el 20 de junio de 2023.
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Cerca de las 17:00, un manto blanco invade algunos parques en Guayaquil. Parece un diminuto mosquito que se posa sobre las cabezas de niños y adultos. En realidad es una de las plagas que atacan los árboles de la ciudad.
Se trata de las 'machos' de la plaga llamada cochinilla, que logra desnudar casi por completo a varias de las especies en Guayaquil.
Este insecto es una de las dos plagas más comunes en la ciudad, junto al pulgón, que se presenta en arbustos y plantas ornamentales en las viviendas.
La cochinilla es un parásito y succiona la savia del árbol, incluida la de los tallos más tiernos.
“Estas especies de insectos se encuentran de manera natural en los bosques y áreas verdes de la ciudad, el problema ocurre cuando las poblaciones se salen de control”, explica la docente investigadora de la Escuela Politécnica del Litoral (ESPOL), Lisbeth Espinoza.
Luego de año de aniquilar los árboles de Guayaquil, la actual administración municipal señaló que 'pronto' tendrán un plan para salvar las especies.
Así lo aseguró el 13 de julio, el alcalde de la ciudad, Aquiles Alvarez, en su cuenta de Twitter. "Estamos al tanto, es un gran y triste problema. Pronto anunciaremos un plan de acción integral", dijo.
Pero hasta ahora no se conoce en qué consistirá el plan y cuándo iniciará.
Expansión sin control
Según la investigadora Espinoza de la ESPOL, durante la pandemia de Covid-19 y el confinamiento en 2020, fue extremadamente difícil controlar el aumento del pulgón y la cochinilla.
Solo sobre esta última plaga hay datos oficiales del Municipio de Guayaquil, pero son cifras de 2022.
Según el estudio de la mesa técnica de Ambiente municipal, la cochinilla se había expandido en 261 barrios y en 1.000 parques de la ciudad.
Esta plaga, que cuenta con tres variedades, la Icerya purchasi, la Crypticerya multicicatrices y Orthezia sp, está presente en un total de 903 áreas verdes y parques, es decir, el 30% de la flora guayaquileña.
Sin un plan que resulte
En septiembre de 2021, la entonces alcaldesa socialcristiana Cynthia Viteri reconoció la calamidad que enfrentaban los árboles de Guayaquil, y declaró en emergencia las áreas verdes.
Con base a estas declaratorias, el Municipio emprendió estudios con la Academia, incluyendo la ESPOL, se hicieron mesas técnicas, y se cortaron las ramas afectadas por la cochinilla.
Durante más de un año se aplicaron bioles, hidrolavados y hasta se dispersaron mariquitas para que acaben naturalmente con la plaga, pero nada ha servido.
La cochinilla se sigue expandiendo como una mancha blanca en lo alto de los árboles y en los troncos. En algunas especies, consideradas 'añosas' por el Municipio, el tronco está tan destruido que se ha procedido a talar el árbol por completo.
La docente Espinoza reconoce que las plagas son difíciles de controlar, primero por la altura de los árboles, en especial en las especies nativas como los samancillos, Fernán Sánchez o guayacanes.
Pero también hay otro factor: "Al estar en áreas urbanas no se puede hacer aplicaciones indiscriminadas de insecticidas", añade la experta.
Para Espinoza, se pueden realizar todas las podas o cortes posibles en los árboles, pero su futuro es poco alentador.
En 2022, la ESPOL presentó al Municipio un proyecto para salvar las especies arbóreas, que incluía la creación de insectarios y las pruebas de otros productos para el control de la cochinilla.
"Luego de varias reuniones y ajustes, finalmente nunca se llevó a cabo", dice Espinoza.
Los daños incalculables
Si bien la cochinilla, el pulgón o las polillas son insectos propios de la naturaleza, en algunos casos ciertas acciones del hombre provocan su proliferación.
Según el Instituto de Agronomía de México, una de las causas para su multiplicación en espacios verdes públicos es la baja biodiversidad, y esto último ocurre por la tala de especies nativas.
Por otra parte, la docente Espinoza sostiene que el daño de las plagas dependerá de la variedad de la planta infectada y del tiempo.
En el caso de la cochinilla, la más prevalente en Guayaquil, los perjuicios se ven ahora en los nuevos brotes de árboles y hasta en arbustos.
Mientras que en los Samanes ya se observan manchas blancas en sus ramas.
Aunque por la altura de este árbol nativo de la ciudad, es difícil identificar si efectivamente "son cochinillas o daños por una especie de chicharrita que también está afectando las especies en los últimos años".
*Noticia publicada originalmente el 3 de julio y actualizada a las 11:54 del 14 de julio con el anuncio de la Alcaldía.
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