Un rescate con éxito: 11 aves de la especie Tangara vuelven a casa en Mindo
Los finales felices no solo están en las películas de Disney. En Quito, dos biólogos rescataron a 11 aves en el aeropuerto, víctimas del tráfico de especies, y las regresaron a su hogar en Mindo.
El biólogo Martín Bustamante y la 'zoo' cuidadora, Nathaly Parra, liberando a las aves de la especie Tangara en Mindo, 24 de mayo de 2024.
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Tímida, temerosa y algo aturdida, una de las 11 aves rescatadas en el aeropuerto de Quito sacaba su diminuta cabeza de plumas negras azuladas de un cartón de helados. Miraba de reojo a sus cuidadores y con cierta ligereza se paró en el filo de la caja y luego emprendió vuelo, de regreso a casa en Mindo.
Esta pequeña ave de la especie Tangara estuvo a punto de ‘viajar’ obligada en un avión, cuando un turista belga pretendía llevársela en una maleta de mano. Pero el hombre fue interceptado a tiempo y así la policía ambiental logró detener un caso más de tráfico de especies en Ecuador.
Cuando las aves fueron decomisadas hace dos semanas, el director del Zoo de Quito en Guayllabamba, Martín Bustamante, estaba descorazonado. “Esto es un puro ejemplo del cruel tráfico de especies”, dijo en su momento.
Pero el 24 de mayo pasado, el biólogo Bustamante sintió paz, porque pudo recuperar a las 11 aves y devolverlas a su hábitat natural con éxito. Tras ser liberadas, todas se mezclaron entre la espesa vegetación del bosque de la hacienda La Elenita, situada en una reserva protegida de Mindo.
En total, 22 aves fueron rescatadas en la terminal de la capital en mayo, pero solo la mitad sobrevivió.
“Sentí una especie de tranquilidad, del deber cumplido y un alivio, porque sabemos que 11 de las 22 aves rescatadas murieron en el camino, pero con ellas (las liberadas) sí se pudo”, cuenta Bustamante con cierto orgullo.
Bustamante lidera un proyecto de rescate de animales silvestres en el Zoo de Quito en Guayllabamba, ubicado en el noroccidente de Quito. Y en este trabajo específico de liberación de las aves tuvo la colaboración de la ‘zoo’ cuidadora, Nathaly Parra.
“Fue todo un proceso emocional devolverlas al ambiente, porque ella (Parra) es una ‘pajarera’, y conoce a esta especie de cerca porque las ha visto en libertad en la naturaleza”, agrega Bustamante.
Vuelan alto
Tanto Bustamante como Parra se quedaron por unas horas observando a las aves rescatadas en la reserva. Algunas subían a los troncos, saltaban de una rama a otra, para luego volar alto y perderse entre la vegetación.
A otras les tomó más tiempo salir de su caja de cartón. Luego de seis días de estar en cautiverio, mientras se recuperaban en el zoológico, tenían que acostumbrarse a un lugar ‘nuevo’ y en libertad.
Detrás de este rescate con éxito de las especies de Tangara, hay un proyecto de conservación que funciona precisamente en Mindo, a cargo del Zoo de Quito en Guayllabamba y en colaboración con un zoológico de Alemania.
Ambos zoológicos colaboran desde 2019, y en enero de 2024 empezaron un proceso de reintroducción de especies en la hacienda de Mindo, ubicada a más de una hora de Quito.
Aquí, en esta hacienda, que antes era zona de potreros y pastizales, las instituciones han logrado completar el verdadero ciclo de conservación, “que en el caso de los animales es devolverlos a su ambiente natural”, explica Bustamante.
También en esta reserva privada, con una extensión de 1.400 hectáreas, los investigadores están sembrando vegetación nativa, para recuperar el bosque y hacer tareas de ‘secuestro de carbono’.
“Tenemos fines de reforestación y climáticos, porque al capturar carbono se protege el clima”, expresa el biólogo Bustamante.
Para los investigadores, lo ocurrido con las 11 aves decomisadas debe representar un ‘llamado de alerta’ hacia las autoridades, puesto que estas especies, al igual que otras, fueron retiradas de zonas como Mindo, donde se practica aviturismo.
Si bien esta actividad ha sido forjada como un alternativa turística y ambiental para Ecuador, Bustamante no descarta que se esté realizando sin los controles necesarios, y que personas con conocimientos técnicos están sacando los animales de la naturaleza.
“Es triste porque sabemos que volverá a pasar”, dice Bustamante. El extranjero retenido en el aeropuerto finalmente salió de Ecuador y nunca fue vinculado a un proceso por tráfico de especies y mucho menos obtuvo una sanción.
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