Autos eléctricos, entre escasez de litio y apagones de energía
La coyuntura energética en Europa, debido a la guerra en Ucrania, y la alta demanda de litio complican las carreteras para los autos eléctricos.
Una estación para cargar autos eléctricos domésticos en California, el 7 de marzo de 2022.
Reuters
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Europa quiere abandonar el vehículo de gasolina, al menos para cumplir hasta 2030 la meta de emisiones cero, pero no hay litio para tantos autos eléctricos.
Esa es la conclusión de un reporte de la Agencia Internacional de la Energía (AIE), que en agosto vaticinó una escasez de litio o también conocido como oro blanco en 2025.
Según la AIE, el mundo necesita 2.000 millones de vehículos eléctricos para cumplir las cero emisiones de gases de efecto invernadero. Esta es una meta propuesta por las naciones más poderosas con miras a combatir el cambio climático.
El año pasado se vendieron 6,6 millones de autos eléctricos, y algunos fabricantes agotaron todas sus unidades.
Por ello, la AIE lanza la pregunta: ¿Hay suficiente litio para fabricar todas las baterías?
Y es que un automóvil eléctrico no rueda por las calles sin su batería de litio, un mineral que no se encuentra en estado natural en la Tierra.
“Para extraerlo se necesitan varios procesos químicos. Es como armar una enorme piscina de agua hirviendo en la Tierra”, dice el experto en movilidad eléctrica, Irvin Cedeño.
Cedeño explica que las baterías de los autos eléctricos incluyen otros minerales como el cobalto o el manganeso. Aunque reconoce que el litio es la pieza clave que enciende las baterías.
El informe de la AIE indica que el suministro de litio enfrenta no solo el aumento de la demanda de los automóviles eléctricos, sino también que el mineral está en pocos lugares y más de la mitad de la producción se hace en zonas ambientalmente conflictivas.
Cuánto litio se necesita
El litio es una mineral plateado y ferroso, y los mayores depósitos está en Estados Unidos, China, Chile y recientemente Bolivia, dice Cedeño.
“Bolivia está trabajando en una legislación para ser no solo productor de litio sino de las baterías”, señala Cedeño.
Datos del Servicio Geológico de Estados Unidos estiman que las reservas mundiales de litio son 22 millones de toneladas. Y la producción mundial de litio en 2021 fue de 100.000 toneladas.
Mientras que un paquete de baterías de iones de litio para un auto eléctrico contiene en promedio ocho kilogramos de litio.
Con una demanda ‘normal’ de litio, la AIE indica que las reservas mundiales del mineral sí alcanzan para producir los 2.000 millones de vehículos eléctricos.
Pero la agencia advierte que el litio no solo se destina a las baterías, también es requerido por otras industrias.
El mineral es codiciado para fabricar computadoras, teléfonos móviles, y hasta aviones, trenes y bicicletas.
Por ello, la AIE sostiene que la escasez de baterías de litio llegaría en tan solo tres años.
Baterías de sodio o recicladas
El experto ecuatoriano Irvin Cedeño no cree que estos pronósticos son para alarmarse, pues dice que la industria automotriz eléctrica se está preparando.
“La industria ya está al frente para desarrollar nuevas baterías a partir de sodio o de residuos de reactores nucleares”, expresa Cedeño.
Agrega que incluso los fabricantes están buscando reemplazar los otros elementos presentes en las baterías, como el cobalto. Este último se extrae de las minas africanas y su proceso se considera conflictivo.
Cedeño también rescata que las baterías de litio se pueden reciclar y esto podría cubrir la demanda a futuro.
El Foro Económico Mundial hace una previsión similar, indicando que hasta el 54% de las baterías de autos eléctricos se reciclarán en 2030.
Sin energía para cargar los autos
Hace poco Volkswagen, el segundo fabricante de automóviles eléctricos, anunció que agotó sus unidades en Estados Unidos y Europa aún cuando faltan tres meses para acabar 2022.
Y la furgoneta E-Transit de Ford se agotó antes de que comenzara su producción.
En medio de esta alta demanda de autos eléctricos, surge otro reto para los fabricantes, especialmente en Europa.
Se acerca el invierno europeo y las amenazas de apagones son una realidad, debido a la falta de gas y crudo proveniente de Rusia.
A raíz de la invasión rusa a Ucrania y las sanciones a Moscú, el presidente Vladimir Putin cortó el suministro de gas sumiendo a Europa a una crisis energética.
Los apagones no son el único problema para los europeos, pues los precios de energía también se han elevado.
Los analistas indican que los precios de la electricidad en Francia y Alemania son equivalentes a un precio del petróleo de USD 1.000 por barril.
“Europa ha reaccionado tarde en crear nuevas formas de generación de energía”, reconoce Cedeño, lo que demuestra su dependencia del gas ruso.
Para suplir en parte la demanda energética, Alemania, según explica Cedeño, reabrirá varias generadoras de carbón.
Pero mientras la guerra en Ucrania siga y Alemania no tenga capacidad alternativa para generar gas, la crisis persistirá.
Y continuará en lugares por fuera de Europa, como California que ya registra racionamientos de energía controlados.
El pasado 6 de septiembre de 2020, el propio alcalde de Los Ángeles, Eric Garcetti, escribió en su cuenta de Twitter: “Es hora de apagar los electrodomésticos principales. Necesitamos que todos ayuden a conservar energía”.
Si el aumento de precios y los apagones persisten, muchos dueños de autos eléctricos entrarán en el dilema: conectar la calefacción o el vehículo.
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