Apagones, sequías y cambio climático: ¿Cuál es la conexión?
Mientras las temperaturas continúan escalando en todo el mundo, las sequías se volverán parte del vocabulario, provocando complicaciones en el suministro de energía eléctrica y la alimentación.
Un pescador en Brasil trata de mover su bote en un río casi seco, en la zona de Manaquiri, Amazonas, el 21 de octubre de 2023.
EFE
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América Latina es una de las regiones del mundo más vulnerables al cambio climático y sus consecuencias: inundaciones, temperaturas sofocantes, incendios históricos y sequías. Y esta última ha puesto de cabeza a Ecuador, que enfrenta apagones de hasta cuatro horas, según el gobierno, por 'culpa del estiaje'.
"Estamos atravesando la peor sequía de los últimos 50 años, especialmente la región oriental", aseguró el ministro de Energía, Fernando Santos, cuando anunció los racionamientos de luz.
Según afirmó el gobierno, la falta de lluvias ha bajado el caudal en los afluentes que alimentan a las hidroeléctricas, la principal fuente de energía eléctrica en el país.
Y Santos tiene algo de razón: la Amazonía en general está viviendo una sequía sin precedentes, y en Brasil, hasta los afluentes del río Amazonas, se están secando.
Pero, ¿por qué hay sequías? Y ¿cuál es su relación con el cambio climático?
Técnicamente, las sequías son un periodo de falta de lluvias y han existido por siglos, el problema surge cuando un factor externo agrava la provisión de agua natural.
Y en el siglo XXI, señala un artículo científico de la Universidad de Yale, "el cambio climático, y el aumento de temperaturas, debido a la generación de gases de efecto invernadero, están contribuyendo a las sequías".
Altas temperaturas producen menos agua
Pese a la multiplicación y la intensificación de eventos climáticos extremos, las emisiones de gas de efecto invernadero siguen aumentando, mientras las subvenciones a los combustibles fósiles alcanzan los USD 7 billones anualmente.
Pero el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, es optimista y cree que el mundo todavía puede limitar el aumento de la temperatura global a 1,5 grados centígrados.
Y si no lo hace, dice Guterres, el planeta se dirige hacia un aumento de la temperatura de 2,8 ºC, y, por lo tanto, más sequías, inseguridad alimentaria y apagones.
El informe científico de Yale explica por qué las altas temperaturas, asociadas al cambio climático, incrementan los riesgos de sequía:
- En primer lugar, el agua que cae se evapora más rápidamente en zonas con altas temperaturas, dejando un terreno seco. Y en estas condiciones hasta el agua subterránea, que alimenta plantas y cultivos, se evapora.
- Las olas de calor excesivas también provocan que haya menos cantidad de nieve en el Hemisferio Norte, disminuyendo la época de invierno y alterando el tiempo.
- Otra forma es que una atmósfera caliente desvía los ciclones que atraen lluvia hacia los polos, y que en algunas zonas representan el 50% de la provisión de agua.
Relación, pero no causa
En este 2023, los científicos han encontrado la correlación entre la sequía y el cambio climático, dice el reporte de Yale, especialmente en Estados Unidos, donde las altas y prolongadas temperaturas han dejado sin agua la parte oeste del país.
Pero, por ahora, agrega el informe, es "complicado atribuir el origen de las sequías enteramente al cambio climático".
De lo que sí están seguros, es que por cada medio grado centígrado de aumento en la atmósfera, la intensidad y ocurrencia de sequías crecen en algunas regiones, "llevando a una situación de vulnerabilidad al ecosistema, los sistemas agrícolas y las personas".
Otra predicción en la que los científicos coinciden es que las sequías se volverán más intensas a partir de 2050.
"La posibilidad de las megasequías, o periodos sin lluvias que duren más de 10 años, se incrementará hasta un 60%", advierten los investigadores, tomando como referencia los estudios de los satélites de la NASA.
¿Qué hacer? La única alternativa, reconocen los científicos, es tomar medidas urgentes de resiliencia como:
- Repoblar los espacios con árboles nativos: hay que reemplazar la vegetación 'ornamental' con especies nativas de una zona, que reducen la necesidad de agua hasta en un 70% y sobreviven a los cambios bruscos de temperatura.
- Infraestructura verde: en los edificios y viviendas se recomienda instalar terrazas verdes, que lentamente absorben el agua lluvia, y dan paso a nuevas plantas.
- Mejorar la eficiencia energética: en los países donde las hidroeléctricas, que requieren de agua para funcionar, representan la mayor fuente de energía, se aconseja reemplazarlas por otras soluciones de energía renovable, como la eólica o solar.
- Tenga a mano agua para consumo personal: la propia OMS recomienda que cada hogar almacene, en tiempos de sequía, al menos un galón de agua por persona a diario (la mitad de agua para tomar y la otra para aseo personal).
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