Altman, Musk y Bankman-Fried: los genios 'tech' más polémicos de 2023

Sam Altman, la cara visible de OpenAI, que lanzó la plataforma de inteligencia artificial (IA) generativa ChatGPT, se convirtió en un abrir y cerrar de ojos en una figura de primer orden en Silicon Valley. Junto con el CEO de Tesla, el polémico Elon Musk, fundó OpenAI, como una sociedad sin fines de lucro y a finales de noviembre de 2022 lanzó el ChatGPT, el producto de IA más famoso y usado de 2023.  Pero casi al finalizar el año, fue víctima de un 'golpe de estado' al interior de la empresa que ayudó a crear. Uno de sus ingenieros e investigadores conspiró contra él, y el buró de directores lo despidió de forma sorpresiva, alegando que ya no confiaban en él para que tome decisiones en la empresa. El sorpresivo derrocamiento de Altman recordó a algunos en Silicon Valley al despido en 1985 de Steve Jobs por parte de Apple. Aunque Altman solo duró pocas horas sin empleo, porque Microsoft, que ha entregado millones de dólares a OpenAI, lo contrató para que lidere sus proyectos de inteligencia artificial. Pero antes que esto suceda, OpenAI lo reintegró en su cargo de CEO y Altman prometió trabajar de la mano con Microsoft para sacar adelante otros proyectos. Nacido en 1985, Altman creció en un suburbio de San Luis, donde tuvo su primer ordenador a los ocho años y como varios de los 'geeks' abandonó los estudios para convertirse en un gurú de las 'startups'. Tras vender su app Loopt, que permitía a los usuarios de teléfonos inteligentes compartir su localización, se dedicó a investigar sobre biología sintética, inversiones e inteligencia artificial. Estos conocimientos le sirvieron porque a sus 38 años, Altman es definido como el pionero de la IA, una tecnología que ha marcado toda una revolución en este año que termina. Ya lo dijo este joven en su blog en 2021: "El progreso tecnológico que hagamos en los próximos 100 años será mucho mayor que todo lo que hemos hecho desde que controlamos el fuego e inventamos la rueda".

Elon Musk siempre será noticia. Emprendedor, CEO de Telsa y de SpaceX, propietario de X (antes Twitter), y nuevamente la persona más rica del mundo, según el ranking de Forbes. Parece que todo lo que toca Musk es no solo exitoso, sino también polémico. Tesla, cuyos ingresos superan los USD 81.000 millones, es de largo la empresa más exitosa y de alto perfil de Musk. Siendo un ferviente creyente de la tecnología, Musk ha impulsado los autos eléctricos y autónomos. Aunque hace poco tuvo que llamar a 'recall' o de regreso a la fábrica a unos dos millones vehículos, para arreglar un sistema de piloto automático. Musk también es dueño de SpaceX, empresa que, según ha dicho, "ayudará a la humanidad a convertirse en una especie multiplanetaria". Uno de los éxitos de la empresa ocurrió en 2021 cuando puso en órbita a una tripulación que no contaba con un astronauta profesional a bordo. Y en 2023, el poderoso cohete Starship, aunque falló varias pruebas, dio luces de su potencia. La nave será la encargada de impulsar la misión Artemis de la NASA, que llevará al hombre a la Luna luego de 50 años. Pero es la red social X, el centro de los escándalos de Musk. Comprada por el magnate en 2022 por USD 44.000 millones, lo primero que hizo fue cambiarle el nombre, y hasta el logotipo. Pasó del conocido pájaro azul a una X gigante. Luego llegaron los cambios de algoritmos, las fallas en los servidores, y hasta la eliminación de enlaces directos a los medios de comunicación. También hubo más masivos despidos y renuncias en X, y los empleados se han quejado secretamente de la política de trabajo de Musk, quien ha confesado que duerme muy poco. Entre los despedidos de 2023 están los moderadores de contenidos, lo que ha dado pie a una proliferación de 'fake news' y consecuente desprestigio en la plataforma. En medio de tantos negocios, Musk se dio hasta tiempo para retar a una pelea a Mark Zuckerberg, el dueño de Meta y creador de Facebook. La pelea de artes marciales nunca se concretó pero mantuvo en vilo a sus seguidores por meses. Y hasta anunció una demanda contra Meta, luego de que Zuckerberg lanzó la nueva red social Threads, muy parecida al extinto Twitter y que trató de competir con X, pero no lo ha logrado, hasta ahora. Acostumbrado a estar a la vanguardia de la tecnología, Musk ya se embarca en las naves de la inteligencia artificial, y presentó un adelanto de su propio chatbot llamado Grok. Aunque lo hace con cautela, porque como ha mencionado: "la IA generativa supone riesgos para la civilización. Es importante que contemos con un árbitro".

De 31 años, Bankman-Fried fue hasta finales de 2022 el chico maravilla de la industria de las criptomonedas con una fortuna estimada de USD 26.000 millones, según la revista Fortune. Pero en noviembre de 2023, el imperio 'crypto' que había construido Bankman-Fried se derrumbó. Fue hallado culpable de fraude, malversación y asociación delictiva, por un jurado de Nueva York, y ahora enfrenta hasta una condena de 110 años de prisión en Estados Unidos. El proceso federal en Estados Unidos duró más de un mes y fue una dura prueba para el joven, puesto que algunos de sus más cercanos asociados, incluyendo su exnovia, testificaron contra él. Todos dijeron que solo él fue el artífice de las decisiones que llevaron a que unos USD 8.000 millones se esfumaran de la plataforma de criptomonedas de FTX, lo cual la llevó a la quiebra.  La novia de Bankman-Fried y excolaborara de FTX, Caroline Ellison, dijo al jurado que robaron "cerca de USD 14.000 millones" de los clientes de la plataforma de criptomonedas de FTX antes de ir a la quiebra el año pasado. El dinero fue utilizado para apuntalar a Alameda Research, el fondo de cobertura personal de Bankman-Fried para el que había escogido a como directora ejecutiva a Ellison. En noviembre de 2022 implotó el imperio FTX de las criptomonedas con solicitudes masivas de retiros de los usuarios que entraron en pánico al saber que algunos fondos de FTX habían sido comprometidos en riesgosas inversiones de Alameda Research. Dicho dinero había sido usado para financiar tratos de inversiones de riesgo, contribuciones políticas, así como costosas propiedades en Bahamas. También fueron para pagar decenas de millones de dólares a celebridades, incluido Tom Brady y Gisele Bundchen, para mostrar su apoyo a FTX y para comprar los derechos de denominación del estadio de los Miami Heat. Por ello, en sus argumentos de cierre, los fiscales retrataron al acusado como un hombre extremadamente inteligente, pero consumido por la avaricia y que sabía lo que estaba haciendo cuando los fondos de FTX. "Fue ambicioso" y tuvo "la arrogancia de pensar que podía salir impune de un fraude", señaló la fiscal estadounidense Danielle Sassoon.