Se cumple un año del trágico desenlace de Titán y hay nuevas aventuras con otros submarinos
Doce meses después, Canadá y Estados Unidos siguen investigando la implosión del submarino Titán, que buscaba llegar a ver los retos del Titanic.
Imagen referencial del submarino 'Titán', perdido en el Atlántico, cerca del mítico Titanic, el 20 de junio de 2023.
OceanGate Expeditions / AFP
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El martes 18 de junio de 2024 cumple un año que el sumergible Titán implosionó en su ruta hacia el Titanic causando la muerte a cinco personas.
Aunque siguen sin resolverse cuestiones básicas sobre lo sucedido ya están en marcha nuevos intentos comerciales para repetir el arriesgado descenso con turistas.
El lunes 17 de junio, un día antes del primer aniversario del accidente, el Consejo de Seguridad del Transporte de Canadá (TSB en inglés) publicó una actualización de la investigación que constató que operó desde 2021 sin "estar registrado o certificado en Canadá o ningún otro país".
A raíz de las pesquisas en marcha, TSB advirtió que ha identificado "otros sumergibles operando en las aguas canadienses y en la zona económica exclusiva del país, tanto antes como después de junio de 2023", que no están registrados con ningún país.
Por ello, a principios de este año la agencia federal avisó al Ministerio de Transportes de Canadá "del riesgo que suponen los sumergibles que operan en las aguas canadienses".
El riesgo de los sumergibles se mantiene
El peligro de los sumergibles no certificados quedó evidente el 18 de junio de 2023 con la tragedia del Titán, el único batiscafo del mundo hecho con fibra de carbono y que en teoría era capaz de sumergirse a 4.000 metros de profundidad.
Ese día, el sumergible inició una inmersión hacia el Titanic con cinco personas a bordo:
- El millonario empresario paquistaní Shahzada Dawood con su hijo Suleman
- El explorador británico Hamish Harding
- El explorador francés Paul-Henri Nargeolet
- El consejero delegado de la firma OceanGate, Stockton Rush
Doce meses después, Canadá y Estados Unidos siguen investigando. Canadá porque aunque el Titán era una embarcación estadounidense operando en aguas internacionales, el sumergible partió de territorio canadiense.
Los nuevos aventureros
El Servicio de Guardacostas de EE.UU. advirtió este lunes en un comunicado que la investigación "sigue activa pero llevará más tiempo de lo esperado inicialmente".
La teoría dominante es que el casco de fibra de carbono del Titán había sufrido microfracturas en inmersiones previas que debilitaron la estructura hasta que cedió por las enormes presiones de la inmersión hacia el Titanic.
Los riesgos a los que alude Canadá aumentarán dentro de poco si el Larry Connor, un empresario del sector inmobiliario de Ohio (EE.UU.), prosigue con sus planes para descender 3.800 metros hasta el lugar donde se encuentran los restos del Titanic.
Para esta aventura, que se podría producir en 2026, Connor se ha asociado con Patrick Lahey, cuya empresa Triton Submarines está especializada en la construcción de batiscafos para grandes profundidades.
Tanto Connor como Lahey han querido subrayar en declaraciones a la prensa que su proyecto no es comparable al de OceanGate y Titán, un sumergible que, tras el accidente, fue considerado como un vehículo construido por aficionados con numerosos errores de diseño.
Según Triton Submarines, el Triton 4000/2 Abyssal Explorer, cuyo casco es básicamente una burbuja acrílica con capacidad para dos personas y que tiene un precio estimado de USD 20 millones, estará certificado para sumergirse hasta unos 4.000 metros.
"Quiero mostrar al mundo que aunque el océano es muy poderoso, puede ser maravilloso y se puede disfrutar, además de transformar tu vida, si se hace de la forma apropiada", declaró en Connor al periódico The Wall Street Journal en mayo de 2024.
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