Roger Waters brinda en Ecuador un concierto con tintes políticos
El cantante, bajista y compositor británico Roger Waters terminó su gira 2023 con un concierto en el estadio Olímpico Atahualpa. El capitalismo y la violencia fueron criticados.
Mensaje de resistencia al fascismo en el concierto de Roger Waters en Quito.
Jonathan Machado / PRIMICIAS
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Lo que hace 20 o 30 años era impensable, este 9 de diciembre de 2023 se convirtió en realidad. Roger Waters, el músico inglés que cofundó el legendario grupo musical Pink Floyd, brindó un concierto en Ecuador, específicamente en el estadio Olímpico Atahualpa de Quito.
El concierto arrancó a las 21:2O, cuando Roger Waters, vestido totalmente de blanco para emular a un médico, apareció en el escenario. La canción que abrió el concierto fue 'Comfortably Numb', uno de los temas más emblemáticos del álbum 'The Wall', que encendió la fría noche quiteña.
Fue un anticipo de la parafernalia de luces, pantallas gigantes y enormes letreros desplegados a lo largo del set de canciones preparado para lo que, se estima, es su última gira por América Latina.
Antes del inicio de la función, en las pantallas gigantes se emitió el primer mensaje político y controversial del músico: "Si eres de los que dicen: 'Me encanta Pink Floyd, pero no soporto la política de Roger', harías bien en irte a la mierda e ir al bar en este momento”.
También reconoció lo difícil de cantar en los casi 2.800 metros de altura de Quito.
La icónica 'Another Brick in the Wall (Part 2)' fue la siguiente canción con la que Waters siguió su presentación, en un escenario de 70 metros de largo y cuatro pantallas de 10 metros de largo por 10 de ancho.
El concierto prosiguió con críticas al sistema capitalista, sobre todo a los expresidentes estadounidenses George Bush, Ronald Reagan y Barack Obama.
En el habitual descanso que se toma Waters en sus conciertos, se proyectaron imágenes y mensajes en defensa de las comunidades indígenas perjudicadas por los derrames de petróleo en la Amazonia. El principal apuntado: Chevron.
"Contaminante la tierra de esta gente". "Te demandaron y perdiste" y "Tienes que pagarle a la gente ahora" fueron algunos de los mensajes que se mostraron y que fueron aplaudidos por los asistentes.
Por supuesto, como ha sido la tónica en la carrera de Roger Waters, también hubo un alegato en defensa de los palestinos, actualmente en guerra con Israel.
Tras el interludio, el concierto continuó con éxitos como 'Run Like Hell, 'Money' y también 'Two Suns in the Sunset', la canción que cierra 'The Final Cut', el último álbum que Roger Waters grabó con Pink Floyd en 1983, para luego emprender su carrera en solitario.
La visita de Waters terminó con 'The Bar', con lo que cerró un concierto que repasó 50 años de música y ofreció una fuerte crítica al capitalismo, a la sociedad y a la guerra.
Una larga espera
Desde las primeras horas del día, decenas de fanáticos llegaron hasta las afueras del lugar en el que se realizará el espectáculo para ser los primeros en ingresar.
Como pocas veces, entre los asistentes están tres generaciones juntas que disfrutarán más de 50 años de historia musical en algo de más de dos horas.
Las puertas del estadio se abrieron a las 18:00. El público comenzó a ingresar bajo un control de seguridad que impidió a la gente entrar con paraguas, correas, armas, alimentos y bebidas.
En los preliminares, el alcalde de Quito, Pabel Muñoz, informó que conversó con Roger Waters antes de la función y que intercambiaron criterios sobre la paz en el mundo.
Muñoz hizo un llamado a los asistentes a disfrutar del concierto, al que calificó como el "más grande e importante" que ha habido en Quito.
El concierto en Ecuador termina la gira 'This is Not a Drill' de 2023, que Roger Waters comenzó en Pensilvania, en 2022.
Según el propio Waters, esta podría ser la última vez que visite América Latina.
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