La vida de Kate Middleton en la realeza británica, desde los 19 años a sus actuales 42
Kate Middleton, princesa de Gales, es uno de los personajes más queridos de la monarquía de Reino Unido. Aquí su historia.
Kate Middleton, princesa de Gales, tiene ahora 42 años, pero su historia con la monarquía británica comenzó a los 19.
AFP
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Su historia con la realeza británica comenzó cuando apenas tenía 19 años, al conocer y enamorarse del príncipe William, heredero al trono, en la universidad.
Kate Middleton, ahora de 42 años, casada y con tres hijos, es una de las figuras más populares y queridas de la monarquía en Reino Unido.
Envuelta en rumores sobre su estado de salud, después de someterse a una cirugía abdominal en enero y no ser vista en público, la princesa apareció este viernes en un video difundido en sus redes sociales para dar una mala noticia: tiene cáncer.
Intentando esbozar la carismática sonrisa que tanto gusta a sus seguidores, la esposa del príncipe William aclaró que su enfermedad (sin especificar el tipo de cáncer que padece) se encuentra en etapa inicial y que se someterá a quimioterapia preventiva.
Este evento marca un quiebre en su vida pública, que aquí reseñamos.
El 'cuento de hadas'
Kate Middleton llamó a la puerta de la casa real con 19 años, en septiembre de 2001. Había comenzado a cursar historia del arte en la prestigiosa universidad escocesa de Saint Andrews, donde también estudiaba William, al que conoció en un banco del campus.
Se inició una amistad entre ambos que acabaría convirtiéndose en idilio.
En sus años universitarios, la pareja comenzó compartiendo apartamento con otros tres estudiantes. Pero los viajes que empezaron a hacer juntos delataron no obstante el inicio de su romance, con la prensa siempre detrás.
Kate comenzó a realizar visitas al Palacio de Buckingham, residencia oficial de la familia real, mientras William acudía también con regularidad a la propiedad de sus futuros suegros en Buckleberry.
No había sin embargo ningún paso decisivo para consolidar la relación por parte del príncipe, por lo que la prensa sensacionalista británica comenzó a llamar a Kate "Waity Katty", en un juego de palabras con el término inglés "wait" ("esperar").
En esa situación, la pareja puso un paréntesis a su relación en 2007. Pero volvieron a estar juntos en 2008.
Fue en octubre de 2010 que William le pidió en matrimonio, durante un paseo por una reserva natural en Kenia.
La boda y adaptación a la monarquía
La boda entre la plebeya Kate Middleton y el príncipe William fue en el año 2011, en la Abadía de Westminster, en una ceremonia seguida por decenas de millones de telespectadores en el mundo.
Kate se adaptó rápidamente a las limitaciones de la realeza, al contrario que su difunta suegra, la princesa Diana, o que su cuñada, la exactriz estadounidense Meghan Markle.
Y siempre ha mantenido un perfil bajo, sin responder nunca a los rumores sobre supuestos adulterios de su marido, su figura extremadamente delgada o su presunta relación distante con Meghan.
En un país donde todas las figuras femeninas de la realeza son comparadas a Diana, Kate siempre ha sido "una verdadera "princesa del pueblo", afirma el periodista Robert Jobson, escritor de un libro publicado en 2010 sobre William y Kate.
La "princesa moderna"
La pareja eligió como lugar de residencia el Palacio de Kensington, en Londres, antes de mudarse en los últimos años a una casa cerca del Castillo de Windsor. Tienen tres hijos: Jorge, Carlota y Luis.
Kate Middleton, al contrario que Sarah Ferguson, que fue esposa del príncipe Andrés, tío de Guillermo, o Meghan Markle, mujer de su cuñado Harry, se ganó el cariño de los británicos desde el principio.
La princesa de Gales, con el cariño y aprobación de sus compatriotas, emula de alguna forma a Diana, la suegra a la que no llegó a conocer y que falleció en un accidente de tráfico en 1997 en París.
La popularidad de la princesa, de silueta delgada y aspecto deportivo, entre sus conciudadanos fue creciendo a pasos agigantados con su eterna sonrisa y sus compromisos en causas como la salud mental o la infancia.
Con una imagen de princesa moderna, Kate es "más que nadie en la familia real" el "prototipo de la mujer del siglo XXI", dice a la AFP Pauline MacLaran, profesora de la universidad Royal Holloway.
Proviene de una familia de clase media que logró triunfar en el mundo de los negocios.
Su madre, que era azafata, y su padre, controlador aéreo, hicieron fortuna como emprendedores con una empresa llamada Party Pieces, especializada en venta por correspondencia de artículos para fiestas infantiles.
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