Pablo Rodríguez: el hombre que no dejó morir al rock en Ecuador
La muerte del periodista y gestor, el pasado 20 de marzo de 2021, no solo deja tristeza en el mundo cultural. También hay una trayectoria y proyectos como huellas de la importancia de Pablo Rodríguez para el país y su música.
Ilustración de Cazurro, en homenaje a Pablo Rodríguez, que falleció por complicaciones derivadas por coronavirus.
Cortesía Cazurro
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Es difícil hablar de alguien en pasado. Sobre todo cuando ha pasado poco tiempo. O cuando todo sucede muy rápido. O porque, fuera del entorno familiar, la noticia llega como golpe. Porque hace solo una semana, la familia de Pablo Rodríguez pedía ayuda en redes para solventar los gastos de su internación.
El pedido sigue porque hay que saldar las deudas. Pero hay algo más, algo doloroso.
Desde este sábado 20 de marzo, Rodríguez dejó de ser el gran periodista, investigador y gestor cultural detrás del género musical de sus amores: el rock. Dejó de ser alguien que padecía de Covid-19. Se convirtió en otra víctima mortal de esta enfermedad en este país.
Y eso rompió a muchas personas dentro del ambiente cultural.
Porque a Pablo le decían 'Pablito'. Y el diminutivo en este terreno es señal de afecto. Era generoso, apoyaba en todo y trataba de dar espacio a proyectos musicales y artistas del rock nacional y local -sobre todo del sur de Quito- en cualquiera de sus proyectos.
Pablo, dicen, era solidario.
Rodríguez estuvo internado desde inicios de marzo en el Hospital Eugenio Espejo, y tal como lo explica Luis Fernando Fonseca, esa "fue la única razón por la que hizo una pausa en su incansable labor".
Su cuadro se vio complicado por problemas renales y diabetes.
El periodista y gestor a la carga
Pablo Rodríguez nació en 1977. En su oficio destacó como experto en rock y, específicamente, en metal. Desde hace 22 años estuvo involucrado en una serie de programas radiales y espacios en medios impresos. Creó revistas, se encargó de secciones enfocadas en ese género de sus amores en periódicos como Últimas Noticias y El Telégrafo.
Condujo varios espacios en radios. Y se encargó del segmento del rock en el programa Hoy Music (de TV Hoy), desde 2007 a 2011.
Fue además el autor de dos libros, que se cruzan con su otra cara: la de gestor cultural.
En 2014 apareció Concha Acústica, cuatro décadas de historia, en el que hizo un recuento de los clásicos festivales que se celebran los 31 de diciembre en la Villaflora, al sur de Quito. En 2019 apareció Charlas de Rock Vol. 1, en el que compartió conversaciones con figuras de la escena musical rockera.
El ejercicio era de amor, de amor por la música, por la gente detrás de ella, por mantener la memoria de estos sonidos.
Como exdirectora de Política Pública del Ministerio de Cultura, Daniela Fuentes pudo experimentar, en primera persona, la conciencia, bondad y claridad de Rodríguez para entender cómo gestionar proyectos. Colaboraron para la realización del concierto en la Concha Acústica durante dos años y para la aparición del proyecto multidisciplinario Antología del Rock Ecuatoriano, esto en 2014.
Fuentes conoció la frustración de Pablo Rodríguez cuando algunas cosas no avanzaban con la rapidez necesaria. Pero también descubrió la empatía, la humildad y un tipo de amor en el trabajo que él hacía, que superaba a la pasión que sentía por el rock.
Ella lo cuenta mejor con sus palabras:
En temas de gestión no hay cómo no hablar sobre Pablo Rodríguez sin mencionar a Diego Brito, otro de los artífices de los conciertos en la Concha Acústica -y de otros proyectos que ambos hicieron, como la Semana del Rock de la Casa de la Cultura-.
Brito falleció en abril de 2020, con síntomas de coronavirus. Rodríguez presentó en enero de 2021 un documental sobre su amigo y el último concierto que organizaron en la Concha Acústica. Se llamaba Jornada Final.
Rodríguez era muy claro de dónde había salido este trabajo de cariño. Que también era una forma de recuperar la emoción de gestionar conciertos.
Jornada Final fue significativo para él, como lo contó a PRIMICIAS hace casi tres meses:
Los proyectos que quedan y la bronca que salta
No estaba quieto. El documental que realizó sobre su amigo fue la primera actividad de la Fundación Cultural Diego Brito, que él ayudó a formar. Tenían planeado armar un festival a mediados de año.
Pero siempre hay algo que va a quedar a medias.
"Hay que seguir camellando", dice Sebastián Cadena, ilustrador más conocido como 'Cazurro', al hablar sobre el mejor homenaje a Pablo Rodríguez. "Él siempre estaba haciendo algo", sentencia.
Conocían el trabajo de ambos y, a través de Facebook, se pusieron en contacto. Cazurro cuenta cómo el gusto por la música los acercó, sobre todo, porque la carrera del ilustrador se ha movido por graficar el trabajo de artistas y bandas nacionales y él buscaba saber más del género que Rodríguez conocía al revés y al derecho.
"Pablito no se guardaba nada. Siempre estaba dispuesto a ayudarte y a darte todos los contactos e información que necesitabas".
'Cazurro'
La última vez que le escribió fue para pedirle consejo sobre qué debería hacer para lanzar una radio online. No recibió respuesta, lo que le pareció raro. Luego sabría que la enfermedad era la causa del silencio.
Cazurro está seguro que continuará el proyecto. Que en ese gesto hay un homenaje a su amigo.
Pero así como hay pena, hay bronca en algunas personas.
Dicen que Pablo no se merecía esto. Que las condiciones de abandono de la gente dedicada a la cultura y a la memoria cultural, en el país, es inmensa. Algo que ha quedado en evidencia durante la pandemia.
Por eso existen reacciones de rechazo en redes sociales ante la nota de pesar que hiciera pública el Ministerio de Cultura, por su fallecimiento.
Porque hay el criterio de que el Ministerio no está haciendo lo que debería hacer en un momento como este, para un sector con personas que no tienen ingresos, ahorros, ni Seguridad Social.
Daniela Fuentes lo define de esta forma:
Pablo fue parte del sector cultural, de ese ambiente; lo sigue siendo. Ahora solo es cuestión de mantener su memoria, su labor para el futuro.
La familia de Pablo Rodríguez todavía necesita apoyo económico para pagar cuentas. Esa ayuda se la puede dar haciendo clic aquí.
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