Alexander Hirtz fue geólogo de profesión, pero era un apasionado de la botánica, las orquídeas y la arqueología.
El geólogo ecuatoriano Alexander Hirtz murió a los 73 años de edad el 2 de julio de 2024. Es recordador, entre otras cosas, por ser uno de los fundadores del Jardín Botánico de Quito.
Además de haberse graduado de geólogo, se dedicó a la botánica y la arqueología, por afición. Colaboró en el descubrimiento de más de 1.000 orquídeas y bromelias, de las cuales 78 llevan su nombre.
También fue impulsor del extinto Museo de Ciencias Naturales (ya cerrado), tras donar parte de su colección de minerales y fue uno de los fundadores del Jardín Botánico de la capital, según reseña la revista Mundo Diners.
Alexander Hirtz era hijo de un padre alemán que llegó a Ecuador en 1934. Pero cuando estalló la Segunda Guerra Mundial, se entregó y fue llevado a Estados Unidos, en donde estuvo preso.
Años después, volvió a Ecuador como expatriado francés. Pero esta vez con su esposa, Sabine Naundorff, y se instalaron en Quito, en donde nació Alexander.
Creció con una gran afición a la naturaleza, heredada de su abuela, quien fue doctora en Botánica y Zoología. Su gran pasión fueron las orquídeas y participó en más de 2.000 expediciones de búsqueda en el país.
Tras conocer sobre su fallecimiento, varias instituciones expresaron su pesar, como el Ministerio de Cultura y Patrimonio.
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