Qué aprendí con 'Neisi: La fuerza de un sueño' y por qué todos deberíamos ver este documental
El documental ‘Neisi: La fuerza de un sueño’ sigue a la ecuatoriana levantadora de pesas Neisi Dajomes en su sueño de lograr la medalla de oro olímpico.
El documental 'Neisi: La fuerza de un sueño' revela todo el trabajo previo, las dificultades y el largo camino recorrido para lograr esa meta.
Cortesía del documental 'Neisi: La fuerza de un sueño'.
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Los ecuatorianos tenemos la imagen grabada de Neisi Dajomes triunfando en Tokyo 2020.
Brazos en alto sosteniendo las pesas, su pañuelo azul, su cabello negro y ensortijado, sus gritos de emoción, de fuerza, de dolor, de alegría.
¡Gracias! ¡Gracias Dios! Neisi sabe que logró la medalla de oro olímpico, su sueño, su meta clara desde que empezó a entrenar a los 11 años en Shell, Pastaza.
Pero ese momento que se difundió por el mundo es solo una milésima parte de su vida, de su fuerza.
El documental 'Neisi: La fuerza de un sueño' revela todo el trabajo previo, las dificultades y el largo camino recorrido para lograr esa meta.
Revela que la deportista ecuatoriana es más fuerte con su personalidad que con sus músculos.
Y eso es decir bastante para quien logró la gloria olímpica levantando 118 kilogramos en arranque y 145 kilogramos a dos tiempos, sin fallar ningún intento.
¿Qué aprendí del camino de Neisi Dajomes?
Solo imaginen esto. Una niña de 11 años deja de vivir con su madre y se muda a casa de su entrenador y su familia.
Entrena, con apoyo estatal o sin él. Pierde a dos de sus seres queridos, de ese dolor saca fuerzas y logra el oro olímpico a los 22 años.
Tener metas claras y específicas
Neisi lo tenía claro desde niña. "Quiero llegar a las olimpiadas", decía.
Ella no decía: quiero ser buena, quiero dar mi mejor esfuerzo, quiero tener fama… ¡No! Ella tenía claro el objetivo final y cada paso que debía dar para llegar a él.
Disciplina y constancia
Neisi pasa por muchos momentos difíciles, familiares, económicos, deportivos, no siempre tiene motivación.
Pero tiene disciplina y constancia, que al final es más importante que el talento innato.
Buscar soluciones, no estancarse en los problemas
Tiene que dejar de vivir con su madre para que su entrenamiento sea mejor. Lo hace.
Tiene que cambiarse el primer apellido por el de su madre para acelerar los trámites y poder viajar siendo menor de edad. Lo hace (su madre lo hizo, lo entenderán al ver el documental).
Tiene que entrenar lanzando piedras porque le cerraron el gimnasio durante el Covid-19. Lo hace.
Tiene que viajar sin su entrenadora de confianza porque la dirigencia deportiva no la apoya lo suficiente. Lo hace.
Además de entrenar sus músculos, su disciplina y gestionar sus emociones siendo una adolescente, tiene que pelear por sus derechos con la dirigencia deportiva. Lo hace.
Neisi habla poco con palabras, pero dice todo con sus acciones.
Resiliencia
En los Juegos Panamericanos de Toronto 2015, Neisi logra en su primer intento levantar el peso establecido en su categoría.
Suelta la barra, da unos pasos, se desmaya y convulsiona. ¡Convulsiona!
Llegan médicos a atenderla. Se levanta y sale con ayuda. A los pocos minutos está de vuelta. Levanta 125 kilos y logra medalla de plata. ¡Por favor, aplausos de pie!
Ese es un ejemplo deportivo, pero Neisi vive en resiliencia. Es la capacidad de adaptación de un ser vivo frente a situaciones adversas.
Perdió a su hermano mayor, quien la inició en la halterofilia. Perdió a su madre al poco tiempo.
Se encarga de sus hermanas menores, que ahora siguen sus pasos. Ella sonríe, hace bromas, prepara 'outfits' geniales para sus competencias. Neisi, quiero ser tu amiga.
Trabajo en equipo y seguridad en uno mismo
Sus primeros entrenadores fueron como sus segundos padres, lo dice Neisi, y reconoce que sus logros no son individuales.
A pesar de las diferencias, de roces, de la adolescencia, Neisi los abraza con amor, les agradece. De su historia se aprende que acompañados, somos más fuertes.
Y los fuertes también fallan. El documental muestra los fracasos de Neisi. No le va bien en todas las competencias.
Precísamente ahí aparece otro pilar. Ella sabe su valor, está segura de que ha entrenado duro, sabe que es capaz de más.
Falló esta vez. No fallará la próxima. Nada de quedarse en un rincón lamentándose.
Celebrar los logros
La timidez de Neisi desaparece cuando suelta la barra tras un logro. Ella explota en gritos de alegría. Alaridos de felicidad.
¿Por qué no hacerlo? Nada de contenerse o aparentar calma. Ella salta y abraza con todo el cuerpo y el corazón, muy fuerte, al equipo que te acompañó a cumplir ese sueño.
Agradecimiento profundo
Muchas veces solo nos enfocamos en aquello que no tenemos: quisiera esto, no tengo aquello, me hace falta tal cosa.
Para. Mira a tu alrededor. Observa lo que tienes. Creas o no en las “técnicas de autoayuda”, no importa. Despertaste, respiras, estás sano, caminas, comes, tienes la capacidad de aprender.
Agradece y siente la diferencia.
Documental de motivación, risas y lágrimas
Noventa minutos de atención total, eso genera el documental ‘Neisi: La fuerza de un sueño’.
Lo pueden ver este sábado 14 de octubre en el cine 8choymedio a las 15:30 y el 9 de noviembre en los cines del país.
Yo apreté mis músculos cada vez que salían las imágenes de Neisi levantando las pesas en las competencias internacionales.
Quería gritar con ella. En la sala de cine de la Casa de las Culturas, en Quito, varios lloramos de emoción y explotamos en aplausos al final.
Volveré a ver el documental y probablemente vuelvo a emocionarme hasta las lágrimas. Lo recomiendo a todos. Si van con niños y niñas, mejor.
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