Cambio de mando: los 'looks' más polémicos de la alfombra roja presidencial
Política, moda y poder se juntaron en la posesión presidencial, pero ¿quién brilló sobre la alfombra roja? Y ¿qué autoridades se equivocaron de evento?
Lo bueno, lo malo y lo feo de la alfombra roja de la posesión presidencial de Daniel Noboa, el 23 de noviembre de 2023.
Flickr Asamblea / Primicias
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Dicen que la moda no es política, pero claro que lo es: todo lo que vestimos cuenta historias y denota posturas ideológicas. Y la única moda que importó este 23 de noviembre fue aquella que engalanó los 'looks' de los asistentes a la posesión presidencial de Daniel Noboa.
Uno a uno, solos, en pareja o con simpatizantes del partido, los invitados fueron llegando al Palacio Legislativo en Quito, para la investidura del presidente más joven de Ecuador en la vida republicana.
¿Quién brilló en esta nueva alfombra presidencial de Carondelet? Y ¿quién reprobó el examen o se equivocó de evento?
Cómo dice la experta española en comunicación, Patrycia Centeno, en su libro "Política y moda", las grandes polémicas de estilo de los políticos "no ocurren por utilizar una camisa u otra, sino porque la camisa no pega con el cargo".
Con esto en mente, PRIMICIAS hace un recorrido por lo bueno, lo malo y lo feo de la alfombra roja presidencial de Ecuador.
Lo bueno
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Al estilo 'Jackie O'
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Sin duda, uno de los looks más esperados a la alfombra roja de Quito fue el de la primera dama, Lavinia Valbonesi, una modelo e influencer de 25 años que casi siempre viste de blanco o beige. Para la investidura de Noboa, Valbonesi eligió lo seguro: el look de Jackie Kennedy Onassis, la famosa exprimera dama de Estados Unidos. De color beige y con un aire a un conjunto de Carolina Herrera, Valbonesi no desentonó, y el toque fue el abrigo violeta, dando un guiño al color del partido de la alianza ADN, que auspició a Noboa en las elecciones. Hasta el hijo de la pareja presidencial, el pequeño Álvaro, lucía un traje de 'príncipe' color lila y sin zapatos.
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Una mamá política
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La exasambleísta, Annabella Azín, siempre atina. Ya lo hizo cuando acompañaba a Álvaro Noboa en las campañas presidenciales, y hasta en las brigadas médicas lucía impecable. La posesión presidencial no fue la excepción, con un look digno de la ocasión y los zapatos adecuados, porque los tacones ya pasaron de moda. El hilván del vestido es un poco más corto que lo aconsejable, pero en Azín nada luce mal. https://twitter.com/Primicias/status/1727709586616918273
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Otra más del clan Noboa
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Una de las integrantes más poderosas del clan Noboa, Isabel Noboa, llegó del brazo de su esposo, el cardiólogo Agustín Loor. Saludó a la prensa, amigable, sonriente y con un look sencillo, pero elegante. Fue el clásico traje sastre, donde no hay engaños, limpio, sutil y perfecto. Noboa, la tía del presidente electo, Daniel Noboa, sabe que menos es más.
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El poder de la falda
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La exasambleísta de la ID, Wilma Andrade, optó por abandonar el traje tipo sastre y usar la estrategia de la falda amplia, muy femenina, como lo hacía Michelle Obama, exprimera dama de Estados Unidos. El tono celeste fue adecuado, aunque con menos cristales en la chaqueta, para el gusto de las generaciones más jóvenes.
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Una pareja de lujo
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El nuevo ministro de Deporte, Andrés Guschmer, llegó junto a su esposa, Valeria Arosemena, y ambos con un look de pareja perfecta. Guschmer, fiel a su estilo, optó por un traje azul, pero no del tono oscuro y amargado de siempre. También lo 'alegró', con una pulsera de 'cuentas' hecha a mano. Y quien lleva los aplausos es Arosemena, que eligió un tono monocromático 'muy fashion'. El color perla estaba en la falda, la blusa, el abrigo y hasta los zapatos.
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No lo hizo mal
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La legisladora reelecta del PSC, Dallyana Passailaigue, cambió el negro por el color mostaza. Dejó a un lado aquel vestido ajustado, visto en la entrega de credenciales a los asambleístas, y ahora prefirió un traje tipo sastre de un color más vivo, con el que no desentonó.
Lo malo
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No era fiesta
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Con un vestido entallado y de quinceañera, la asambleísta de la Revolución Ciudadana (RC), Jhajaira Urresta, desentonó en un evento político, cuyo código de vestimenta es sobrio o casual, pero no de fiesta. Y como ocurrió en la entrega de credenciales a asambleístas, Urresta llegó con gafas puestas, como si deseara 'pasar desapercibida'.
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Tampoco era Carnaval
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Como autoridad, la prefecta de Pichincha, Paola Pabón, definitivamente necesitaba otro 'look' y no un pantalón de seda con estampados de flores, y mucho menos una blusa corta de un azul tan intenso. Pabón estaba lista para un carnaval y no para una posesión.
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Intentó, pero no lo logró
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La nueva vicepresidenta, Verónica Abad, quiso ser tendencia en redes y lo logró, pero por sus comentarios y un vestido con un diseño de cristales, demasiado grande para la ocasión. Eligió el blanco, un tono característico de estas ceremonias políticas, y hasta el corte del vestido fue favorecedor. Pero el aplique y más aún el maquillaje de la Vicepresidenta fueron hechos por alguien que quizás no la quería tanto.
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Muy recargada
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En los negocios, y ahora la diplomacia, seguro que Gabriela Sommerfeld es un as, pero la posesión presidencial no fue su mejor día. El vestido negro simple hubiera quedado mejor, sin un pañuelo tan largo, y con las mangas del corte correcto.
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Barbie, ¿eres tú?
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La fiscal Diana Salazar es admirada por sus decisiones y acciones en la función pública, y pese a que casi siempre viste acorde a la ocasión, la ceremonia del cambio de mando fue la excepción. El vestido, con un corte al estilo de 'diosa griega' debe ser relegado para otro festejo, y no la posesión presidencial. Y los tacones fucsias de la 'Barbie' tampoco fueron una buena elección.
- 6
Sabemos que tiene buen físico, pero...
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La prefecta del Guayas, Marcela Aguiñaga, ha sufrido una metamorfosis de estilo desde que asumió el cargo. Guardó los trajes sastre de la Asamblea y los cambió por 'looks' más femeninos y juveniles, pero en este caso, la transformación fue más allá. Este jueves lució un conjunto de falda amplia y una blusa combinada, y que en cualquier otra ocasión, como un cóctel o fiesta, habría estado adecuado.
- 7
Hasta parece otra persona
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El cambio de la asambleísta Viviana Veloz también sorprende. Desde que se posesionó como primera vicepresidenta de la Asamblea, dejó atrás su atuendo de corbata y chaleco, para ahora estrenar un vestido de una tela tipo seda y blanco brillante, que quizás lucía bien en otro evento.
Lo feo
- 1
La dama que se va
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Mientras fue primera dama, María de Lourdes Alcívar, pocas veces le dio en el blanco. Y este ajustado vestido azul intenso, y unas rosas gigantes, tampoco le favoreció.
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Otro desacierto del correísmo
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La derrota electoral de octubre no ha sido el único desacierto del correísmo, también lo es la vestimenta de las asambleístas de la RC. Paola Cabezas se confundió de evento y con total desatino, combinó un vestido terriblemente ajustado, y amarillo, casi transparente, y con unos tacones de punta, que ya son historia para la moda.
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Mala elección
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Mónica Palencia se prepara para ser la ministra de Gobierno, y quizás por ello, estuvo muy ocupada para elegir el 'look' adecuado para la alfombra presidencial. Era una mezcla de traje tipo sastre con un aire a un vestido de los 70s, y nada favorecedor para su figura.
¿Y qué hay de 'ellos'?
De los políticos e invitados varones de la alfombra roja del Palacio Legislativo hay poco que decir: los ternos de corte recto, y del eterno color azul oscuro. Además, de los zapatos negros de suela ancha y en algunos casos de goma.
En ese sentido, el mandatario electo, Daniel Noboa, optó por una chaqueta y pantalón gris oscuro, y con una corbata gris claro que combinaba. Sobrio y elegante, y especialmente con el corte perfecto en las mangas.
Uno de los peores errores de un terno es que como coloquialmente dicen 'el difunto era más alto', y por ello, las mangas de la chaqueta son más largas que los brazos de quien la lleva puesta.
También hubo invitados a la ceremonia presidencial, que buscaron salir del 'molde', con un terno celeste, pero demasiado apretado y una corbata nada favorecedora.
Además, para todos los caballeros hay una regla: el primero botón de la chaqueta siempre va ajustado.
Si bien el presidente de Colombia, Gustavo Petro, fue el único mandatario de la región presente en la investidura de Noboa, por su expresión parecía que no quería estar en el evento.
Y en el caso de Petro, incurrió en el error de cerrar ambos botones de la chaqueta del terno.
Y como no podían faltar aquellos que rompen códigos y reglas, el asambleísta de la bancada oficialista de ADN, Jonathan Parra, llegó a la posesión vistiendo una guayabera.
Con esta prenda típica de la Costa, Parra quiso recordar a todos, otra vez, que está muy orgulloso de ser guayaquileño.
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