Así se perdió el control de Esmeraldas durante cuatro horas
La Fuerza de Tarea Conjunta que opera en Esmeraldas maneja tres hipótesis de lo que ocurrió el martes 25 de julio de 2023. La inteligencia militar no alertó del hecho.
Operativo de control de armas y explosivos en Las Palmas, playa de Esmeraldas, el 25 de julio de 2023.
PRIMICIAS
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Desde las 09:00 hasta las 13:45 del martes 25 de julio de 2023, policías y militares perdieron por momentos el control de la seguridad de Esmeraldas, capital de la provincia del mismo nombre.
Ese día, el resto del país se horrorizó por las imágenes que circulaban en las redes sociales. Delincuentes quemaron buses y vehículos; secuestraron y amenazaron de muerte a policías, y retuvieron a guías penitenciarios.
Pero, qué pasó realmente ese día. PRIMICIAS realizó un recorrido por la ciudad, dos días después de la jornada violenta, y conversó con Milton Rodríguez, jefe de la Fuerza de Tarea de las Fuerzas Armadas (FF. AA.), que opera en Esmeraldas.
La violencia se originó en la cárcel
Lo que parecía un día normal en Esmeraldas, el martes 25 de julio de 2023, se empezó a alterar en la cárcel. Esta prisión es habitada por 1.400 presos, la mayoría pertenecientes a la banda criminal de Los Tiguerones.
Un poco antes de las 09:00, los uniformados asignados al control de esa prisión descubrieron que una persona intentaba ingresar a los pabellones 427 municiones de calibre 5X56 milímetros. Es decir, balas para fusiles.
Si bien ese lote de municiones no logró ingresar a la prisión, eso llamó la atención de las autoridades porque significa que en el interior del penal hay armas de grueso calibre.
Minutos después, las autoridades recibieron la primera alerta de violencia. Un motín estaba ocurriendo en la cárcel: los presos estaban quemando seis colchones a manera de protesta.
Y de inmediato surgió una nueva alerta. Una amenaza de bomba en una gasolinera de la entrada de Esmeraldas, los técnicos militares acudieron a desactivarla, por lo que se evitó la detonación.
Luego llegaron las noticias de vehículos quemados. Primero fue un bus. En total, las FF. AA. contabilizaron seis automotores incendiados por el lanzamiento de bombas molotov. Los delincuentes iban en motocicletas y lanzaban estos artefactos contra los autos.
Cerca de las 10:00, cuando Rodríguez, jefe de la Fuerza de Tarea, estaba en la Cárcel de Esmeraldas, recibió una llamada de la Policía Nacional. Tres efectivos policiales habían sido secuestrados en la Unidad de Policía Comunitaria (UPC) de La Guacharaca, uno de los barrios más peligrosos de la ciudad.
Al ver la llegada de efectivos militares armados, los delincuentes liberaron a los oficiales de Policía. Y se escondieron por las calles de La Guacharaca, botaron las pistolas y se metieron en sus casas para evitar la captura.
Delincuentes liberados
En la persecución que se dio en La Guacharaca, luego de la liberación de los tres policías, las Fuerzas Armadas capturaron a tres presuntos delincuentes.
Pero la violencia no concluyó. Cerca de las 13:30 se lanzó la última molotov contra un vehículo, que fue el sexto incendiado de la jornada. Lo hicieron desde un vehículo blanco tipo automóvil. Y fueron detenidas otras tres personas.
Finalmente, minutos después, otro hombre fue detenido por, supuestamente, haber formado parte de los desmanes. En medio del procedimiento, el sujeto apuntó a los militares con un arma traumática, por lo que también fue detenido.
Sin embargo, en los tres casos con detención, luego de las audiencias de flagrancia, los jueces locales decidieron su liberación porque hubo problemas con los partes policiales y no se hallaron suficientes evidencias.
Según el reporte militar, a las 14:00 del martes 25 de julio, se retomó el control en Esmeraldas. Sin embargo, los ataques causaron terror en la población y la ciudad se paralizó, con el cierre de locales, entidades públicas y la suspensión de las clases.
¿Qué pasó en Esmeraldas?
Para tratar de explicar lo que pasó el martes 25 de julio de 2023, las autoridades militares manejan -al menos- tres hipótesis:
- Represalias: Una de las teorías es que las bandas criminales que operan en Esmeraldas tomaron represalias en contra de las autoridades. El viernes anterior, las FF. AA. desarmaron dos mega laboratorios de producción de cocaína en Mataje, cerca de la frontera con Colombia.
Estos laboratorios producían 12 toneladas de cocaína por mes. Por lo que se calcula que el golpe para las economías criminales fue de más USD 210 millones al mes.
- Efecto contagio: A la par de la violencia que se originó en la Cárcel de Esmeraldas, en la Penitenciaría del Litoral (Guayaquil) hubo un motín que dejó más de una treintena de reclusos asesinados. Y esta violencia se trasladó a otras seis cárceles del país y a las calles de Guayaquil y Esmeraldas.
Se presume que lo que las bandas temían es que en medio del operativo para controlar el motín en Guayaquil, se realicen traslados masivos de internos. Por lo que se ejerció presión para evitar esto, ya que en Esmeraldas toda la cárcel está dominada por Los Tiguerones.
- Muestra de poder: Las bandas narcodelictivas ejecutan este tipo de actos de terrorismo para mostrar la fuerza que tienen, con el objetivo de frenar las incursiones de militares y policías en los barrios que ellos dominan.
Los ataques ocurridos en Esmeraldas son atribuidos a la banda de Los Tiguerones, que tiene su principal centro de operaciones en esta ciudad y provincia.
Al ser consultado sobre el sistema de inteligencia y militar y lo que ocurrió ese día, Rodríguez admite que en esta ocasión el sistema -que normalmente funciona bien- falló y no entregó ningún tipo de alerta de lo que podía ocurrir.
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