Los Tiguerones se alían con narcotraficantes colombianos y mexicanos
Disidentes de los grupos narco delictivos Urías Rondón y el llamado Frente 30 cobraron poder en el departamento colombiano de Nariño, tienen alianzas con Los Tiguerones de Ecuador.
Infantes de marina ecuatorianos realizan patrullajes en los esteros de San Lorenzo, cerca de la frontera con Colombia.
Arturo Torres.
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A sangre y fuego, los disidentes del llamado Frente Oliver Sinisterra (FOS) intentan sembrar de nuevo el miedo en la provincia ecuatoriana de Esmeraldas.
Empujados por los enfrentamientos en Colombia con la columna móvil Urías Rondón y el llamado Frente 30, los delincuentes del FOS, que hace cuatro años provocaron la muerte de diez ecuatorianos en la frontera, hoy buscan refugio en poblados de Ecuador.
Este grupo narcoterrorista intenta consolidar su retaguardia y su zona de descanso en la parroquia ecuatoriana de Mataje, y en otros caseríos cercanos a la frontera con Colombia.
Caseríos que fueron sometidos por las narcoguerrillas colombianas, con el apoyo de redes de milicianos, aprovechando la falta de presencia del Estado ecuatoriano.
Según informes de inteligencia de Colombia y de Ecuador a los que accedió PRIMICIAS, los grupos Urías Rondón y el Frente 30 han cobrado poder y controlan más plantaciones y laboratorios de cocaína en el fronterizo departamento de Nariño.
Para transportar la cocaína a través de Ecuador, han establecido alianzas con bandas locales como Los Tiguerones, Los Gansters y Los Lobos. Todos trafican la cocaína que adquiere en Colombia el cartel Jalisco Nueva Generación.
El FOS trabaja para el también mexicano cartel de Sinaloa que, a su vez, opera en Ecuador con Los Choneros y Los Lagartos, entre otras bandas.
Estas 'pandillas' se encargan de que la cocaína llegue hasta su destino de salida, por los puertos de Manabí y Guayaquil, en la costa ecuatoriana.
Pero, desde 2021, el FOS ha sufrido bajas en enfrentamientos armados contra la columna Urías Rondón y otros delincuentes, del lado colombiano de la frontera.
A pesar de sus bajas, durante la segunda semana de agosto de 2022, miembros del FOS atacaron con armas de grueso calibre durante tres días consecutivos a militares que patrullaban la zona de Mataje.
Los narcoterroristas fueron repelidos por los uniformados ecuatorianos, que los obligaron a huir hacia Colombia.
En las operaciones, dos miembros del FOS fueron detenidos con armas y municiones de calibre 5,56 mm, uniformes de las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia) y equipos de comunicación.
'Demonios de la selva'
Los patrullajes en Mataje están a cargo de dos de los ocho equipos militares, desplegados en Esmeraldas por la Fuerza de Tarea Conjunta de las Fuerzas Armadas de Ecuador.
Específicamente del Batallón de Operaciones Especiales en Selva 47 IWIAS, cuyos integrantes han sido desplegados en Esmeraldas.
Los 'Demonios de la Selva' son un grupo élite del Ejército, altamente especializado, integrado en su mayoría por indígenas amazónicos de Ecuador.
Realizan patrullajes diarios, entre las 06:00 y las 20:00. Pero no solo los integrantes del FOS pasan a Ecuador. Los irregulares de Urías Rondón también han ingresado a caseríos fronterizos.
El 23 de julio de 2022, militares de la Fuerza de Tarea encontraron un campamento abandonado en Corriente Larga, en la parroquia de Mataje. Hallaron camastros, cocinas y algunos pertrechos.
Cuatro años de la masacre
El 20 de marzo del 2018, una patrulla de infantes de la Marina ecuatoriana fue emboscada en Mataje por integrantes del FOS.
Murieron cuatro militares que patrullaban la zona, durante la crisis generada tras el estallido de un coche bomba frente al cuartel policial de San Lorenzo.
Seis días después, en Mataje, fueron secuestrados por el FOS y luego asesinados en cautiverio, tres integrantes de un equipo periodístico de Diario El Comercio.
Cuatro años después, la situación se agravó. Esmeraldas ya es considerada la como la provincia más peligrosa del país, por encima de Guayas, que también ha sido golpeada por la violencia.
En los últimos 12 meses, contados hasta agosto de 2022, hubo un promedio de nueve asesinatos diarios en los cantones de Esmeraldas y San Lorenzo.
La mayoría de fallecidos pertenecía a las bandas que libran una guerra sin cuartel por el control del territorio y el tráfico de estupefacientes.
Entre estas bandas se cuentan Los Tiguerones, R7, Los Gansters y Los Lobos.
La escalada criminal ha obligado a que propietarios de restaurantes y locales comerciales, en la capital esmeraldeña y San Lorenzo, dejen de atender al público desde las 14:00.
Esto debido a los constantes robos y cobros de extorsiones por parte de los integrantes de las bandas, especialmente Los Tiguerones.
La ola delictiva, desatada tras la pandemia de Covid-19, también tiene un impacto negativo para el turismo en populares playas del país, como Tonsupa, Same y Muisne.
En 2021 hubo 1.810 delitos reportados, de los cuales 818 fueron robos a personas. Hasta julio último esos ilícitos aumentaron 60%, según informes de la Policía.
Los delitos crecen en un ambiente de aumento del narcotráfico y por falta de políticas sostenidas de empleo, salud y seguridad en la zona fronteriza.
Ecuador intenta reaccionar
Ante el desbordamiento de la inseguridad en la frontera, a inicios de junio de 2022 el Gobierno conformó la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC).
La FTC es comandada por el general Alexander Levoyer.
Se trata de una fuerza de 1.470 militares de tropa y 138 oficiales que operan coordinados con 800 policías para enfrentar crímenes asociados al narcotráfico, la insurgencia urbana, las extorsiones, los robos, la minería ilegal, el sicariato y la violencia carcelaria.
Hasta mediados de agosto, la FTC había llevado a cabo 3.860 operativos, en los que fueron detenidas 22 personas e incautadas al menos 30 armas de fuego.
Uno de los objetivos centrales de las acciones de la fuerza pública es el desmantelamiento de las bandas en Esmeraldas y otras provincias.
La tarea empezó meses antes. Desde enero han sido detenidos por la Policía 43 integrantes de Los Tiguerones, en las provincias de Esmeraldas, Manabí, Guayas y Santo Domingo.
Los Tiguerones han ganado presencia y poder dentro y fuera de las prisiones y se han expandido hacia Guayaquil y otras ciudades del país.
Esto se evidenció tras el atentado terrorista que dejó siete fallecidos y 15 heridos en el populoso barrio Cristo del Consuelo de Guayaquil.
Los principales sospechosos del ataque son miembros de Las Águilas y sería una retaliación contra Los Tiguerones.
Uno de los golpes más duros contra esta banda, cuyo bastión está en Esmeraldas, ocurrió en mayo de 2022, cuando fueron capturados 14 de sus miembros.
Los operativos se realizaron en Esmeraldas, Manabí y Guayas y entre los detenidos está uno de los cabecillas de Los Tiguerones, Bryan Macías Cedeño.
Los capturados han sido acusados de sicariato y narcotráfico.
Territorio Tiguerón
Un equipo de PRIMICIAS viajó a Esmeraldas y San Lorenzo, el 11 y 12 de agosto, en el marco de una visita del ministro de Defensa, Luis Lara, y del general Levoyer.
Las zonas más inseguras son La Guacharaca, Isla Piedad, Isla Santa Marta, Malvinas, El
Arenal, 5 de Junio, Vista al Mar y Club La Unión.
"Esa cancha de fútbol, en La Guacharaca, es uno de los sitios más peligrosos de Esmeraldas. En los alrededores, Los Tiguerones ocultaban armas y municiones en depósitos caseros", explica Levoyer.
Y agrega que "hemos entrado a ese y otros barrios más peligrosos con tanques, armados con ametralladoras, junto con la Policía".
Cerca de las 21:00, la caravana de seis vehículos militares llega al malecón de Las Palmas, a un costado de la playa. Esta es la zona turística más visitada de la capital de Esmeraldas.
A esa hora, la mayoría de los restaurantes y bares está llena. Transeúntes y vendedores ambulantes caminan por las atiborradas aceras de la avenida, mientras saludaban a los uniformados a su paso.
Durante la visita, Lara y Levoyer recibieron reportes e informes sobre el estado de los operativos.
El coronel Juan Carlos Flores, director de Operaciones de FTC, dice que la entrada de cocaína en pequeñas cantidades es un patrón cada vez más común.
El oficial agrega que hay al menos 24 focos de narcotráfico en Esmeraldas.
Miembros del Ejército y de la Armada realizan 16 operaciones diarias por tierra, mar, ríos y esteros. Para reforzar estas tareas, entraron a operar dos nuevos pelotones y dos batallones ribereños.
El crédito de Israel
No obstante, una de las principales falencias de los militares son sus medios de transporte.
Para los operativos en tierra, los militares usan tanquetas y camiones que no están diseñados para moverse en los estrechos caminos fronterizos y en las áreas rurales o selváticas.
Lara confirmó a PRIMICIAS que el Gobierno negocia un crédito de USD 400 millones con Israel para comprar equipos de defensa y de seguridad, unidades tácticas y vehículos más pequeños para patrullajes.
Funcionarios del Gobierno han viajado a Israel, país que en las próximas semanas enviará a Ecuador a representantes de las empresas que proveerían los equipos.
Las adquisiciones son parte de una nueva estrategia que las Fuerzas Armadas están puliendo para enfocarse en la lucha contra el narcotráfico.
Levoyer destaca que, en esta nueva realidad, hay que reorientar la formación de los soldados al combate urbano y a las operaciones de Inteligencia.
Por el momento, para los patrullajes navales se han habilitado cuatro lanchas que realizan
operaciones constantes con infantes de Marina.
"Estamos priorizando los medios fluviales. Las Capitanías solo tenían una lancha, los mismos delitos que ocurren en tierra se dan en el mar. Ya hemos taponado dos bocanas de los esteros, que son usados por operadores del narcotráfico para sacar la droga hacia el mar", destaca Levoyer.
El ministro Lara subraya la importancia de la inteligencia para recoger y procesar información, para enfrentar al narcotráfico y a los grupos armados colombianos.
"Hay que capacitar a nuestras tropas, ya está en camino la planificación para desarrollar
esta y otras capacidades frente a las nuevas amenazas", concluye Lara.
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