Sicariato, el efecto secundario del combate al narcotráfico
El fin de semana se registraron 16 muertes tipo sicariato en Guayaquil, en la mayoría de casos el móvil del crimen fue el tráfico de drogas.
Al menos 9,4 toneladas de cocaína fueron decomisadas en una casa en el norte de Guayaquil, el 13 de agosto de 2021.
Fiscalía
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El aumento de las muertes al estilo sicariato es uno de los efectos secundarios del control al narcotráfico, ya que las bandas aprovechan que el accionar policial "debilita" a un rival, para atacarlo y apropiarse de su territorio.
El decomiso de 9,5 toneladas de cocaína, valoradas en USD 450 millones, en un inmueble en el sector Vergeles, en el norte de Guayaquil, reactivó en las últimas semanas los enfrentamientos entre bandas delincuenciales que se diputan las rutas del narcotráfico.
"Las incautaciones lo que hacen es 'alterar el mercado', lo que obliga a las bandas a reacomodarse", dijo una fuente policial. "Si te incautaron, eres considerado débil y es ahí cuando te atacan los rivales", añadió.
Es decir que el golpe logístico y económico que sufren las organizaciones delictivas con estas incautaciones es aprovechado por sus rivales para debilitarlos aún más y desplazarlos del mercado ilegal de narcóticos.
Las autoridades policiales han detectado la presencia de dos carteles mexicanos en Ecuador, el de Sinaloa y el Jalisco Nueva Generación, que dirigen a dos organizaciones delictivas en constante pugna, especialmente en Guayaquil: Choneros y Lagartos.
El narcotráfico y el microtráfico son los motores que aceleran al sicariato, especialmente en Guayaquil, donde solo el fin de semana hubo 16 muertes violentas, la mayoría relacionadas con el comercio de drogas.
"El tema de los muertos que hay todos los días en las calles de Guayaquil y de otros lados, es producto del sicariato que tiene su origen en el microtráfico", aseveró Fernando Donoso, ministro de Defensa.
Ecuador cerró 2020 con una incautación de 128 toneladas de droga. En lo que va de 2021, se han capturado 117,5 toneladas de estupefacientes.
De la cantidad aprehendida en este año, la policía estima que 104 tenían como destino el mercado internacional de estupefacientes. Las 13 toneladas restantes se utilizarían para el tráfico interno.
Sicariato y ataque con granada
En el sur de Guayaquil se produjo el fin de semana un ataque que grafica la guerra de bandas.
Fue en la Isla Trinitaria, sector apetecido por los narcotraficantes debido a su cercanía con el Puerto de Guayaquil, lugar por donde sale el 70% de la droga hacia Estados Unidos y Europa.
El objetivo del ataque era la casa de un ciudadano de apellido Quezada, conocido como 'Chanito' y líder de la banda de 'Los Chanitos', dedicada al robo, tráfico de drogas y porte ilegal de armas.
Seis individuos llegaron en un auto a la casa de Quezada y dispararon a las personas que se encontraban fuera. Un patrullero que estaba cerca acudió al escuchar la balacera y fue recibido a tiros por los delincuentes.
"Al ver nuestra presencia, proceden a disparar contra los policías", dijo Wilson Armijos Balcázar, jefe del circuito Trinitaria Sur, que se encontraba en el patrullero que terminó con perforaciones en su parabrisas. Ningún policía fue herido.
La presencia policial evitó que los atacantes terminen su trabajo, que era "lanzar el artefacto explosivo dentro del domicilio para atentar contra la vida del señor Quezada", señaló Armijos.
Por este ataque hay un detenido, el chofer del vehículo de los atacantes. También hay un herido, un adolescente que recibió disparos en el abdomen, brazo y pierna.
Un negocio de alto valor, defendido con sicariato
El 13 de agosto se incautó en el norte de Guayaquil un cargamento de 9,5 toneladas de cocaína, ocultas en una bodega donde operaba un negocio de agua envasada. El precio estimado de la droga es de USD 450 millones.
El microtráfico también es un negocio lucrativo, que se defiende a fuego en enfrentamientos entre bandas en las calles de Guayaquil.
Según cálculos de la Policía Nacional, de un kilo de heroína, que cuesta unos USD 7.500 dólares, se obtienen 33.000 dosis luego de ser mezclada con otras substancias. Cada una de esas dosis se vende a USD 3 dólares.
"Por ahí tiene una explicación de lo que está pasando en el territorio. Es un negocio, entre comillas, rentable y que produce el enfrentamiento de las organizaciones", aseguró Geovanny Ponce, director Nacional Antinarcóticos de la Policía Nacional.
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