Quiteños también son víctimas de extorsión e intentos de estafa

"Hola, soy el comandante de Los Choneros. Tengo información importante para ti". Así empezó la llamada que Roberto (nombre protegido) recibió a inicios de agosto a su número personal.

El interlocutor era un hombre con acento extranjero. Y el número desde el que realizaba la llamada, a través de WhatsApp, empezaba con un código internacional, que correspondía a Colombia.

"Tenemos la orden de hacerte un atentado a ti y a tu familia. Pero queremos ayudarte", continuó el mensaje. Roberto es médico y, como una manera de promocionar su consultorio, su número de contacto es público en las redes sociales.

El delincuente le dijo que en ese momento lo tenía en la mira, afuera de su consultorio. Pero, Roberto estaba fuera de la ciudad junto a su esposa y sus tres hijos.

Al darse cuenta de que no causaba temor, el hombre al otro lado de la línea le dijo que tenía otro "equipo" afuera de la casa de sus padres y que los va a secuestrar. Esa amenaza terminó de convencer a Roberto de que todo era falso. Sus padres estaban fuera del país.

El médico dice que 'le siguió la corriente' al criminal durante unos minutos, pero finalmente el sujeto se dio cuenta de que no iba a conseguir nada y le colgó la llamada mientras lo insultaba y amenazaba. No pasó nada.

En redes sociales, usuarios han publicado otras experiencias de este tipo. @PattoMazel, por ejemplo, recibió una llamada similar desde un número de República Dominicana.

Agentes de la Policía Nacional explican que esta es una forma común de intento de extorsión y estafa.

Grupos delictivos de otros países aprovechan la crisis de seguridad que se vive en Ecuador para apropiarse de los nombres de las bandas locales e infundir temor en los dueños de negocios que tienen información pública en redes sociales.

Sin embargo, también hay casos de este tipo que se cometen desde Ecuador.

Juan (nombre protegido) atiende un negocio de repuestos automotrices en el Valle de los Chillos, al oriente de Quito.

El sábado 17 de septiembre, Juan estaba de turno en el local y recibió una llamada intimidatoria. El interlocutor era un hombre extranjero, el número de teléfono tenía un código ecuatoriano.

Al inicio, el sujeto se hizo pasar como cliente y pidió a Juan su nombre y el del dueño de la empresa. Finalmente, lo amenazó y pidió dinero. Juan colgó y bloqueó el número. No ha vuelto a recibir llamadas de ese tipo.

Las extorsiones crecen

A medida que la crisis de seguridad se ahonda, en Ecuador también crecen las extorsiones.

La Dirección de casos de secuestro y extorsión (Unase) de la Policía Nacional ha contabilizado 2.902 casos en lo que va del año.

En el sur de Quito, por ejemplo, las autoridades siguen desde 2021 el rastro de células de la banda criminal de Los Lobos, una de las más violentas en la lucha que se vive en las cárceles del país.

La presencia de este grupo está, sobre todo, en barrios como La Ferroviaria y Barrionuevo, al sur de la ciudad. Y en la 24 de mayo y en San Roque, en el centro.

Los miembros a esta agrupación, que se dedica principalmente al microtráfico de drogas, también están involucrados en otras economías ilegales. Por ejemplo, visitan negocios de estas zonas y exigen dinero a cambio de no hacerles daño y brindarles "seguridad".

Estas prácticas han ganado espacio en el último año, en Ecuador. Aunque las denuncias no lo reflejan del todo, ya que mientras más violencia y riesgo hay en las amenazas, las víctimas menos se atreven a reportar lo que pasa a las autoridades.

Por ejemplo, PRIMICIAS reportó el 13 de agosto de 2022 que en Quito hay 1.310 investigaciones previas por este delito. Mientras que en Guayaquil, donde las extorsiones se han vuelto comunes, solo hay 952 casos.

Los agentes policiales consultados por PRIMICIAS explican, sin embargo, que la mayoría de casos de intentos extorsión que se dan en Quito, sobre todo en los Valles y en el norte de la ciudad, no se concretan porque se hacen bajo la modalidad telefónica, como en los casos de Juan y Roberto.

Las condiciones para el crecimiento del delito

Orden, conflicto y violencia, un programa de investigación de la Universidad Central del Ecuador, publicó el 3 de octubre de 2022 un artículo titulado La extorsión y la violencia que se avecina.

Luis Córdova, coordinador de la iniciativa, explica en el documento que hay tres condiciones necesarias para que la extorsión criminal crezca, como está pasando en Ecuador:

• Contexto: A medida que el ambiente social se torna violento, la demanda de protección crece porque crecen las vulnerabilidades de la población.
• Poder de coerción: La permeabilidad del país al tráfico de armas, municiones y explosivos amplifica el repertorio violento de los extorsionadores.
• Información: El arraigo social de los grupos criminales facilita la identificación de rutinas de trabajo y el mapeo de potenciales víctimas.

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