Ocho años después, el caso Karina del Pozo toma otro giro tras fallo constitucional

El 8 de octubre de 2013, el séptimo Tribunal de Garantías Penales de Pichincha sentenció a David Piña, Manuel Salazar y José Sevilla como autores del delito de asesinato de Karina del Pozo. En aquella fecha todavía no estaba tipificado el femicidio en el país.

A los tres acusados se les impuso una pena de 25 años de cárcel y el pago de USD 20.000 a cada uno, por concepto de daños y perjuicios. En enero de 2014, la Corte Provincial de Pichincha desechó la apelación de Piña por considerarla extemporánea.

Luego la defensa de Piña presentó un primer recurso de revisión, en marzo de 2017. Se argumentó que la sentencia se basó en documentos, testigos falsos o informes periciales maliciosos o errados. Pero la Corte Nacional (CNJ) lo declaró improcedente.

Un año después, en marzo de 2018, Piña insistió en el pedido de revisión. La CNJ lo volvió a desestimar porque no tenía una causa diferente al primer pedido.

Por esta razón, el 14 de enero de 2019, Piña acudió a la Corte Constitucional (CC) e interpuso una acción extraordinaria de protección sobre la negativa de la Corte para tratar el segundo pedido de revisión.

Según Piña, la negativa de la CNJ vulneró sus derechos constitucionales a la tutela judicial efectiva, al debido proceso, a la garantía de la motivación y a la seguridad jurídica.

El juez Agustín Grijalva asumió el caso y el 16 de junio de 2021 declaró la vulneración a estos derechos, aceptando la acción extraordinaria de protección.

Los efectos del fallo

Con la decisión del juez Grijalva, la negativa de la Corte Nacional quedó sin efecto, y la Sala Penal de esa entidad debe atender el recurso de revisión.

Paúl Ocaña, abogado de Piña, dice que se debe sortear un nuevo Tribunal para tramitar el recurso. En la audiencia, la defensa de Piña planea presentar 13 pruebas nuevas.

Por ejemplo, se solicitará la inclusión de estudios realizados por nuevos expertos en genética, investigación criminal, tecnología y psicología criminal. La idea es que los especialistas presenten contrainformes a los que se mostraron en la audiencia de juicio.

El experto en genética, según Ocaña, demostrará que la víctima tenía restos de espermatozoides. Esto significaría que fue abusada o tuvo relaciones sexuales antes de ser asesinada.

Además, según el abogado, en la mano de Karina de Pozo se encontraron restos de cabellos femeninos. Es decir, una mujer estuvo presente en la escena del crimen.

Piña también pedirá un policía investigador, para que se haga una comparación de la tierra del lugar en el que se halló el cuerpo de la víctima y la que se encontró en sus zapatos.

La finalidad de esto, según Ocaña, es demostrar que a Piña lo dejaron en su casa antes de que suceda el crimen.

La historia

El caso Karina del Pozo se remonta al 19 de febrero de 2013. En esa fecha la víctima estaba con una amiga en una reunión social en un departamento en el norte de Quito.

En el lugar, además, estaban los tres sentenciados y un cuarto hombre identificado como Nicolás L. Luego en la madrugada del 20 de febrero, todos salieron del lugar a bordo del vehículo de Manuel Salazar, uno de los tres sentenciados.

Karina del Pozo nunca más apareció y siete días después, su cuerpo fue hallado en una quebrada en el sector de Llano Chico, al norte de Quito. Según el grado de descomposición de los restos, la mujer de 20 años había sido asesinada la madrugada del mismo 20 de febrero.

Durante el proceso penal, los tres sentenciados dijeron que Del Pozo había bajado del vehículo en la Avenida Brasil. Pero eso fue desmentido, ya que el dispositivo de rastreo del carro no registró que hayan pasado por ese lugar.

Luego vinieron versiones contradictorias entre los tres sentenciados. La amiga de Karina del Pozo y Nicolás L. llegaron primero a sus domicilios.

Pero más tarde José Sevilla dijo que la mujer estaba dormida en el vehículo junto a David Piña. Cuando despertó, preguntó a donde la llevaban y bajó del carro. Piña la habría seguido y tras una corta discusión volvieron a subir.

Posteriormente, se detuvieron en Llano Chico, en ese lugar, según Sevilla, Piña empezó a golpear a Karina.

Manuel Salazar dijo que en ese momento, Piña le ordenó que la ahorcara, pero que él se rehusó. Mientras que Sevilla asegura que Salazar la ahogo por varios minutos, y luego Piña la golpeó con una piedra en la cabeza.

Los análisis confirmaron que Del Pozo murió por un traumatismo craneoencefálico grave. Ese golpe le causó afectaciones en los huesos de la bóveda y la base del cráneo.

Pero Piña asegura que él no estuvo en Llano Chico, sino que lo dejaron antes en su domicilio. Por esta razón, otra de las pruebas que presentará es una pericia del recorrido que el vehículo de Salazar hizo esa madrugada.

La Corte aún no tiene plazo para sortear al nuevo Tribunal y definir la fecha de la audiencia del recurso de revisión.