Juez dejó escapar al 'zar de la cocaína' en Ecuador
El 'zar de la cocaína' tiene hasta seis identidades distintas y es requerido en dos países europeos, donde lo llaman "el rey de las fugas". Fue capturado en Ecuador y sentenciado a 13 años de prisión, pero un juez lo dejó en libertad.
Foto de un operativo antinarcóticos en Guayaquil.
Secom
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El 'zar de la cocaína' es albanés y tiene seis identidades distintas, pero su verdadero nombre es Dritan Rexhepi. Él fue detenido en junio de 2014 en Guayaquil, Ecuador, en un operativo que la Policía denominó “Balcanes”.
Su captura trajo al país a la policía albanesa y a la misma Interpol, porque Rexhepi es requerido en dos países europeos, pero la justicia ecuatoriana le concedió la prelibertad en noviembre de 2021 y nadie lo volvió a ver.
El albanés, de 42 años, sería el cabecilla de una organización delictiva en la que estaban involucrados otros albaneses que, en colaboración con ecuatorianos, se dedicaban a contaminar con drogas los contenedores en los puertos de Guayaquil, con destino a Europa.
Dritan también usaba los nombres de Murataj Lulezim, Rexhepi Dritan, Rexhepaj Gramoz, Rexhepai Dritan, Ioannis Dionysopoulos y Edmir Kraja.
En 2015 fue sentenciado a 13 años de prisión por tráfico ilícito de drogas, por lo que fue enviado a la cárcel de Guayaquil y después a la de Cotopaxi.
Rexhepi es considerado de alta peligrosidad en Europa, donde es conocido como “El rey de las fugas” por haber escapado de tres centros penitenciarios en Albania, Italia y Bélgica.
Y el gobierno belga logró extraditarlo desde España para que cumpliera una condena de cinco años por el delito de robo con violencia.
Alegó que tenía lupus
Según el medio británico The Economist, Rexhepi es un criminal que llegó como emisario de la cocaína a América Latina y que continúa operando una sofisticada estructura de tráfico de drogas hacia Europa desde la cárcel en Ecuador, pero Rexhepi ya está libre.
En agosto de 2021, el juez de Garantías Penitenciarias, Diego Poma Chamba, con sede en Guayaquil, concedió el pedido de prelibertad a Rexhepi.
El argumento de la defensa del albanés es que tiene lupus, una enfermedad autoinmune, que puede afectar las articulaciones, la piel y algunos órganos.
En la audiencia dijo que su cuadro se había complicado por falta de atención médica y del tratamiento necesario.
En julio de 2021 entró al hospital del Guasmo Sur, según consta en el sistema de la Función Judicial, donde permaneció 40 días.
Al intentar regresarlo a la cárcel, interpuso un nuevo pedido para acceder al régimen semiabierto o prelibertad.
Tres boletas de excarcelación
El juez Poma Chamba le concedió el arresto domiciliario en Samborondón, donde debía cumplir el resto de la condena hasta 2027.
“Será controlado y vigilado por la Policía Nacional periódicamente, sin que esto sea permanente”, estableció en la sentencia el juez.
Además se dispuso del uso del grillete electrónico, que luego alegó no poder usarlo debido a sus tratamientos médicos. También tenía prohibición de salida de Ecuador, aunque dispuso su libertad inmediata.
Sin embargo, tuvieron que emitir tres boletas de excarcelación porque su identidad no coincidía con el número de pasaporte que entregaron. Bajo esas condiciones abandonó la cárcel en noviembre de 2021.
Sobre Rexhepi pesan dos pedidos de extradición de los gobiernos de Albania e Italia, de los que la Corte Nacional de Justicia había emitido las boletas para el proceso, por lo que su libertad podría tener consecuencias con la comunidad internacional.
La mafia albanesa en la región
Un informe de la Oficina de las Naciones Unidas para el Crimen Organizado (Unodc) asegura que grupos originarios de la península balcánica operan en varios países de Sudamérica, entre ellos Ecuador.
Además han incursionado en la adquisición de grandes cantidades de cocaína directamente con la fuente, eliminando a los intermediarios.
El reporte sugiere que estos nuevos grupos han debilitado a las mafias europeas establecidas, como la italiana Ndrangheta, que dominaba el tráfico de drogas a través del Atlántico.
Pese a este debilitamiento, los grupos antiguos siguen operando y sumado a las apariciones de las redes balcánicas hay “una mayor disponibilidad de cocaína en el mercado europeo“.
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