La primera fosa común de Ecuador: huella de la violencia en el Guasmo
El hallazgo de una fosa con seis cuerpos en el deprimido sector del Guasmo Sur no había ocurrido antes en Ecuador, pero es parte del guion del crimen organizado en otros países.
Calle del Guasmo Sur donde está pintado el símbolo que identifica a la banda de Los Lagartos.
Carolina Mella /PRIMICIAS
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Seis cuerpos que aún no han sido identificados fueron hallados en un terreno recóndito, en el sector de Punta Arrecha, en el Guasmo Sur de Guayaquil.
La fosa fue encontrada en un lugar erosionado del manglar, al que se accede solo por bote o lancha a través del estero.
Pero la Policía no habla de fosas comunes, sino de "tres hallazgos de osamentas".
El jefe de la Dirección de Delitos contra la vida (Dinased), Henry Herrera, dice que las pistas dan a entender que hubo "intención de sepultarlos".
"La primera evidencia es que estos cuerpos no fueron abandonados a la intemperie, sino que fueron enterrados y estaban en orden", dice Herrera.
Daniel Pontón, investigador de la Escuela de Seguridad y Defensa del Instituto de Altos Estudios Nacionales (IAEN) llama la atención sobre este punto.
"Los criminales buscan visibilizar la violencia, cuando matan a una persona dejan el cadáver a la vista de todos" porque quieren enviar un mensaje, pero detrás de la fosa está "la lógica de esconder cadáveres que no quieren que se revelen".
Este hallazgo "sigue un guion trágico de las prácticas del crimen organizado en otros países", dice Pontón.
Para el investigador, hay varias interpretaciones: "da para pensar en los falsos positivos; es decir, la desaparición de los cuerpos de personas que fueron asesinadas por error, encubrir prácticas e incluso demuestra que no ha habido una buena estrategia del Estado en el combate al crimen".
Esto tiene que investigarse de manera profunda e imparcial, el país debería pedir ayuda internacional.
Daniel Pontón
La fosa de El Guasmo puede no ser la única, advierte Pontón, y podría ser una manera de ocultar un creciente número de asesinatos.
El Guasmo y la violencia
Punta Arrecha es el nombre con el que la gente comenzó a llamar a un sector de la Cooperativa Batalla de Tarqui, en el Guasmo Sur.
En esa misma zona de la ciudad, hace un año asesinaban a una persona cada 48 horas, ahora los muertos se cuentan a diario.
Del total de muertes violentas que se registran en Guayaquil (809), aproximadamente el 40% ocurre en el Guasmo.
También fue el escenario de una horrenda masacre, cuando seis personas fueron asesinadas por 13 hombres con pasamontañas, que dispararon en una cancha de la Playita del Guasmo.
Don Bruno, quien vive desde hace 40 años en el Guasmo, recuerda al barrio tranquilo y seguro, cuando entre los vecinos se conocían.
"Cuando era niño y mi mamá salía a trabajar, ella sabía todos mis movimientos porque los vecinos estaban pendientes de los niños que nos quedábamos en casa, pero eso ha cambiado", dice Don Bruno (nombre ficticio para proteger la identidad del testigo).
El Guasmo no lucía como ahora. "Antes las calles estaban llenas de lodo, uno dejaba la casa de caña cerrada, pero no había ese peligro de ahora, con personas armadas", agrega Lucía.
Ella vive desde hace 30 años en una de las 60 cooperativas que conforman el Guasmo, donde más de 500.000 personas se hacinan en pequeñas casas.
"Hasta hace dos años podíamos salir de las casas y conversar, ahora eso es imposible, todos andan armados", relata Lucía.
Pistas de secuestrados
El distrito Sur, es el sector más apetecido por grupos delictivos por estar ubicado estratégicamente a orillas del estero y cerca del puerto, por las rutas de entrada y salida para la distribución de cocaína.
En todos los barrios que están en la ribera del Guasmo, opera la banda de Los Lagartos.
Pero también hay otras bandas "de tumba puertas, dulces sueños, de microtráfico, las que contaminan los buques con droga", enumera Don Bruno.
La Policía lo sabe "porque se le entrega información, se le da la ubicación, todo lo que piden, pero no entendemos por qué no logra resultados", se queja Don Bruno.
No le asombra el hallazgo de las osamentas en Punta Arrecha.
"Ese lugar ya era conocido que lo usaban para matar a los secuestrados, y se sabe eso porque ahí dejaron a un hombre que fue secuestrado, pero sobrevivió. Salió nadando por el estero", dice Don Bruno.
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