Familiares pagan los costos de los presos en cárceles de Ecuador
Los familiares de las personas privadas de la libertad deben buscar recursos para dotarlos de comida, protección y comunicación dentro de las cárceles.
Los familiares de los detenidos son los que corren con gastos de alimentación, salud y seguridad.
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Los familiares de una persona detenida deben gastar hasta USD 240 al mes en protección, alimentación, higiene y comunicación, reveló un estudio de la consultora Kaleidos.
El Estado no cubre los gastos de los detenidos, lo que hace florecer emprendimientos entre rejas para que los internos puedan proveerse de jabón, detergente, artículos de limpieza y alimentos.
"La corrupción ha crecido y las cárceles se han vuelto carísimas", aseguró Jorge Núñez, cofundador de Kaleidos.
"Una familia gasta entre USD 120 y USD 240, o sea, entre un tercio y dos tercios de un salario mínimo vital, para sostener a un familiar encarcelado", dice Núñez.
El salario básico unificado en Ecuador es de USD 400.
El cálculo no incluye el gasto en abogados ni costos judiciales.
La comida
Núñez explicó que el Estado destina USD 2,5 dólares diarios para la alimentación de los detenidos, monto que no alcanza para cubrir las necesidades de un ser humano.
La noche del viernes 1 de octubre fueron liberadas personas de la tercera edad de la Penitencia del Litoral de Guayaquil.
Al salir de prisión dijeron que su última comida había sido el desayuno del martes 28 de septiembre, minutos antes de que iniciara la masacre de 119 presos en la Penitenciaría.
"Nos hemos mantenido con galletitas, pan", dijo a periodistas un hombre que llevaba una sonda y que no se identificó.
Núñez aseguró que en otros países el Estado paga por la alimentación y otras necesidades básicas de los internos, "esto no sucede en el Ecuador, donde son los familiares los que los mantienen", añadió.
Según el estudio, el costo mensual en comida puede alcanzar los USD 60, mientras que los artículos de aseo llegan a USD 38.
El sábado, el Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Adultas Privadas de la Libertad (SNAI) informó que, por seguridad, suspendió el servicio de comida para los detenidos.
El domingo, el organismo comunicó que había retomado la distribución de alimentos.
El peso recae sobre las mujeres
Según datos de la Defensoría del Pueblo, en Ecuador la población carcelaria está compuesta en un 92% por hombres y en un 8% por mujeres.
Esto significa que la mayoría de mujeres debe ser cabeza de familia como consecuencia del encarcelamiento de sus padres o esposos.
Además de llevar el sustento a sus hogares, deben conseguir recursos para mantener a su familiar en el centro de detención.
"El 85% que corre con este gasto es mujer, además mujeres con un trabajo precario", afirmó Núñez.
Cecilia Prado tiene a su hijo Diego detenido desde hace tres años. Narra que antes de la detención ella era una ama de casa y que vivía sola con su marido, que era jubilado.
"Desde la detención de mi hijo me vi forzada a buscar ingresos, como por mi edad no conseguía empleo, comencé a vender cosas", relata.
"He hecho todo lo que cualquier madre haría por ver bien a su hijo, que aunque cometió un error, no deja de ser hijo".
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La sobrepoblación carcelaria, además de desbordar la capacidad de atención estatal, empoderó a las bandas que mantienen un perverso esquema de cobros.
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