Pese a los controles, aún ingresan armas y explosivos a las cárceles
La Comisión de Diálogo Penitenciario y Pacificación reconoce que hay más armas que antes en las cárceles. En la de Cotopaxi han decomisado dinamita.
El sistema de escáneres en la cárcel de Cotopaxi aún registra problemas, el 9 de febrero de 2022.
PRIMICIAS
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"Los enfrentamientos están al filo de la navaja”, dice Nelsa Curbelo, directora de la Comisión de Diálogo Penitenciario y Pacificación, al describir la situación en las cárceles de Ecuador.
No existe una tregua, porque “no enfrentarse supone tener confianza en el otro, y nadie confía internamente en los demás. La tregua ocurre siempre y cuando el otro también la haga”, dice Curbelo.
En una exposición, los siete miembros de la Comisión presentaron una radiografía de lo que han podido diagnosticar en los últimos dos meses, en varias visitas realizada a nueve centros penitenciarios del país, entre ellos la Penitenciaría del Litoral, la más peligrosa del país.
Los detalles que describieron son prácticamente los únicos que se conocen sobre lo que sucede en las cáceles, ya que el Servicio Integral de Personas Privadas de Libertad (SNAI) no ha entregado la información solicitada por PRIMICIAS.
Los comisionados han podido constatar que uno de los dos escáneres de carga que se compraron para las cárceles, por USD 6 millones, ha sido instalado en la Cárcel Regional de Guayas.
“Las últimas veces que hemos estado, pasamos por un escáner con comprobación muy sofisticada, desde la cara”, explica Nelsa Curbelo.
Pero aún así, las armas continúan ingresando, comprobó la Comisión en una de las visitas que hicieron a la cárcel de Guayaquil.
“Nos dicen que adentro hay más armas ahora que antes. Hay una corrupción impresionante y está ligada a quienes tienen la posibilidad de entrar”, dice Curbelo.
"No está funcionando el control del ingreso de armas, nosotros hemos visto las armas dentro de la cárcel, y no cualquier tipo de arma".
Nelsa Curbelo, directora de la Comisión de Pacificación.
También han podido constatar el inicio de intervención en la infraestructura de las instalaciones de La Roca, ya que uno de los tantos proyectos planteados por las autoridades era el traslado de los cabecillas de las bandas delincuenciales a ese centro carcelario.
Pero la Comisión ha recomendado no reubicar a los presos en este momento para evitar conflictos en los pabellones.
La Comisión reconoce que en el tiempo que estará en funciones no va a erradicar la violencia, ni la crueldad en las cárceles, y que además aumenta en las calles, donde se han producido 386 crímenes violentos en el país en lo que va del año, 235 más que en el mismo periodo de 2021.
Pero la relativa calma en la Penitenciaría también respondería a una intervención de la Comisión, que cuando ha conocido de alertas "se ha logrado hablar con los encargados para que paren cualquier enfrentamiento o posibles motines”, dice Curbelo.
Explosivos en la cárcel de Cotopaxi
El viernes 28 de enero de 2022, Esteban A., alias 'Lobo menor', líder de la banda de Los Lobos, salió en prelibertad de la cárcel de Cotopaxi, donde cumplía una sentencia de 20 años por asesinato.
Dos días después de su liberación, el coronel Juan Carlos Salazar, entonces jefe de la subzona Cotopaxi, informó que decomisaron material explosivo en el cuarto de máquinas de la etapa de mínima seguridad.
En el sitio hallaron siete tacos de dinamita, cuatro emulsionantes, siete emulsiones explosivas con cápsulas detonantes no eléctricas y mecha lenta listas para ser activadas.
El coronel Salazar manifestó que existen bandas organizadas en ese centro de rehabilitación que usan armas punzantes y de fuego, así como tacos de dinamita para los enfrentamientos.
Las labores de control se dificultan porque los escáneres están dañados y aún no hay respuesta del Servicio de Atención a Privados de la Libertad (SNAI) para repararlos.
El oficial indicó que urge un dispositivo de seguridad para el centro de carga, con el que se podrá controlar lo que ingresa al economato para la alimentación de los detenidos.
Según Salazar, la Policía solo realiza un control físico a los camiones que llegan al centro penitenciario, por lo que es difícil saber si llevan armas, tacos de dinamita o granadas.
"Lo único que se hace es un control manual, aunque hasta el momento no se ha informado de ningún tipo de novedad", indicó.
El SNAI anunció la intención de construir un búnker en la cárcel de Latacunga, en la zona que fue destruida durante el motín del 21 de julio de 2021, y que dejó 22 muertos y medio centenar de heridos.
El entonces director del SNAI, Fausto Cobo, explicó que la idea es hacer un centro de operaciones con paredes de concreto y puertas blindadas, en lugar de las mallas y accesos simples que existen hasta ahora.
El encargado de la obra sería el Cuerpo de Ingenieros del Ejército, mientras que la Universidad de las Fuerzas Armadas se enfocaría en el aspecto tecnológico, que también fue destruido.
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La Comisión de Pacificación, conformada en diciembre, ha visitado 11 cárceles y se ha reunido con los cabecillas de cuatro bandas delincuenciales.
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