El control antidrogas sufre bajas por las manifestaciones
El 20% de los agentes policiales del país fue reubicado para atender las manifestaciones. El narcotráfico aprovecha la crisis para operar.
Droga incautada en el puerto de Guayaquil, 17 de junio de 2022.
Gobernación del Guayas
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El narcotráfico aprovecha la crisis social y política que vive el país para operar sus negocios ilícitos. Solo entre el 13 y 22 de junio de 2022, en el periodo de las manifestaciones, se han incautado ocho toneladas de drogas.
Eso significa que en 11 días, la Policía capturó casi el 8% del total de seis meses, periodo en el que se decomisaron 103 toneladas de drogas.
“Todo lo que tiene que ver con la paralización del país, obliga a que la Policía distraiga las labores habituales de los distintos servicios para operativos de mantenimiento del orden”, dice Alain Luna, director de Investigación de la Policía.
La Policía ha movido al 20% del personal en cada unidad de todo el país para atender a las provincias en estado de excepción y, sobre todo, en Quito, el epicentro de las manifestaciones.
“Eso significa que se disminuye el personal en el control del microtráfico, del grupo fronterizo, puertos y aeropuertos", explica Luna.
El oficial agrega que "todo eso es aprovechado por la delincuencia organizada, que no tendrá las dificultades o controles de antes. Eso permite que incremente su actividad”.
La Unidad Antinarcóticos, por ejemplo, ha movido al 25% de sus agentes y los que han quedado tienen que duplicar las tareas, tanto operativas como administrativas.
La reducción del número de agentes también se ha dado en las Unidades de Policía Comunitaria, que en algunas poblaciones incluso se han cerrado por completo, “por precautelar la vida de los policías que eran amenazados en ciertas locaciones”, dice Luna.
Las protestas, distractores de la Policía
“Las marchas son los distractores que tenemos en la Policía, porque debemos atender las manifestaciones, las caravanas en Guayaquil, los problemas en los mercados, y además están tratando de sacar la droga”, dice Víctor Zárate, comandante General de la Policía de la Zona 8.
A la zona 8, donde se incauta el 60% de la droga de todo el país y donde hay más muertes violentas, también le quitaron 300 de los 600 policías que las autoridades prometieron para reforzar la seguridad.
"Esto impacta a la organización establecida y hemos tenido que mover personal administrativo para otras tareas”, sostiene Zárate.
A pesar de eso, en estos 11 días se han hecho 301 operativos para incautar drogas y se detuvo a 358 personas a las que se les encontró 24 armas de fuego y cerca de 600 municiones.
De las ocho toneladas capturas, el 50% se lo ha hecho en los puertos y el otro 50% en las vías, obstaculizadas por los manifestantes.
“Es evidente que hay un mayor tráfico, una mayor salida de drogas, y esos controles están más debilitados porque gran parte de la fuerza pública está concentrada en las manifestaciones”, dice el coronel del Ejército en servicio pasivo, Mario Pazmiño.
Otro factor que incide en la cantidad de droga incautada es que junio es uno de los meses de cosecha de la coca en Colombia, por lo que el tráfico aumenta en esta temporada.
Para Alain Luna, la situación también preocupa a futuro, porque los manifestantes han destruido completa o parcialmente patrulleros, motocicletas, UPC y el distrito de Puyo, que fue quemado totalmente.
“Los ciudadanos empezarán a reclamar porque no hay UPC. En 2019 destruyeron la dependencia policial de la 24 de Mayo. Hasta ahora no hemos podido reabrirlo, pero la gente lo reclama. ¿Quién va a responder por estos daños?”, se pregunta Luna.
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