En las parroquias rurales, el correísmo tiene mayor apoyo
2,3 millones de personas votaron en la primera vuelta en las parroquias rurales del país. El 36,58% apoyó a la candidata del correísmo, Luisa González, versus un 19% que votó por Daniel Noboa.
Mujeres hacen fila para votar en la parroquia rural de Tarqui, en Cuenca, el 20 de agosto de 2023.
AFP
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En el padrón electoral de estos comicios están registrados 3,14 millones de ecuatorianos que viven en la zona rural. Estos ciudadanos representan el 23,8% de los electores, y están distribuidos en 821 parroquias rurales.
En la primera vuelta electoral, 2,3 millones de personas votaron en estas áreas. Y al analizar cómo votaron, se puede evidenciar que hay una diferencia entre el voto en las parroquias rurales y en las urbanas.
La tendencia es la misma que a escala nacional. En las zonas rurales, Luisa González, de Revolución Ciudadana, fue la candidata más votada, seguida de Daniel Noboa, de la alianza ADN. Sin embargo, la diferencia es más profunda entre estos los dos presidenciables que pasaron a la segunda vuelta.
Si se consideran sólo los votos de las parroquias rurales, González obtuvo el 36,58%. Esto quiere decir que la candidata del correísmo tuvo mayor apoyo en la ruralidad que el que logró en las zonas urbanas (32,68%).
Mientras que en el caso de Noboa, su apoyo viene principalmente de lo urbano. El candidato sacó un 19,9% en las zonas rurales, versus el 24,5% que tuvo en las áreas urbanas.
La fuerza del voto rural
181 y de los 221 cantones de Ecuador tienen parroquias rurales. La mayor parte de estos votantes están en el cantón Quito, en parroquias como Conocoto y Calderón, dos de las más grandes, están consideradas como rurales.
Sin embargo, en el resto del país, el voto rural no tiene mayor impacto sobre el total. Aunque en las provincias de la Amazonía se acerca a la mitad de los electores.
Aun así, en la mayoría de cantones no hay diferencia entre el ganador en las parroquias rurales y el ganador en los resultados totales del cantón. Pero sí hay 19 cantones en los que los resultados son distintos, y se puede decir que allí, el voto urbano se impuso.
Es el caso, por ejemplo, de Ibarra, la capital de Imbabura. En ese cantón, la zona rural le dio el triunfo a Luisa González, pero la urbana a Daniel Noboa, y él se llevó el triunfo en el cantón. Lo mismo sucedió en Tulcán, la capital de Carchi.
Y en los cantones Mejía y Rumiñahui, de la provincia de Pichincha: González triunfó en las parroquias rurales, pero Noboa en las urbanas. Y el ganador en ambos cantones fue Noboa.
En el cantón Morona, en donde está Macas, la capital de la provincia, pasó lo contrario. Allí, el ganador en las zonas rurales fue Yaku Pérez, mientras que en la zona urbana la triunfadora fue González.
El aporte rural y urbano
Aunque la relación entre los votantes urbanos y rurales a escala nacional es de casi 80-20, hay candidatos que se beneficiaron más del voto rural.
Por ejemplo, el voto de Yaku Pérez (Claro que se puede), por ejemplo, está compuesto en un 43% por las zonas rurales. Mientras que en el caso de Luisa González, llego al 25,99%.
Para Daniel Noboa, en cambio, las parroquias rurales apenas le aportan el 20,55% de sus votos.
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