Víctor Bravo: Con los mismos de siempre no mejorará la imagen de la Asamblea
El candidato que encabeza la lista de asambleístas nacionales del movimiento Amigo, Víctor Bravo, explica que las principales propuestas que llevarán a la Asamblea serán sobre seguridad y reformas legislativas.
Víctor Bravo, candidato a la Asamblea Nacional por el movimiento Amigo, en una entrevista en Notimundo, el 1 de agosto de 2023.
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Con las elecciones extraordinarias acercándose, las organizaciones políticas aceleran su campaña. El candidato a asambleísta nacional por el movimiento Amigo, Víctor Bravo, habla sobre las expectativas que tienen en caso de llegar a la Asamblea.
Esta es la primera vez que la organización política participa en unas elecciones legislativas y la segunda que presentan un candidato presidencial. Sin embargo, esperan obtener representación para el Parlamento.
De todas formas, el candidato reconoce que las fuerzas políticas que lleguen a la próxima Asamblea tendrán un trabajo complicado, ya que no cree que ningún partido logre obtener una 'aplanadora'. Es decir, una bancada legislativa de mayoría.
En conversación con PRIMICIAS, Víctor Bravo, cuenta cuáles son los objetivos que quieren cumplir en caso de llegar a la Asamblea:
¿Cuáles son las principales propuestas legislativas del movimiento Amigo?
Llegamos con una propuesta clara, que dé respuestas urgentes al pueblo ecuatoriano y parte de esas respuestas es, principalmente, el tema de seguridad, que es lo que más aqueja a la ciudadanía.
Planteamos reformas al Código Orgánico Integral Penal (Coip). Estamos de acuerdo con el endurecimiento de penas, pero no estamos de acuerdo con el cumplimiento paralelo de las penas. Y proponemos que se incluyan los nuevos delitos, tipificados tal cual son, como el tema de los 'vacunadores' (extorsionadores).
Ya se plantearon reformas en 2021 y en 2023 y se incrementó la pena para el delito de extorsión, así como se tipificaron nuevos delitos, como el ciberacoso. Pero un delito que está tomando muchísima fuerza es el de los 'vacunadores'.
Pero si no lo tipificamos como es, existen estas lagunas y hacen que la Policía no elabore bien el parte, que la Fiscalía no formule bien los cargos y que los jueces se abstengan de dictaminar sentencias.
También hemos planteado una reforma a la Ley de la Función Legislativa, aunque no es urgente, pero no deja de ser importante. Porque somos el único parlamento que les da a los asambleístas cinco opciones al momento de votar: Sí, No, Abstención, Blanco y ausentarse.
Por eso planteamos que haya solo dos opciones, porque el pueblo ecuatoriano necesita saber cuáles son las posturas de los legisladores, para eso los eligen.
Tampoco estamos de acuerdo que las autoridades del Consejo de Administración Legislativa (CAL) y de las comisiones estén dos años y se puedan reelegir. Debería ser como en el legislativo de Costa Rica, donde las autoridades están solo un año y cambian.
Porque son los espacios de toma de decisiones, porque si hay un legislador que no le conviene que se trate una ley, serán el principal bloqueo para que estas leyes no se tramiten.
La Asamblea dejó 562 proyectos legales represados, ¿cómo trabajarán con ese pendiente y con las propuestas nuevas que lleguen?
Hay que dejar de lado las agendas personales. Los 137 nuevos legisladores vamos a tener el ojo ciudadano vigilándonos y los medios de comunicación.
Al pueblo ecuatoriano no le podemos fallar y hay que generar consensos y poner los temas sobre la mesa con transparencia total. Tanto al Ejecutivo como al Legislativo que lleguen, les va a convenir que se evacuen los temas de seguridad, los temas represados.
Leyes hay suficientes y se han presentado proyectos en cantidad y hay que revisarlos, por ejemplo el Código de la Salud que lleva ocho años esperando y sigue en el limbo, el Código de la Niñez, el Código del Trabajo, con 90 años en vigencia.
Todas esas intenciones dependerán de la voluntad política en la Asamblea, ¿cómo lograrlo sin una mayoría?
Se avizora un crisol de ideologías en este nuevo Parlamento y ninguna de las organizaciones políticas va a tener los 71 legisladores o 92 que se necesitan para ciertos proyectos y decisiones.
Ese mito de que va a haber una aplanadora, que hay una fuerza política que está dominando el país, no es tan cierto, al menos en el tema del Legislativo.
Pero para llegar a consensos necesitamos poner sobre la mesa los temas con transparencia. Hay que deponer agendas personales e incluso partidistas y empezar a pensar en un proyecto de nación y en la recuperación institucional del Estado.
Pero hay que aclarar algo, si alguien dice que va a llegar con 19 o 17 proyectos de ley, le está mintiendo a la gente. En este corto tiempo lo único que hay que hacer es poner la casa en orden y devolver la institucionalidad a la Asamblea.
¿Qué plantean para el trabajo de fiscalización?
Hay legisladores que usan la fiscalización como trampolín político y hay que deponer las agendas personalistas. Para nosotros es prioridad fiscalizar el tema de la seguridad social, la salud, la agricultura, la educación, que son aristas que han estado completamente olvidadas.
Por ejemplo, es inaudito que la gente se muera en las puertas de los hospitales porque no hay medicinas, porque la seguridad social los deriva a ciertas clínicas y no los quieren atender porque el IESS no está al día con los pagos.
Tiene que haber un responsable político de esto y son ellos los que tienen que responder. Y la responsabilidad política no termina cuando dejan el cargo y viene un nuevo gobierno. Tenemos un tiempo más para iniciar los procesos de fiscalización.
Además, vamos a empezar un proceso riguroso de fiscalización casa adentro. ¿Le parece justo que la Asamblea esté a puerta cerrada y que haya cierta cantidad de pipones, que sin hacer nada, estén cobrando sueldos de entre USD 2.000 y USD 4.200?
¿Cómo podrán mejorar la imagen y credibilidad tan golpeada que dejó el Legislativo disuelto?
Con los mismos de siempre, no lo vamos a lograr. Si volvemos a elegir a los mismos, que lamentablemente de los 137 destituidos, cerca de 70 están en papeletas, no vamos a recuperar la institucionalidad de la Asamblea.
Para eso hay que darle paso a gente nueva, gente proba. A gente que no esté manchada ni involucrada en la vieja politiquería. Frente a eso hemos planteado listas de candidatos que respondan a las necesidades del pueblo ecuatoriano.
El 20 de agosto tenemos una oportunidad histórica para darle un quiebre definitivo a la forma de hacer política. Si queremos una Asamblea diferente, debemos reflexionar nuestro voto.
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