Ecuador elige presidente a la sombra de fusiles y chalecos antibalas

Las elecciones extraordinarias en Ecuador dan cuenta de cómo el país se convirtió en un estado atemorizado por las mafias criminales y la inseguridad. Son imágenes que han recorrido el mundo y muy similares a regímenes dictatoriales en África o en países donde el narcotráfico ya tiene raíces.

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Y en medio de ese miedo, tanto ciudadanos como los candidatos presidenciales eligieron votar a primera hora.

Los principales postulantes llegaron a los recintos electorales 'encerrados' en cordones militares y de seguridad propia.

Hubo casos extremos, como ocurrió con el candidato de Construye, Christian Zurita, que votó con casco, chaleco y hasta detrás de una colcha antibalas.

En la noche del sábado, el propio Zurita, que reemplazó a Fernando Villavicencio en la papeleta, denunció amenazas de muerte en su contra.

Temprano en la mañana, el presidente Guillermo Lasso inauguró la jornada en Quito, también 'arropado' por una colcha antibalas. Luego acudió a votar en Guayaquil, donde se desplegó un fuerte cordón de seguridad que examinó el lugar antes de que el Mandatario ingrese.

En los recintos electorales las medidas de seguridad son extremas. Nadie que porte mochilas puede entrar. Los militares equipados con armamento pesado apuntan con sus fusiles.

Mientras que los más de 100.000 policías desplegados a nivel nacional revisan a todo aquel que resulta 'sospechoso'.