Los candidatos difunden sus propias encuestas para captar más votos
El CNE ha aprobado a 10 encuestadoras para que difundan los sondeos de intención de voto antes de las elecciones de agosto de 2023. Estas herramientas pueden usarse para incidir en la decisión de la ciudadanía.
Personas sufragando durante las elecciones del pasado 5 de febrero de 2023.
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Falta poco más de un mes para ir a las urnas y escoger a nuevo presidente y asambleístas. En este escenario, en redes sociales proliferan una serie de encuestas que dan como ganador a uno u otro candidato en las próximas elecciones.
De momento, hablar de tendencias es complicado. La mayoría de encuestas habla de una indecisión alta, por lo que aún es difícil predecir qué va a pasar el próximo 20 de agosto.
Aun así, la proliferación de encuestas puede ser una técnica para incidir en la opinión pública y en la intención de voto, a criterio de analistas. La publicación de resultados de sondeos de opinión puede ser usada por los equipos de campaña para su beneficio, o para perjudicar a otros candidatos.
Por ello, es recomendable tener cuidado de la información que se difunde en redes sociales. Pues, además de encuestas reales, es posible encontrar sondeos manipulados y mediciones con técnicas cuestionables, que se deben leer con precaución.
El objetivo de difundir encuestas en elecciones
La publicación de encuestas se repite en todas las elecciones. Los candidatos generalmente contratan estos sondeos para crear sus estrategias de y medir si están funcionando. Por lo tanto, son herramientas para los equipos de campaña.
Sin embargo, cuando los resultados de las encuestas pasan a ser públicos, esto también una estrategia de campaña. Pedro Donoso, analista y director de Icare, asegura que esta es una decisión de los "cuartos de guerra" de los candidatos, que busca generar un sentimiento de movilización del electorado.
"Lo que se pretende es ganar el voto blando y semi blando, y ayudan a construir mitos como que el público anticorreísta va a votar por un candidato, pensando que va a poder derrotar al correísmo en la segunda vuelta", sostiene Donoso.
Los sentimientos que una encuesta puede generar son, por ejemplo: el miedo, la identificación o la valoración de gestión. Sin embargo, asegura que no hay evidencia científica de qué incidencia real tiene la publicación de encuestas sobre la decisión del voto en la ciudadanía.
Aun así, la publicación de encuestas busca influir en los votantes indecisos, sostiene Diego Tello, de Infinity Estrategas.
En la actualidad, con la polarización entre correísmo y anticorreísmo, cree que estos sondeos buscan posicionar a ciertos candidatos como el segundo después de Revolución Ciudadana, que podría pasar a la segunda vuelta.
Tello agrega que estas estrategias se enfocan especialmente en el votante indeciso, el que no ha definido aún a quién le dará su voto, pero lo está analizando.
Por ello, para no caer en posibles manipulaciones, cree que hay que saber leer las encuestas y sus características.
Cómo identificar encuestas confiables
Las encuestadoras que deseen publicar resultados y difundirlos a través de los medios de comunicación tienen que estar registradas en el Consejo Nacional Electoral (CNE).
Este organismo estableció en un reglamento los requisitos que deben cumplir las personas naturales y empresas que difunden encuestas de intención de voto y las que hacen exit polls o encuestas a boca de urna el día de las elecciones.
De momento, el CNE ha aprobado a 10 encuestadoras para realizar sondeos de opinión:
Tello sostiene que esta aprobación en el CNE es una primera buena señal de que los resultados son confiables, pues en redes sociales se difunden resultados de encuestas que muchas veces ni siquiera tienen el nombre de una encuestadora.
Pero el punto en el que más debe fijarse la ciudadanía el momento de recibir una encuesta es la ficha técnica o ficha metodológica, coinciden Tello y Donoso. Según el CNE, esta debe contener al menos:
- La fecha o periodo del trabajo de campo (recolección de la información).
- El tipo o tamaño de la muestra, que deberá ser estratificada y ponderada.
- La metodología de selección de los encuestados.
- El margen de error.
- La base de datos de los lugares en los que se realizó la encuesta.
El punto más importante, según los analistas, es la estratificación de la muestra, es decir, que la muestra (los encuestados) contenga los mismos estratos que tiene el padrón electoral: que tenga encuestados en zonas urbanas y rurales, ubicados en distintas ciudades, con distintas edades y distintos niveles de ingresos.
Donoso además advierte sobre las mediciones en redes sociales, que no tienen ninguna metodología y no deberían ser tomadas como confiables.
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