Seis técnicas para dejar de procrastinar
Procrastinar puede convertirse en un hobby para las personas. Aquí le compartimos seis herramientas para dejar de hacerlo.
Procrastinar es el resultado de posponer a lo largo del tiempo las responsabilidades de la vida cotidiana.
Archivo Mundo Diners
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Como lo explica Garland Coulson en su libro 'Deja de perder el tiempo', en la mayoría de casos, procrastinar no es el resultado de la falta de tiempo, sino de tomar ciertas decisiones para evitar hacer las tareas que estamos posponiendo.
Por ello, para romper con estos hábitos lo principal es averiguar por qué usted elige centrarse en otras cosas, en lugar de en las tareas que realmente tiene que hacer. “En otras palabras, necesita entender cuál es su recompensa por seguir postergando”, apunta el autor.
Para Coulson, cuando la gente aplaza sus actividades, está evitando algún tipo de experiencia que le resulta desagradable y se relaciona especialmente con tareas:
- Aburridas o poco interesantes
- A largo plazo con fechas límite poco o mal definidas
- Desagradables
- Asociadas a un conflicto
- Delegadas por una persona que me desagrada
Técnicas para no procrastinar
- Fíjese objetivos factibles y divisibles. La profesora Susana P. Gaytán en su artículo 'Los buenos propósitos, mejor de uno en uno', plantea que los objetivos deben ser grandes para que valga la pena luchar por ellos. Sin embargo, “es interesante que, a la vez, se puedan dividir en pequeños pasos, de ser posible, cuantificables, que nos permitan dosificar el esfuerzo”.
- Ejercite la autodisciplina. Establezca metas pequeñas y cúmplalas a pesar de las dificultades. Por ejemplo, hoy prométase que mañana se levantará de la cama, apenas suene la alarma y que no la postergará cada cinco minutos.
- Disminuya distracciones. Es recomendable que no tenga el celular a mano y la televisión apagada. Además, cuide las condiciones ambientales para desempeñar la tarea cómodamente.
- Evite la perfección. El objetivo final es realizar las tareas pendientes, no hacerlas perfectas. Ese nivel de autoexigencia aumenta el estrés, ya que siempre identifica algo por mejorar o desiste en el intento porque se ve incapaz de hacerlo.
- Fije fechas de entrega promedio. A la mayoría de las personas le infunde un sentido de urgencia mucho mayor la fecha de entrega en días. Hacerlo así le dará el empujón que necesita para dejar de procrastinar.
- Hágalo público. Si es algo importante, hable de ello con su familia y con amigos, publíquelo en sus redes sociales o en su blog. Eso le ayudará a sentirse responsable y comprometido y le costará aplazar el trabajo.
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