Studio 54 revolucionó la cultura del ocio nocturno
A finales de los años 70, las pistas de baile de la discoteca neoyorquina Studio 54 revolucionaron la cultura del ocio nocturno. Este lugar se convirtió en la república de las transgresiones.
Archivo Mundo Diners
Personalidades como Mick Jagger, Liza Minnelli, Truman Capote y Andy Warhol eran clientes de Studio 54.
Autor:
Actualizada:
Compartir:
Esta nota está basada en el artículo Studio 54, la república de las transgresiones, de Fernando Hidalgo Nistri, publicado en Mundo Diners.
La idea de Studio 54 fue de dos jóvenes y ambiciosos empresarios. Ellos eran Ian Shrager y Steve Rubell. Sin embargo, lo sorprendente del Studio 54 fue que influyó en los comportamientos sociales de la época y lo hizo institucionalizando todo lo que en aquel entonces se consideraba transgresor.
De hecho, la esencia de las pistas de Studio 54 fue lo insólito y lo extravagante.
Consecuentemente, en este espacio la música disco y pop lograron dar el paso del 'underground' al 'mainstream' del momento. Por lo tanto, el local marcó una tendencia y se convirtió en toda una leyenda.
Truman Capote, uno de asiduos clientes del lugar, lo definió como el "club del futuro".
Memoria de Studio 54
Studio 54 funcionó en un viejo edificio que había sido un estudio televisivo de la CBS. Se trataba de un espacio muy amplio situado en el corazón de Manhattan y a tan solo tres cuadras de Central Park.
Cuando Shrager y Rubell lo compraron, aprovecharon todo lo que había: palcos, escenarios y las parrillas de luces de quienes fueron sus últimos inquilinos.
Pero eso no es todo, la estética de la discoteca la crearon escenógrafos de Broadway y Studio 54 se convirtió, además, en pionera de efectos especiales e iluminación.
En este lugar se popularizó la bola de espejos, el universo 'glitter', con las lluvias de purpurina y los chorros de espuma.
El logotipo del local fue diseñado por Gilbert Lasser, que era un diseñador de vanguardia con exposiciones en el MoMA.
Empezó la fiesta
Desde el primer día, Studio 54 se convirtió en la discoteca más 'cool' de la urbe neoyorquina.
Para la inauguración se distribuyeron más de 5.000 invitaciones a famosos de la época como Mick Jagger, Liza Minnelli, Salvador Dalí, Truman Capote.
Todo ello estuvo a cargo de Carmen D’Alessio, una relacionista pública de alto nivel. El acto inaugural fue un éxito rotundo y tuvo como padrinos a: Calvin Klein y Andy Warhol.
Tal fue la popularidad que adquirió el club que, luego de su apertura, miles de personas solían agolparse frente a la entrada a la espera de poder ingresar.
“La entrada era una dictadura, mientras que la pista era una democracia plena”.
Truman Capote
Se formaban colas interminables que obligaban a la policía a intervenir. Pero Rubell y sus ayudantes seleccionaban a los que podían entrar o no. 'You are in', era la palabra mágica que abría las puertas del paraíso.
El requisito para ingresar era ser original, glamuroso o bello.
Compartir: