¿De qué nos reímos?
Ya lo dijo Humboldt cuando nos describió: "los ecuatorianos se alegran con música triste". Pero, con el respeto que su opinión merece, cabe actualizarla. Y entonces, hoy, ¿qué nos hace reír?
Risas apertura
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Esta nota está basada en un artículo de la revista Mundo Diners, de abril, titulado ¿De qué nos reímos los ecuatorianos?, de Paulina Simon Torres.
La pregunta resulta muy ambiciosa, si pretendemos recoger en una respuesta los motivos de las carcajadas de casi 18 millones de ecuatorianos. Por ello haremos el ensayo con Paulina Simon Torres, columnista de Mundo Diners.
Ella se confiesa como una persona con facilidad para hacer reír, pero no para reírse. Y a partir de esa declaración se embarca en la búsqueda de las causas de su propia risa.
En ese camino, primero pregunta en Facebook ¿qué hace reír a la gente? Recibe más de un centenar de comentarios. En ellos se incluyen videos de gatos, memes, GIF y un largo etcétera.
Apuntes sobre el humor
- La risa reduce la presión arterial, estimula el funcionamiento de los pulmones. También hace que el sistema inmune funcione mejor, alivia el dolor, libera endorfinas y fortalece la musculatura. Hay terapias que llevan su nombre y médicos, de la talla del gran Patch Adams, inventor de la risoterapia, que han dedicado su práctica a hacer reír a los enfermos para sanarlos o aliviar su dolor.
En busca de un eslabón perdido
En el terreno de la preocupación por no reírse lo suficiente, nuestra "conejilla de Indias" decide recurrir a un viejo amigo de la universidad: el comediante Ave Jaramillo. Él la invita a su show titulado 'Traerás melcochas'.
Con la idea de que el chiste es un bálsamo para la incomodidad, Paulina va al teatro. Ahí se encuentra con ese amigo que armó su propuesta escénica, basado en un recorrido por el Ecuador y en su mantra: "La comedia está en todo, solo hay que aprender a verla".
Y es que para el Ave la comedia es un ejercicio de sinceridad y de cinismo. Este último un ingrediente tan necesario para burlarse del otro y a su vez no dejarse afectar, por lo que ese otro diga de él.
El resultado de la fórmula del Ave cala en Paulina, quien al final del show descubre que no se acuerda de ningún chiste en particular. Pese eso su rimel se ha corrido y tiene la cara estirada de tanto reír.
"Me impresionó su enorme libertad de palabra, una libertad que brinda poder. El poder decir lo que quieres, lo que te da la gana, frente a quien sea".
Paulina Simon Torres
Paulina va un paso más allá y descubre que en le chiste que termina -o que al menos debería terminar- en risa, hay una suerte de complicidad que hermana. Se trata de una suerte de farsa compartida.
"Reírte de tu país, de la gente, de “tu gente”, de la masa a la que perteneces, de las cosas que nos avergüenzan, pero de lo que te puedes burlar para hacer de tu camino y el de los demás algo más placentero", anota.
El chiste y el inconsciente
- En el siglo XX Sigmund Freud le dedicó muchas horas al chiste y su relación con el inconsciente. Sus análisis abordaban además el modo liberador con el que el humor afecta o libera la psique. La periodista especializada en psicología, Edith Sánchez, lo explica así: “Freud consideraba que el chiste es uno de esos mecanismos para hacerle frente a la represión social, cultural o individual que nos genera displacer o neurosis”. En ese sentido, el psicoanalista hizo una amplia clasificación de las formas del humor y las motivaciones que encierra, a veces inocentes, otras veces hostiles y guiadas por la obscenidad.
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