Ignorar al otro por estar en el celular, la RAE dice "ya, no me ningufoneen"
Hacer caso omiso a la persona que está con nosotros con tal de estar pendiente del celular ya es una descortesía con nombre propio: 'phubbing'.
Una típica escena que revela falta de respeto y empatía con la pareja.
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Prestarle más atención al teléfono que a la pareja o a un contertulio no solo pone en riesgo las relaciones sentimentales y laborales, sino que denota un flagrante desconocimiento de los más básicos modales para vivir en sociedad.
No se quejen si sus parejas los dejan. Este mal ya tiene un nombre: 'phubbing' y las redes lo están denunciando con fuerza.
El boom de los teléfonos inteligentes y la proliferación de las redes sociales roba nuestra capacidad de prestar atención.
No olvidemos que de los grandes líderes se dice que tenían y tienen la capacidad de hacer sentir a cada persona única, importante, como si no existiera nadie más en el mundo, es decir, prestan atención.
Aquí una escena donde dos humanos se citan, pero no para hacerse sentir únicos sino para ignorarse.
Tan difundido está este aislamiento en compañía que la Real Academia de la Lengua Española de la Lengua ya tiene una traducción para el acrónimo 'phubbing': ningufoneo.
Así que ya saben, pueden reclamar "no me ningufonee". Suena feo, pero es más feo es ser ignorado.
Las redes sociales tienen su lado metafísico a ratos. Ahora resulta que el 'ningufoneo' tiene que ver con nuestros espíritus...
"La comunicación es fallida e imposible entre los seres humanos", sentenciaba Juan Carlos Onetti, en su novela 'El Astillero'.
Aquí vemos otro astillero, una escena que parte el corazón: un muchacho olvidado en plena mesa por su novia, pues ella tiene una relación más intensa con su celular:
Recuerden el 'Phubbing' distancia a las personas y "dicen que la distancia es el olvido", como dice el bolero.
Como a este bello gatito, que 'lo dejaron en visto' en una cita. 'Ningufoneado' en pleno viernes.
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