Un niño se pierde en el bosque y culpan a 'La Bruja', la aterradora leyenda de Netflix

No es intención de El Chat ponerles los pelos de punta, pero alístense a ver una película que les quitará la respiración. Estamos hablando de la cinta 'La Bruja', oscura historia de terror que brilla en la cartelera de Netflix.

En Nueva Inglaterra, siglo XVII, una familia se establece cerca de un bosque cuando el bebé del hogar se extravía y creen que todos son víctimas de una maldición. Pero, lo cierto es que el verdadero demonio se halla en sus creencias retrógradas.

Ana Villarins renombrada tiktoker nos regala una reseña muy ajustada a los hechos. Escuchemos que tal se llevó la joven Ana con 'La Bruja':

Las brujas, además de volar y cargar una que otra verruga en sus rostros, han venido rondando las creencias y mitos de la humanidad desde tiempos inmemoriales.

Para ir en busca de las primeras risas terroríficas de estas mujeres hechiceras debemos remontarnos a la Biblia y revisar el episodio cuando el rey Saúl, azorado por el futuro, consulta a la 'bruja de Endor'.

Posteriormente, en el período clásico, tomaron la forma de 'La estirge': un ser volador de la mitología que succiona la sangre para poder sobrevivir.

Fue hasta el renacimiento que, gracias al artista Alberto Durero, se configuró la imagen que hasta nuestros días tenemos de las brujas: mujeres voladoras, pérfidas, con una escoba en mano, de cuerpo corroído y nariz ganchuda.

La usuaria Natalia, quien ya vio 'La Bruja', agradece a Netflix por haber programado esta cinta del director canadiense Robert Eggers. Y, de paso, lanza una puya a la plataforma, que también tiene obras medianas.

Robert Eggers, a lo largo de su carrera, ha tenido una obsesión con el color y cada plano cinematográfico que rueda sostiene un diálogo intertextual con la pintura clásica.

En el caso de La Bruja, el internauta Sergio Tur pudo evocar la obra de Jean-François Millet, un explorador de parajes boscosos y la cotidianidad de los campesinos.

Ver cine, es también escuchar. Y en este sentido, La Bruja es una película que cuaja su contenido de espanto y terror en la ambientación sonora, además de esos claroscuros persistentes en sus locaciones boscosas.

Robert Eggers ya nos regaló en la película 'El Faro', una lección de cine, regresando a los manuales de la edición fílmica dictados por Sergei Eisenstein.

En definitiva, si sumamos la estulticia de unos años dogmáticos, las leyendas populares, una cabra negra como vivo retrato de Belcebú y ese aire de terror que embargan las entrañas de los bosques a medianoche, tenemos la pócima perfecta del mal: 'La Bruja'.