La reserva arqueológica del MuNa guarda la memoria de Ecuador
El Museo Nacional (MuNa) recopila la memoria de Ecuador desde lo prehispánico hasta lo contemporáneo. Solo el 1% de sus piezas se exhiben y la conservación es una tarea titánica.
MuNa Ecuador
En sus colecciones, el MuNa recopila un sinnúmero de piezas arqueológicas que reconstruyen la historia prehispánica de Ecuador.
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Esta nota está basada en el artículo Reserva Arqueológica del MuNa: las entrañas de la memoria, de Damián de la Torre Ayora, publicada en la revista Mundo Diners de septiembre.
El Museo Nacional (MuNa) guarda la memoria de Ecuador en cerca de un millón y medio de bienes. Esta cifra puede ir en aumento por la alta probabilidad de que, cada día, se encuentre un nuevo vestigio, de que un archivo devele más información o que su colección aumente por una nueva pintura o escultura.
A través de sus piezas arqueológicas y archivos históricos, el MuNa traza nuestra historia desde lo prehispánico hasta lo contemporáneo.
Pero, el MuNa también tiene su pasado y para contarlo hay que retroceder a 1839, cuando se funda el primer museo en lo que entonces era la incipiente República de Ecuador.
MuNa, más que una vitrina
Resguardar más de un millón de bienes amerita una gran responsabilidad que, hasta ahora, ningún Gobierno ha logrado dimensionar.
"Entendamos que un museo es mucho más que un lugar de exposición. Menos del 1 % de lo que poseemos es lo que puede admirarse".
Estelina Quinotoa Cotacachi, curadora de la Reserva de Bienes Arqueológicos del Ministerio de Cultura
Lo que no se enseña requiere recurso humano y un aporte económico para preservarlo.
En este punto hay que comprender que todo museo a escala mundial presenta solo una parte de sus bienes.
El Museo del Louvre, en Francia, por ejemplo, es el más visitado del mundo y es uno de los referentes en cuidado de reservas. De hecho, quienes visitan este espacio solo admiran 35.000 de las 48.000 piezas que posee. Es decir, que exhibe el 7% de su acervo.
El Louvre recibe 99 millones de visitas al año y cada persona paga USD 15. Pese a esto, necesita que el Estado cubre el 70% de su presupuesto. Solo para conservación requiere USD 23 millones al año.
El MuNa, en cambio, tiene USD 1.182 millones de presupuesto para operar en 2022. ¿Y la conservación de sus piezas? Eso es una cuenta y un reto aparte.
Cómo se cuida la memoria de Ecuador
Para tener una idea de cómo se cuida el MuNa, hay que imaginar la forma en que se limpia una casa. Unos productos se usan para asear los cristales, otros para las maderas. Además, si un objeto no se ha destruido en el tiempo, es porque se adaptó a ese medio.
"El contacto con el aire ya es un riesgo y hay que cuidarlo como si estuviera bajo tierra, pues hay variables que empiezan a afectar su estado como la luz, la humedad y la temperatura".
Carlos Montalvo, encargado de la curaduría e investigación del Museo de Arte Precolombino Casa del Alabado
De ahí la importancia de los cuartos climatizados para que los bienes se conserven.
Romina Muñoz Procel, directora ejecutiva del MuNa, señala la evidente falta de personal, y recuerda que detrás de cada pieza exhibida hay una cantidad considerable de trabajo silencioso.
"Para el MuNa, en Quito, que es gigantesco, solo tenemos una mediadora. Hay un déficit de personal y, por lo pronto, hemos logrado que se cree una estabilidad laboral y que el reducido número de trabajadores con el que contamos se mantenga", explica.
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