Jena, el epicentro del romanticismo europeo
En esta ciudad, en el siglo XVIII, aparecieron filósofos, científicos y poetas que cambiaron la forma de ver el mundo y nos regalaron el Romanticismo.
Vista de Jena, la ciudad alemana donde nació el romanticismo, de la mano de Goethe y otros autores.
Archivo Mundo Diners
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Esta nota está basada en el artículo "Jena, la ciudad donde nació el Romanticismo", publicado en la revista Mundo Diners.
El Romanticismo alemán constituía una respuesta al pensamiento ilustrado, que confiaba en el poder de la razón y del empirismo en la ciencia. De hecho, fue un movimiento que intentó matizar el pensamiento racional al darle importancia a la subjetividad del yo, a los sentimientos y a la relación afectiva del ser humano con la naturaleza.
Todo empezó en la segunda mitad del siglo XVIII y principios del siglo XIX cuando Jena se convirtió en un importante centro cultural y científico, por la presencia de su universidad que se creó en el siglo XVI, pero que tuvo su apogeo en el siglo XVII. Fue en torno a este centro de estudios se concentraron varios escritores, filósofos y científicos que constituyeron el "Círculo de Jena", en cuyo seno se gestó el primer Romanticismo alemán.
Así las cosas Goethe, considerado el líder del movimiento del romanticismo, alcanzó la fama tras la publicación de su novela "Las desventuras del joven Werther", que captaba el sentimiento de toda una generación y que había provocado una ola de suicidios por amor entre los jóvenes.
Romanticismo aparca en Jena
Gracias al renombre que Goethe alcanzó con su novela, el duque Carlos Augusto decidió financiar su trabajo literario. También lo invitó a la corte de Weimar para que fuera su consultor en varios proyectos culturales. De esta manera, el escritor alemán viajó varias veces a Jena, visitó la universidad y conoció a los catedráticos que dictaban clases allí.
Otra de las aficiones de Goethe eran las plantas, por lo que integró la Sociedad Botánica de Jena. Ese era un lugar de encuentro para científicos y pensadores de la época.
Además, fue allí donde Goethe conoció al poeta Friedrich Schiller, quien reflexionaba sobre la importancia de la estética para educar a seres humanos libres. Como consecuencia redactó el ensayo "Cartas sobre la educación estética del hombre". En dicho documento recogía algunas de las ideas discutidas con Goethe sobre la unión necesaria de sensibilidad y razón a través del arte.
La colaboración entre Goethe y Schiller fue intensa y productiva. Muestra de ello fue su trabajo en la revista literaria 'Die Horen'. Su amistad se mantuvo por largos años y Schiller animó a Goethe a continuar con el proyecto de su obra "Fausto".
Nace el movimiento
Al grupo de intelectuales que giraba en torno a Schiller, se sumó otra pareja de hermanos, August y Friedrich Schlegel. August trabajaba junto a Schiller en la revista 'Die Horen'. Su hermano, Friedrich, estaba dedicado a la enseñanza y a la investigación. Fundó la revista literaria Athenaeum. Esta publicación se convirtió en una importante plataforma para la difusión de las ideas románticas en Alemania y una alternativa para salir del influjo de Goethe.
Schlegel fue el primero en usar el término Romanticismo como una corriente literaria y artística que valoraba la emoción y la subjetividad por encima de la razón. Aunque tenía algunas diferencias estéticas con Goethe, colaboró con él en varios proyectos. Uno de ellos, la traducción de Shakespeare al alemán.
En Jena, Friedrich Schlegel conoció y se casó con la escritora Dorothea Veit, quien más tarde escribió bajo el nombre de Dorothea Schlegel. Ella se convirtió en una figura importante en la vida intelectual de la ciudad de Jena.
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