De a poco, más hombres se animan a usar bótox
En Ecuador, el mercado de la medicina estética está dedicado mayormente a las mujeres, pero cada vez son más los hombres que se acercan, aún curiosos, al bótox y al ácido hialurónico.
Los especialistas señalan que para aplicarse bótox no importa la edad, sino las señales de la expresión de cada paciente.
Archivo Mundo Diners
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Esta nota está basada en el artículo "Hombres de Bótox", de Ileana Matamoros, publicado en la revista Mundo Diners.
“Hoy nadie piensa que el hombre es como el oso”, dice Guillermo Ramírez, un ejecutivo de ventas, divorciado, que acaba de cumplir 42 años. Resulta que las supuestas fealdad y sabrosura del peludo mamífero y su relación simbólica con el macho humano que se asume despreocupado por su aspecto es cosa del pasado.
De hecho, Guillermo es usuario de la medicina estética. Con ácido hialurónico y bótox, ha logrado camuflar varios añitos.
“Me siento seguro de mí mismo, con mi edad y con lo que trasmito”
Guillermo Ramírez
Cebe mencionar que el ácido hialurónico y la toxina botulínica (substancia que paraliza los músculos y que se conoce por su primera marca, Bótox) son los tratamientos más populares de la medicina estética, se aplican mediante inyección y son temporales.
Aunque la mayoría de pacientes son mujeres, cada vez más hombres en Ecuador se animan a usarlos para cambiar rasgos de la cara y disimular signos de la edad sin entrar al quirófano.
No importa la edad
El bótox lo usan hombres en sus cuarentas, como Guillermo, o bastante menores, como Daniel Migrik.
Él es un cocinero, músico y fotógrafo que, al cumplir 30, recibió como regalo de su novia una rinomodelación con ácido hialurónico y un tratamiento con microagujas que estimulan el colágeno.
A pesar de que Daniel dice que no tenía nada particular en contra de su nariz, le gustó verla más respingada y en una piel más brillante. Además, perdió el miedo inicial al dolor y ahora está listo para la toxina botulínica, "cuando llegue el momento de corregir una que otra arruga".
Por otro lado, la preocupación inicial de Jota, un diseñador gráfico e influencer de 32 años, eran sus ojeras hereditarias:
"Antes, cuando no tenía el relleno, me preguntaban ‘¿has dormido bien?’, ¡y yo realmente sí había descansado!"
Jota
Pero la apariencia de sus ojeras cambió hace meses cuando empezó a aplicarse bótox preventivo.
"Creo que nunca deberíamos dejar de cuidarnos, es como cortarse el pelo o hacernos la barba, si hace que te sientas bien y te da este 'boost' de energía, ¿por qué no?".
La doctora Vivenca Tinoco dice que tiene pacientes "de 82 años que, fácilmente, pasan por los 75".
Tinoco es doctora especialista en medicina antienvejecimiento y estética. También preside la Sociedad Ecuatoriana de Medicina Estética y recuerda que, en 2023, se cumplen 20 años del uso de la toxina botulínica para mejorar la apariencia.
“Al comienzo los hombres estaban prácticamente negados a usarla, casi ninguno de los acompañantes pasaba de la sala”.
Vivenca Tinoco
Hoy calcula que el 30% de sus pacientes de tratamientos estéticos son hombres. “El mayor acaba de fallecer y vino hasta los 85”.
Bótox diferenciado
Hombres y mujeres somos iguales anatómicamente, tenemos los mismos músculos pero no la misma fuerza, explica Vivenca Tinoco, y la expresión es distinta.
"Ellos deben mantenerse angulados para trasmitir masculinidad. Un hombre sin arrugas y totalmente redondeado toma el aspecto de una señora mayor".
Lo vimos en los Golden Globes cuando se presentó Tom Cruise con la cara rellena, o en el regreso de Chayanne.
"Hay una aritmética en la estética. Hay que estudiar al paciente, ver cómo gesticula. Individualizar el tratamiento es la clave del éxito. Y para eso necesita de un experto", dice la doctora.
Entonces: ¿cuándo empezar? Raúl Tapia, cirujano plástico, estético y reconstructor responde:
"Cuando te veas al espejo y, sin hacer ninguna expresión, empieces a notar las líneas marcadas en la piel. Y esto te puede ocurrir a los 23, a los 30, a los 50 o nunca".
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