Una serie tailandesa es el nuevo bombazo de Netflix

Desde Tailandia llega el nuevo bombazo de Netflix: la serie 'Eliminar', una producción que se embarca en la audaz idea de desaparecer a quien nos cae mal usando una aplicación móvil.

La sinopsis oficial reza: "Un poderoso teléfono celular puede hacer que desaparezcan personas. ¿Estás atravesando una situación de pareja complicada? ¿Quieres evitar que algo salga a la luz? Con ese dispositivo, podrías decidir a quién eliminar de tu vida".

'Eliminar' tiene dos ejes: jugar con la imaginación y poner en debate el eso y abuso de la tecnología.

Tanto al abrir como al cerrar de cada capítulo, impone parlamentos, escenas y encuadres cargados de suspenso. Lo que vuelve imparable a esta producción tailandesa y se torna adictiva la curiosidad de saber quién será el próximo 'desaparecido'.

Suspenso hecho en Tailandia

Con películas y series como 'Hambre' y 'School Tales' , las producciones tailandesas se han hecho de un lugar entre los títulos originales de Netflix.

Desde los años setenta el cine de este país se ha mostrado inclinado a dos géneros: el cine negro y el suspenso. Atrás quedaron los años donde Asia reproducía los cánones románticos de Hollywood.

El cine de Tailandia se remonta a los primeros días del cine, cuando François-Henri Lavancy-Clarke grabó la visita que realizó el rey Chulalongkorn a Berna, Suiza, en 1897.

Dicha película fue proyectada en Bangkok, lo que despertó un mayor interés en el cine por parte de la familia real tailandesa y los empresarios locales, quienes invirtieron en equipos de cine y comenzaron a exhibir películas extranjeras.

En la década de 1920, se inició una industria cinematográfica local y en la década de 1930, la industria cinematográfica tailandesa tuvo su primera "edad de oro", con varios estudios que producían películas de manera constante.

'Eliminar' está dirigida por Parkpoom Wongpoom y rinde culto a esa tradición que siempre ha cuestionado en clave de 'thriller' los valores y vicios de la sociedad.

Lilly y Aim, los protagonistas, están atrapados en una era donde la tecnología, también, elimina la sensibilidad.