10 curiosidades que dejó la jornada de coronación de Carlos III

[caption id="attachment_1836615" align="alignnone" width="300"] Kate Middleton, durante el saludo desde el Palacio de Buckingham.[/caption] Kate Middleton, esposa del príncipe heredero, captó todas las miradas con su deslumbrante atuendo, pero sobre todo por el homenaje a Diana Spencer, su célebre suegra. Middleton usó las joyas favoritas de Diana, los aretes de diamantes con perlas del Mar del Sur que exhibió en varias ocasiones. Middleton también usó el collar festón de Jorge VI que perteneció a Isabel II, en otro homenaje que no pasó desapercibido.

La Policía Metropolitana de Londres informó que arrestó a 52 personas durante la jornada de la coronación de los reyes Carlos III y Camila, por causas relacionadas con alteraciones públicas. El más célebre de los arrestados es el jefe de la organización antimonárquica Republic, Graham Smith. Se lo arrestó por protestar en contra de la monarquía.

Miles de personas se tomaron las calles del centro de Londres para celebrar la coronación, pese a la intensa lluvia que cayó sobre la capital británica. No solo ingleses, sino también numerosos visitantes estadounidenses, austriacos, franceses, brasileños y hasta japoneses se cubrían con la bandera británica y portaban imágenes con el rostro del rey.

[caption id="attachment_1836620" align="alignnone" width="300"] El príncipe Enrique, durante la jornada de coronación de Carlos III.[/caption] El rey Carlos III saludó a la multitud desde el balcón del Palacio de Buckingham junto a la reina Camila y sus familias, pero sin su hijo menor Enrique, apartado de las funciones oficiales de la realeza. Ya se sabía que la mujer de Enrique, Meghan Markle, no participaría en la ceremonia para quedarse en California con sus hijos Archie y Lilibeth. Enrique sí acudió a la Abadía de Westminster para la solemne coronación aunque partió directamente del templo al aeropuerto, nada más acabar el servicio religioso.

Otro ilustre ausente del saludo del balcón fue el príncipe Andrés, hermano menor de Carlos III. Andrés está excluido de los deberes reales por sus escándalos sexuales relacionados con el empresario Jeffrey Epstein. La tradición de saludar desde el balcón se remonta a 1851, cuando la legendaria reina Victoria apareció allí en medio de las celebraciones por la inauguración de la Exposición Universal ese año. Desde entonces, ese saludo ha servido para marcar ocasiones especiales en la historia de la monarquía.

[caption id="attachment_1836641" align="alignnone" width="300"] Detalle del vestido de Camila, con los corgis bordados.[/caption] La ceremonia de coronación ha estado cuajada de símbolos, unos evidentes otros más ocultos, como el hecho de que la reina Camila llevara bordada en su falda la imagen de los dos queridos corgis de la reina Isabel II. Muick y Sandy viven en el Royal Lodge de Windsor, la finca que el príncipe Andrés comparte con su exesposa, Sarah Ferguson, quienes los adoptaron tras el fallecimiento de Isabel II.

Por primera vez en la historia, solo un miembro de la monarquía y la nobleza ha jurado lealtad al rey. Se trata del príncipe y heredero Guillermo, que al finalizar se ha acercado a un emocionado Carlos III para darle un beso en la mejilla. "Gracias, William", le ha dicho su padre.

Los pequeños hijos del príncipe Guillermo y Kate Middleton también captaron las miradas. Los tres usaron los colores de la bandera del Reino Unido: Jorge de rojo y con el traje de Guardia de Honor; Carlota, de blanco, y el pequeño Luis fue de azul con una chaqueta Hainsworth Garter Blue Doeskin. El príncipe Jorge, hijo mayor de los príncipes de Gales, fue uno de los encargados de llevar la túnica de su abuelo, tanto a la entrada como a la salida.

El primer ministro británico, el conservador Rishi Sunak, leyó  durante la coronación un fragmento de la Epístola a los Colosenses. Sunak, aunque profesa la religión hindú, participó en el servicio religioso oficiado por el arzobispo de Cantebury, Justin Welby, primado de la Iglesia Anglicana.

Con su coronación, Camila deja de utilizar el título de "Reina Consorte" para ser, simple pero magníficamente, Reina. Según la tradición británica, las esposas de los monarcas son coronadas reinas, algo que no sucede con los maridos de las reinas, como fue el caso del duque de Edimburgo, Felipe, padre de Carlos III y marido de Isabel II.