La comida ecuatoriana que pone a prueba a los 'mañosos'
Una encuesta es tendencia al proponer una lista de platillos nacionales con la etiqueta "Qué tan mañoso eres". En realidad, es muy difícil aprobar el examen.
Puesto de comidas típicas en La Vicentina.
Cortesía.
Autor:
Actualizada:
Compartir:
Típico: cuando alguien dice que no le gusta una comida, inmediatamente es acusado de 'mañoso'.
Y, para medir qué tan mañosas son las personas con respecto a los platos típicos del Ecuador, circuló en Twitter una encuesta que se volvió tendencia.
Claro que hay trampa porque es imposible que a un ecuatoriano le guste toda la comida del país. El gusto de los comensales está determinado por la región en la que se criaron.
Además, algunos platos de mayor alcance geográfico se preparan con variaciones. El ceviche de Guayaquil es diferente al de Manabí, por ejemplo. Y gran parte de la encuesta entra en el rubro de lo exótico más que en el de la comida popular.
¡Pero no le quitemos lo divertido a esta encuesta! Después de todo, pocas cosas como la gastronomía se convierten en una contraseña de identidad nacional.
¿Le gusta esta comida?
A continuación, los 15 platillos elegidos por la encuesta. ¿Usted los come sin problema o es un 'mañoso'?
Guatita
- Famosa desde que el expresidente Abdalá Bucaram confesó ser un fan de este platillo, la guatita no siempre es del gusto de todos. Lleva librillo y menudo, algo que no gusta a quienes no comen vísceras. Y el maní es un problema para los alérgicos.
Lengua
- La lengua de res puede prepararse de muchas formas. Pero no importa si es guisada en su jugo, en salsa de ciruelas o asada, en sí misma no suele agradar a todos. ¡Ah, de lo que se pierden!
Bagre
- El caldo de bagre se disfruta sobre todo en la Costa, en cazuela, sopa o sudado. Y el comensal ama chupar los huesillos. En la Sierra, en cambio, este pescado no goza de la misma popularidad. La 'mañosería' aumenta si el caldo viene acompañado de la cabeza del pez bigotón.
Guanta
- Este animal del Oriente es muy apetecido por los habitantes de esta región, por su valor nutricional. Pero hay un problema, además de ser un roedor, algo que genera cierto rechazo: está en peligro de extinción, así que no se fomenta su consumo.
Chontacuro
- Este gusano de la chonta, llamado también mayón, goza de aprecio en el Oriente y Santo Domingo de los Tsáchilas. No es difícil de preparar y su grasa natural es deliciosa. Pero otras personas no toleran la idea de comerse un gusano, por más que vaya acompañado de yuca, palmito y limón.
Caldo de 31
- Esta sopa, típica de Tungurahua, se hace con vísceras de res como el corazón, la panza, la ubre de vaca, las tripas y el pulmón. Se la llama 'Caldo de vida' por su alto nivel de proteína. A algunos no les gusta porque es espesa y suele provocar mareo en el comensal poco habituado.
Tripa mishqui
- También conocido como 'chinchulín', se come asada y crocante. El rechazo de algunos se produce porque estamos hablando de intestinos, por lo cual es obligatorio lavar la tripa de forma prolija antes de su preparación. Aunque hay lugares confiables, siempre hay un 'mañoso' que pasa de este platillo.
Tapao
- Originario de Esmeraldas, se elabora con pollo, costilla de res, longaniza y cerdo. La base del sabor viene de la chillangua, una planta similar al cilantro. Por su contundencia, suele ser rechazado por quienes buscan caldos más ligeros.
Repe
- Esta sopa lojana tiene como base el plátano verde, pero también lleva leche, que le da justamente la cremosidad que la caracteriza. Claro que no todos pueden consumir lácteos. Las variantes sin leche o quesillo pueden ayudar a los intolerantes a la lactosa.
Cangrejos
- Para muchos, no hay mayor placer que sentarse con un mazo, un delantal y un atado cangrejos al frente. Pero no todos tienen la paciencia para sacar poco a poco la carne de este crustáceo. Hay algunos que pueden comer las patas, pero de ninguna manera toleran la cabeza.
Ceviche
- La ventaja del ceviche es que tiene muchas variantes y combinaciones. Por eso, es uno de los platillos realmente nacionales de esta lista. Solo causa problemas a los alérgicos a los mariscos. Incluso así, pueden optar por el cevichocho (ceviche de chocho). No es lo mismo, pero casi.
Caldo de salchicha
- También llamado 'caldo de manguera', es muy popular en Guayaquil. Su base son las vísceras de cerdo y la sangre, lo cual otorga el hierro que ayuda al comensal a superar el chuchaqui. Para algunos no resulta apetitoso que la sangre forme parte de la lista de ingredientes (es el mismo problema del yahuarlocro en la Sierra).
Caldo de vena
- También llamado 'caldo de tronquito', famoso por sus supuestas propiedades afrodisíacas. Pero no todos están dispuestos a tomar una sopa cuya base es el miembro del toro y los testículos. Va con aguacate, garbanzos y cebolla larga, pero eso no basta para convencer a los indecisos.
Encebollado
- Es otro plato que se encuentra en casi todo el país. También se le atribuyen propiedades para superar el chuchaqui. Los que lo rechazan no toleran la cebolla, la base de su sabor. Hay versiones sin cebolla para estos 'mañosos', pero eso equivale a una quesadilla sin queso. No es lo mismo.
Cuy
- Finalmente, este roedor es muy popular en la Sierra, que puede ser preparado asado, frito o en estofado. A pesar de las opciones y presentaciones, no goza de la aceptación de quienes no comen roedores.
Compartir: