Los cinco mejores sitios para ver ballenas en estas vacaciones
La Costa ecuatoriana es una zona privilegiada para mirar ballenas y conectarse con la naturaleza. Un espectáculo natural disponible en pocos lugares del mundo.
Aletas de ballenas jorobadas se observan en Esmeraldas.
EFE
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Ver ballenas en Ecuador es una afición veraniega que conecta a las personas con la magia y belleza de la fauna marina.
Entre junio y septiembre, las costas ecuatorianas se convierten en el epicentro del amor, pues se estima que unas 10.000 ballenas jorobadas llegan a las cálidas aguas ecuatoriales para concebir y dar a luz a sus crías.
"No solo se trata del entretenimiento de observar a las ballenas sino que, además, ofrece una oportunidad para pensar en la necesidad de proteger, preservar y conservar a estos maravillosos seres”, señala el Ministerio de Turismo.
Este acontecimiento no ha pasado desapercibido para los usuarios de redes sociales en Ecuador, que pronto empezaron a sugerir sitios para observar a estos gigantes mamíferos. Estos son los cinco sitios más mencionados:
1. Salinas y Ayangue, en Santa Elena
El cantón Salinas y la comuna de Ayangue, en Santa Elena, son miradores tradicionales de ballenas. Los paseos turísticos en bote tienen un precio que oscila entre USD 15 a USD 20 por persona.
Las ballenas jorobadas alcanzan 15 metros de largo y pesan hasta 30 toneladas. Son consideradas como el quinto animal más grande del mundo.
2. Atacames, en Esmeraldas
A más de la farra, la suculenta gastronomía y los deportes acuáticos, Atacames puede ser el lugar ideal para partir en bote en busca de ballenas.
La tiktoker Sandra Milena ofrece este increíble video en el sur de la provincia de Esmeraldas.
3. Santa Clara, en El Oro
La Isla Santa Clara, ubicada en la provincia de El Oro, ofrece sus costas como destino ideal para que las ballenas jueguen y 'se enamoren'.
Tras recorrer 8.000 kilómetros desde la Antártida, estos animales dominan estas aguas bajo la mirada atenta de pelícanos, albatros y otras aves marinas que en el verano migran y pasean por el continente.
La isla Santa Clara fue declarada Patrimonio Nacional del Estado en la categoría de Refugio de Vida Silvestre en 1999. Y en 2002, fue designado como Humedal de Importancia Internacional en el marco de la Convención de Ramsar.
4. Puerto López, en Manabí
Atraídos por las aguas cálidas del Parque Nacional Machalilla en Puerto López Manabí, las ballenas danzan en estas aguas a vista de los turistas.
Puerto López es apenas el inicio de una aventura marina que conecta con diversos puntos geográficos llenos de magia y que parecen congelados en el tiempo.
En este lado del Pacífico, las aguas se tornan, a ratos, un poco picadas y la navegación puede derrochar adrenalina.
5. Isla de la Plata, en Manabí
Mágica, poblada de curiosas lagartijas rojas y piqueros de patas azules, rodeada de brisas marinas que se llevan los sombreros de los turistas, la Isla de la Plata es un punto privilegiado para mirar ballenas y olvidarse del mundanal ruido.
Ubicada a 37 kilómetros al oeste de las costas de la provincia de Manabí, se la puede visitar tas un viaje de cerca de una hora y media desde el muelle de Puerto López.
En sus aguas, de tonalidades azuladas, se puede mirar mantarrayas, delfines, coloridos peces de formas inauditas y hasta tortugas marinas. Hacer buceo o senderismos son los deportes de moda en este lugar.
La Isla de la Plata debe su nombre al misterioso tesoro del legendario pirata Francis Drake. Según la leyenda, este botín, precioso en plata y piedras preciosas, jamás habría sido encontrado.
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