Y entre rebajas, premios y bailes se abre paso el carné de vacunación

Ábrete sésamo: y las puertas de beneficios, descuentos y promociones se abren de par en par con solo presentar el carné de vacunación.

En convergencia con el plan de vacunación en Ecuador, más de 500 centros de comercio, emprendimientos, empresas y diversos giros de negocio se unen al plan de inmunización ofreciendo desde cerveza hasta descuentos en las compras para quienes ya tengan sus dosis completas.

¿Un entremés? ¿Una bebida? ¿Un postre? Las redes sociales le están sacando provecho a la credencial.

El 16 de julio surgió la idea crear el pasaporte de vacunación, como una iniciativa del sector privado y del Gobierno para reactivar la economía. Y desde agosto se puso en marcha con campañas de promoción:

Ni siquiera Nostradamus predijo que luego de una mortal epidemia, el certificado de inmunización sería la puerta mágica para obtener beneficios.

Los cibernautas ya están echando a correr la voz: descuentos por aquí, ofertas por acá. Y como dice el usuario Clanover: "punto para los que confiamos en la ciencia".

Pero, no falta quienes sueñan con llegar a las populares tripas de la Vicentina en Quito y mostrar los superpoderes del carnet de vacunación:

Centros comerciales proponen dinámicas y juegos para que sus clientes se entretengan, se lleven sorpresas y, al mismo tiempo, incentivan a que todos completen sus dos dosis:

Y ojo, si tiene las manos de cocodrilo: la piel maltratada de tanto alcohol y encierro, el carné de vacunación también le abre las puertas a la humectación y a la juventud:

A diferencia de épocas pasadas, donde se satanizaba al sector privado, hoy el Estado trabaja de la mano con empresarios e industrias.

Entre incentivos y nuevas estrategias, el plan de vacunación en Ecuador no se detiene y las cifras son positivas: 10 de 221 cantones ya han logrado la inmunidad de rebaño frente al Covid-19.

Y también se difundió una buena noticia: la última paciente recuperada de Covid-19, fue dada de alta del Hospital Monte Sinaí, en Guayaquil.

Es que estar vacunado, además de recibir regalos, promociones, incentivos de consumo, nos llena de rumba y salud, como le pasó a Sir Anthony Hopkins quien, luego de vacunarse, con camisa tropical se puso a mover su esqueleto inglés y a exclamar: ¡Soy colombiano!