Por qué no me gustó Bardo
Bardo, el nuevo filme de Alejandro González Iñárritu, adolece de sobreproducción. El director quiere decir tanto, que termina sin decir mucho, opina Rafael Barriga.
Bardo, el nuevo filme de Alejandro González Iñárritu ya está en Netflix.
Archivo Mundo Diners
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Silverio Gama, exitoso documentalista y/o periodista mexicano, es dueño todas las frases correctas y geniales: "Me la paso buscando aprecio entre quienes me desprecian"; "La vida no es más que una serie de imágenes idiotas"; "Estoy cansado de decir lo que pienso y no lo que siento".
Silverio habla y comenta de todo y todo eso que dice suena inteligente. Pero entre tanto hablar, entre tantas frases maestras, entre tanto éxito, apenas puede conducir su vida.
Lo mismo, más o menos, pasa con la película que lo retrata. Se trata de 'Bardo: falsa crónica de unas cuantas verdades', el nuevo filme de Alejandro González Iñárritu, que se puede ser en Netflix.
En Bardo no hay plano, escena o diálogo que no trate de ser genial. No hay momento en que la pantalla no esté repleta de elementos surrealistas. La cámara no para de mostrar bellos planos, aunque ciertos lugares a los que se enfrenta la cámara son sórdidos. Tanto quiere decir González Iñárritu que, al final, termina no diciendo mucho.
La mediana edad
Silverio atraviesa una tormenta. De hecho, la realidad y la fantasía, los hechos y los sueños se le entremezclan. La relación con su esposa y sus hijos parece ser compleja.
Interactúa cariñosa pero melancólicamente con su madre y su padre fallecido. Vive en Los Ángeles y ha ido México a recoger un premio; sin embargo, ahí también tiene conflictos, con sus colegas.
En una interminable megafiesta organizada en su honor se evidencia la magnífica influencia de Silverio sobre los demás, pero también su infinita soledad e infelicidad. Y el dato que usted estaba esperando: en el metraje de Bardo, esta fiesta toma 28 minutos.
A través del personaje de Silverio, el filme de González Iñárritu no deja de comentar sobre mil y una cosas de México. Desde el colonialismo imperialista de Estados Unidos, hasta los 43 desaparecidos de Ayotzinapa, pasando por el colonialismo Español.
Extranjero siempre
En su regreso a Los Ángeles, la cosa se complica para Silverio. A su llegada tiene una pelea con el oficial de migración. Pero eso no es lo más grave. Silverio no solo es extranjero en Los Ángeles, una ciudad que aparentemente desprecia, sino que además es un completo extraño en su propio país.
"Todo país es un estado mental, una gran cantidad de historias y mitos que nos dan un sentimiento de pertenencia e identidad".
Alejandro González Iñárritu, director Bardo.
Con esa frase el director de Bardo intenta poner distancias autobiográficas con el personaje de Silverio Gama.
En este laberinto sobrecargado de imágenes, sonidos, memorias, sueños, opiniones que es Bardo, lamentablemente, todos nos perdemos.
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